Un hombre de 69 años fue detenido en las últimas horas acusado de asesinar a su propio nieto, en la casa que compartían en la localidad bonaerense de González Catán, tras una discusión.
El hecho ocurrió este martes por la mañana, cuando Oscar Alejandro Núñez, de 22 años, se trenzó en una fuerte discusión con su abuelo paterno, Vicente Fernando Núñez -un jubilado de 69 años con casi una década de trabajo registrado en una fábrica de calzado-, por causas que aún se investigan, en la casa donde vivían ambos sobre la calle Luján al 5600 en el partido de La Matanza.
En un momento, según confirmaron fuentes del caso a este medio, la discusión se tornó violenta: Vicente tomó un cuchillo y lo clavó directamente en el cuello de su nieto, a la altura de la garganta, provocándole un corte profundo. El joven quedó tendido en el suelo de la vivienda y algunos minutos después una médica legista del municipio constató la muerte.
Mientras tanto, efectivos de la Comisaría 2ª de González Catán se trasladaron hasta el lugar y aprehendieron al hombre, que continúa detenido en una causa por homicidio a cargo del fiscal Federico Medone de la UFIJ Temática de Homicidio de La Matanza, que se hizo presente en la escena.
En ese mismo partido, pero en la localidad de San Justo, ocurrió este sábado otro crimen brutal: Silvestre Reynaldo Quiroz, un almacenero boliviano de 35 años fue brutalmente asesinado por un cliente que lo atacó ante la vista de todos los vecinos y su familia.
De acuerdo al relato de los testigos del crimen, todo comenzó con una discusión entre Reynaldo y Matías Andrade, un joven de 29 años, vecino de la zona y cliente habitual, que ingresó al local el sábado por la tarde en un evidente estado de ebriedad y quiso irse sin pagar con dos latas de cerveza.
Al ser increpado por el comerciante, el joven extrajo de entre sus ropas un nunchaku -un arma utilizada en artes marciales que consta de dos barras unidas por una cadena o cuerda- y golpeó varias veces en la cabeza al almacenero, que corrió hacia la calle para escapar del agresor, en una secuencia registrada por una cámara de seguridad. Lo que realmente lo hirió de muerte, sin embargo, fueron las puñaladas: recibió nueve en total entre la cabeza y el cuerpo y un corte profundo en el tórax que fue letal.
Andrade fue detenido algunas horas después luego de haber robado tres autos y al momento de su declaración ante el fiscal Marcos Borghi se excusó con una insólita justificación: “Estaba muy drogado y no me acuerdo de nada”.
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