Habían pasado unos minutos de las 16 del miércoles pasado cuando ingresó una alerta al sistema de denuncias de hechos delictivos y accidentes “Ojos en Alerta” de San Miguel, creado en 2016 con el fin de fomentar la participación de la ciudadanía en la lucha contra la inseguridad y que cuenta con 120.000 inscriptos. A través de mensajes de WhatsApp, un vecino de esa localidad bonaerense se contactó con la Municipalidad y la Policía local para informar que dos motochorros le acababan de robar el teléfono celular a una mujer frente a su casa.
De inmediato, el supervisor del centro de monitoreo ordenó una búsqueda por cámaras y se observó en tiempo real a los sospechosos en varias ubicaciones. En consecuencia, las autoridades dispusieron un operativo cerrojo en conjunto con el comando de patrullas de la Policía Bonaerense. Tras localizar a los ladrones en la intersección de Tupac Amaru y Martín García, ya en el límite entre los partidos de San Miguel y Moreno, se inició una persecución que se extendió por varios minutos.
La pareja de delincuentes trató de escapar a toda velocidad, pero el conductor del móvil policial logró desestabilizar la moto en la que se movilizaban y ambos cayeron al suelo. Esto, sin embargo, no frenó la huida de los motochorros, que abandonaron el rodado, continuaron la fuga a pie y trataron de escabullirse entre las casas de la zona. Así, saltaron unas rejas y se metieron a un domicilio. Pero los intentos no sirvieron y finalmente, doce minutos después de haber robado en la vía pública, fueron atrapados.
Luego, dentro de uno de los patrulleros, se produjo un hecho que quedó registrado por la cámara del vehículo policial: una vez aprehendido y esposado, uno de los ladrones intentó coimear a los oficiales en varias ocasiones.
En la filmación se escucha primero un pedido del detenido en cuestión, identificado como Carlos Antonio Nahuel Cubilla, de 24 años, con domicilio en San Miguel. “¿Puedo llamar a mi abogado?”, les pregunta a dos efectivos. Más tarde, se dirige al policía a cargo del operativo: “Jefe, vení, ¿podemos llegar a un arreglo? Yo tengo plata en mi casa”, le dice. Ante la negativa de los oficiales, les insiste sin éxito: “Vamos, arreglamos y nos evitamos todo. Tengo dólares, para qué te voy a mentir. Hablemos de hombre a hombre y listo”.
Cansados por la situación, los policías le remarcan a Cubilla que estaba “preso” y le revelan que una cámara lo estaba grabando. El detenido, entonces, desiste.
Ambos arrestados finalmente fueron trasladados a la Comisaría 1era de San Miguel y quedaron a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 18 de Malvinas Argentinas, a cargo del fiscal Carlos Hermelo, quien caratuló la causa como robo simple.
Al momento de la identificación en la dependencia policial surgió la sorpresa: uno de ellos resultó ser un efectivo de la Policía Local de General Rodríguez. Se trata de Lucas Alejandro García, de 32 años, oriundo de Moreno. Según supo Infobae, García cumplía funciones en una comisaría de dicho distrito. Actualmente seguía en actividad pero no estaba trabajando: desde el año pasado estaba de licencia con carpeta médica psiquiátrica.
García, además, era quien tenía en su poder el celular robado un rato antes.
Por otra parte, se conoció que su cómplice, Carlos Nahuel Cubilla, quien intentó sobornar a los policías, se encontraba en libertad condicional.
Esta semana, otra persecución terminó con la detención de dos ladrones armados que habían secuestrado a un abuelo frente a su nieta de 6 años en la ciudad bonaerense de Morón. En este caso, los delincuentes, identificados como Leandro Gabriel Estalla (29) y Diego Armando González (49), se movilizaban en un Chevrolet Corsa blanco y fueron atrapados tras ser perseguidos por más de 10 kilómetros y luego de que chocaran contra un poste de luz. La víctima resultó ilesa.
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