Fernando Luis Oriolo comenzará hoy por la mañana a ser juzgado por un tribunal de Lomas de Zamora, acusado de haber asesinado a su ex esposa con un martillo delante de sus cuatro hijos. Ocurrió hace siete años en una casa de la localidad bonaerense de Burzaco a la que concurrió a pesar de que tenía una restricción de acercamiento por violencia familiar.
El acusado llegará detenido al debate oral y será enjuiciado de manera presencial desde las 8 por el Tribunal Oral en lo Criminal 9 de Lomas de Zamora, acusado del delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género” en perjuicio de Estefanía Díaz (30).
El fiscal encargado de llevar adelante la acusación será Andrés Santos Procopio y el imputado estará representado por un defensor oficial.
Lidia, madre de la víctima, quien convocó junto a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Almirante Brown - Presidente Perón a movilizarse a esa hora en los tribunales ubicados en autopista Pte. Perón (ex Camino Negro) y Larroque sostuvo: “Queremos que nos escuchen para que no quede impune y que realmente se haga justicia, que no salga en libertad porque este hombre se tiene que pudrir en la cárcel”.
Y luego añadió: “Nosotros estamos en terapia intensiva, resucitando de nuestras cenizas, estamos todos rotos pero tenemos que estar firmes porque esperamos mucho para que se haga justicia y que mi hija descanse en paz y mis nietos estén tranquilos. Ellos ya no creen en nada y en nadie porque los dejaron desahuciados”.
El hecho ocurrió el 14 de marzo de 2014 en una casa de Ángel Gallardo entre avenida Monteverde y Paraná de Burzaco, partido de Almirante Brown, en la zona sur del conurbano, donde Estefanía vivía con sus hijos que en su momento tenían 9, 7, 5 y una beba de casi 2 años.
De acuerdo a la acusación, el hombre tenía una restricción de acercamiento otorgado por un Juzgado de Familia de Lomas de Zamora por violencia, pero la incumplió para atacar a la mujer que trabajaba como auxiliar de cocina en una escuela de Longchamps. “Esa noche entró sigilosamente rompiendo el portón y la ventana de la casa y sin piedad la torturó. Estaban los chicos y el que vio todo desde el principio fue mi nieto mayor”, relató Lidia.
Luego de la golpiza, la mujer quedó gravemente herida y fue trasladada de urgencia a un hospital de Adrogué y luego derivada a una clínica, donde permaneció internada hasta el 19 de marzo cuando falleció a raíz de las lesiones.
El agresor fue detenido y desde ese momento continúa preso a la espera del juicio que primero iba a realizarse en 2017 pero por cuestiones de salud no pudo realizarse y luego habían fijado fecha para abril de 2020. La pandemia volvió a postergarlo.
“A nosotros nos cayó de sorpresa todo esto porque la violencia era propia contra él mismo, siempre amenazaba con que se iba a matar porque mi hija le pidió el divorcio. En nueve años de casados nunca trabajó, a mi hija se le fue el amor y quiso salir adelante sola con sus hijos contando con mi apoyo”, expresó la madre, también trabajadora de la educación.
La mujer destacó que sus nietos quedaron bajo su tutela tras el crimen de su hija y que el próximo paso que ellos quieren dar será el de cambiarse el apellido.
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