Agustina Cosachov habló y mucho. La psiquiatra acusada por la muerte de Diego Maradona declaró por más de 4 horas frente a los fiscales que investigan el caso en San Isidro. Además de presentar un extenso escrito respondió las más de 60 preguntas que tenían preparadas los investigadores. En su defensa dijo que su labor no tuvo nada que ver con la muerte de Diego y que ella nunca echó a los acompañantes terapéuticos ni al médico clínico. Además admitió que escribió una historia clínica sin haber visitado al astro.
Al igual que el resto de los 5 imputados que ya tuvieron su oportunidad de declarar, Cosachov llegó a San Isidro algunos minutos antes de las 12 e ingresó al edificio escoltada por una hilera de policías bonaerenses acompañada de su abogado Vadim Mischanchuk. Adentro la esperaban tres fiscales que firman en el expediente: Laura Capra, Cosme Iribarren y Aparicio Ferrari. También presenció la indagatoria el Fiscal General John Broyad.
“Adelanto que lamento profundamente el deceso del paciente y acompañó a la familia en su dolor”. Con esta frase comenzó Cosachov el documento de 102 páginas que presentó apenas llegó al edificio de la fiscalía. Inmediatamente después negó los cargos en su contra: “descartó que mi accionar como psiquiatra tenga algún tipo de relación con la penosa muerte de Maradona”.
La psiquiatra contó que ingresó al staff médico de Diego el 27 de junio de 2020 e inmediatamente hizo otra aclaración polémica: “Todo indica a esta altura que la muerte de Maradona obedeció a una cuestión cardiaca que no dio avisos previos”. Esto choca con la evidencia del expediente donde constan decenas de mensajes en los que tanto Cosachov como Luque fueron avisados de que Diego estaba hinchado, un claro síntoma que puede anticipar un problema cardiaco.
Con respecto a la internación domiciliaria en Tigre, eje de la acusación de la fiscalía y criticada fuertemente en la junta médica que analizó todos los aspectos del expediente, Cosachov se sacó responsabilidad en cuanto a la elección de la casa: “La elección y ubicación del lugar fue propuesta por la familia, las hijas propusieron que la casa se localice en Tigre para encontrarse en una ubicación más cercana y cómoda para ellas”.
Además, señaló que el equipo médico de Maradona solicitó a la empresa de medicina prepaga que la internación domiciliaria tenga “médico clínico, médico Neurologo, enfermeros especializados, ambulancia disponible y acceso a estudios”. Sin embargo, un documento elaborado por Swiss Medical al momento de la externarían de la Clínica Olivos señala que solo fue pedida “asistencia diaria de enfermería” y “acompañante terapéutico”.
Tanto el médico clínico que luego se agregó al tratamiento domiciliario como los acompañantes terapéuticos fueron echados de la casa por el entorno de Maradona con conocimiento y recomendación de la propia Cosachov, según surge del expediente aunque hoy lo rechazó en la indagatoria: “No es cierto que impedí la asistencia del paciente por parte de acompañantes terapéuticos y médico clínico. No se me puede reprochar eso”.
Otro de los argumentos principales de Cosachov para defenderse, según él escrito, que “refutan parte de la imputación” es que “tanto en Ipensa de La Plaga y la Clínica Olivos la medicación psiquiátrica fue consensuada con distintos médicos”.
Cosachov recuerda la reunión que el equipo médico y los familiares tuvieron en la Clínica Olivos donde se debatía si a Diego lo enviaban a una clínica especializada o se realizaba la internación domiciliaria: “La única opción era un ingreso involuntario a un neuropsiquiatríco y la familia se negó rotundamente debido a que habían vivido una situación traumática en una internación anterior”.
Nuevamente en torno a la internación domiciliaria, la imputada aseguró que “solo los primeros días pude tomar contacto directo con los enfermeros. Luego fue prohibido el contacto telefónico por la doctora Forlini. No tuve más contacto con los enfermeros”. Cosachov se refiere a Nancy Forlini, también imputada en la causa que hacías las veces de nexo entre los médicos personales de Diego y la prepaga.
Sin embargo, en el expediente figuran capturas de conversaciones entre Cosachov y la enfermera Dahiana Madrid del 25 de noviembre. En gran parte del escrito, Agustina Cosachov se dedica a repasar día por día desde el 14 de noviembre hasta la muerte de Diego y procura echarle la culpa a la prepaga y a la empresa de enfermería por las irregularidades en la internación domiciliaria. Esa es, en definitiva, la estrategia de defensa que mostró Cosachov en la jornada de hoy.
Con respecto al día de la muerte del Diez, Cosachov recordó: “El 25 de noviembre concurrimos con el licenciado (Carlos) Diaz. Ingresamos a la habitación. Llamamos al paciente dos veces sin respuesta. No tenía pulsación ni respiración. Lo sentí frío”. Luego aclaró que ella sí participó del RCP, aunque cabe aclarar que en su indagatoria de la semana pasada la enfermera Madrid dijo que tuvo que sacarla porque lo estaba haciendo mal.
En la página 52 de su escrito, con el objetivo de desligarse de la acusación, Cosachov refiere que “La agonía de Maradona comenzó 12 horas antes de su fallecimiento. Yo no estuve presente en el domicilio en ese lapso y nadie me informó ningún síntoma”. La profesional hace hincapié varías veces en que ella nada tuvo que ver con el fallecimiento: “la causa de la muerte en nada se relaciona con la patología psiquiátrica que yo debí tratar”
Con respecto a los que sentenció la junta médica en cuanto a que la medicación recetada por Cosachov era incompatible con una persona con antecedentes cardiacos, la acusada señaló: “las medicaciones no presentan contraindicaciones cardiovasculares”.
Agustina Cosachov está imputada por dos delitos. El primero homicidio con dolo eventual relacionado a su accionar en el tratamiento médico de Maradona en general y el otro más puntual por falsear un documento en el que decía que había visto a Diego en su casa del country Campos de Roca en La Plata cuando en realidad, según los fiscales, ella nunca acudió a ese lugar.
En aquel documento decía que Maradona estaba “vigil, orientado en persona, tiempo y espacio. En buenas condiciones de aseo general”. Está fechado el 20 de octubre. La acusación, que forma parte del documento oficial con las imputaciones elaboradas por la fiscalía a principios de mayo, le valió ser investigada por el delito de falsedad ideológica. En la indagatoria de hoy ensayó una defensa sal respecto: ”Revisando los hechos y recursos hacia atrás, hoy en día pienso que quizás hubo un error material e involuntario de la fecha que consigue en la historia clínica y a partir de allí se generó la confusión. Además ese documento nunca salió de mi casa y por ende no se utilizó”.
En cuanto a lo general del tratamiento de Diego, los fiscales consideran que Cosachov “teniendo pleno conocimiento de la patología cardíaca que afectaba a la víctima, no adoptó los recaudos adecuados al momento de realizar las debidas visitas que el cuadro del paciente exigía, ya que al tiempo de no imponer límites al doliente, no aseguró la correcta administración de la medicación y psicotrópicos que había indicado, desentendiéndose de los efectos adversos eludiendo los controles apropiados a los fines de su evolución”.
Los fiscales creen que no sólo no atendió a Diego como debía sino que, además, impidió que alguien más lo haga: “Los síntomas visibles de desmejoramiento del paciente exigían al menos la asistencia médica inmediata, circunstancia que, no sólo no procuró, sino que obstaculizó”.
Esta fue la sexta declaración indagatoria que se adjuntó al expediente. En los días anteriores ya dieron su versión de los hechos tres enfermeros, una médica por parte de la prepaga y el psicólogo. Ahora solo resta que hable una persona: Leopoldo Luque. El neurocirujano tendrá la posibilidad de defenderse ante la justicia. Sus abogados aún no confirmaron si prestará un escrito o si responderá preguntas. Lo cierto es que luego de sus apariciones mediáticas el principal acusado tendrá la posibilidad de contarle a la justicia que hizo con la salud del ídolo más grande de la historia de este país.
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