Comienza el juicio contra un reconocido cura salteño acusado de abusar de dos novicios y una monja: hablan sus víctimas

Tras pasar casi cuatro años en prisión domiciliaria, Agustín Rosa Torino enfrentará el proceso en su contra desde hoy en la capital salteña

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El sacerdote salteño será juzgado
El sacerdote salteño será juzgado en juicio oral por tres abusos sexuales cometidos a integrantes del instituto religioso de derecho diocesano "Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista", que él mismo fundó en 1986

Hoy viernes 25 de junio, el cura salteño Agustín Rosa Torino enfrentará a la Justicia. No a la “justicia divina”, en la que se amparó hasta que recibió la primera denuncia por abuso sexual en diciembre de 2015, sino ante un tribunal colegiado por magistrados mortales que podrán enviarlo a la cárcel con una dura condena. El juicio se realizará en la Sala IV del Tribunal de Juicio de Salta, presidido por el juez Maximiliano Troyano, junto a Norma Vera y Roberto Faustino Lezcano.

Al sacerdote se lo acusa de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración agravado por ser ministro de culto reconocido, en perjuicio de Yair Gyurkovitz y Valeria Zarza; y de abuso sexual simple agravado por ser el autor ministro de culto reconocido, en perjuicio de Jonatan Alustiza. Los cargos contemplan penas de hasta 20 años de prisión y, de ser hallado culpable, Agustín Rosa Torino podría ser condenado a prisión efectiva.

El caso tiene una particular gravedad para la trama institucional de la provincia. Agustín Rosa Torino, de cuya vida personal se sabe muy poco, no fue un simple sacerdote. Supo tener influencia entre los políticos y el obispado local. También en el Vaticano. Tan es así que, en 1986 y con el visto bueno del entonces papa Juan Pablo II, el cura fundó el Instituto Religioso Clerical de Derecho Diocesano “Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista”.

El instituto, además, tiene sedes en México, Chile y España y lo componen sacerdotes, diáconos permanentes y consagrados que emiten votos públicos perpetuos y practican con exclusividad la vida contemplativa, monástica o eremítica.

En la sede de Salta, donde “se llevaba una vida de semi-clausura”, Rosa Torino era considerado un “líder natural y espiritual”. Allí, donde predicaba la palabra de Dios, este cura abusó de dos novicios y una monja según la acusación en su contra.

“Castigado” con la suspensión del ejercicio del sacerdocio y luego de que el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto le quitara la personalidad jurídica a la congregación que fundó hace más de 35 años, Agustín Rosa Torino pasa los días recluido en una casa de campo y de retiro en Finca La Cruz, donde cumple con el arresto domiciliario -sin tobillera electrónica- que le ordenó la Justicia en agosto de 2017.

En junio de 2019, tras la elevación a juicio del caso, el papa Francisco decretó la supresión del instituto liderado por el cura. En ese momento, también se filtró un dato clave: el cura era investigado por delitos de lavado de activos y narcotráfico”.

El instituto tenía una rama
El instituto tenía una rama masculina y otra femenina. En la sede de Salta, según figura en un blog de la congregación, “se llevaba una vida de semi-clausura”

QUÉ DICEN LA VÍCTIMAS

Todos tenemos debilidades. Hay que saber perdonar”, le dijo Agustín Rosa Torino a Jonatan Alustiza (26) el día que el novicio se animó a contarle al cura que, durante su estadía en la sede del Instituto Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, ubicada en la ciudad de Puerto Santa Cruz, había sido abusado sexualmente por Nicolás Parma, también conocido como “Padre Felipe”.

Corría el año 2012 y, en ese momento, Alustiza tenía 17 años. Los abusos habían sucedido en 2009, cuando el joven apenas alcanzaba los 14 años. Dos meses después de contarle a Rosa Torino lo que le había sucedido, el cura salteño abusó de él tocándole los órganos genitales. Cuando entendió que nadie iba a alzar la voz para protegerlo, Jonatan Alustiza decidió escapar de la congregación. “Me fui corriendo”, explica.

El testimonio de Yair Gyurkovitz (25) -otro ex novicio e integrante del instituto religioso- es exactamente igual al de Alustiza. Entró a la congregación cuando tenía 14 años, vivió un tiempo en Salta y luego lo trasladaron a Puerto Santa Cruz, donde fue abusado por el sacerdote Nicolás Parma. De regreso a Salta, fue víctima de Rosa Torino. A diferencia de Alustiza, Gyurkovitz permaneció en el instituto y los abusos por parte del sacerdote sucedieron más de una vez.

Gyurkovitz fue el primero en denunciar penalmente a Rosa Torino por abuso sexual. Su testimonio fue el puntapié para la investigación que se inició el 17 de diciembre de 2015 y que, finalmente, llevará a juicio oral al sacerdote este viernes 25 de junio.

El instituto que fundó Rosa
El instituto que fundó Rosa Torino tiene sedes en México, Chile y España

Después de seis años de espera, por fin llegamos a juicio y esperemos también a una condena ejemplar. No solamente por lo que Rosa Torino ha hecho para con nosotros, sino por lo que ha hecho con muchas otras personas que no se animan a denunciar. Estamos cansados del encubrimiento de la Iglesia”. La que habla ahora es Valeria Zarza. Hoy tiene 48 años, es costurera y se dedica a pintar cuadros. Sin embargo, cuando tenía 23 supo ser “una mujer religiosa”, integrante del Instituto Discípulos de Jesús de San Juan Bautista en Salta.

La primera vez que escuchó hablar de situaciones de abuso, dice, fue en un retiro espiritual. Zarza consultó con Rosa Torino quien, luego de manifestar que se trataba de “difamaciones”, le habría pedido nombres. Poco después, a Zarza la enviaron a la sede que la congregación tenía en México. Allí, en una de las visitas que le hizo, Rosa Torino abusó sexualmente de ella “mediante el tocamiento en la cola y en el pecho”, según consta en la causa. Al igual que Jonatan Alustiza, pero en mayo de 2015, esta ex monja también huyó corriendo de la congregación.

Actualmente, los tres denunciantes integran la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico en Argentina.

LAS PERICIAS PSICOLÓGICAS DEL CURA

En Salta, una de las provincias que integran -junto con Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero- la región más católica del país, de acuerdo con la Segunda Encuesta sobre creencias y prácticas religiosas en Argentina realizada por el CEIL-CONICET, todavía hay quienes creen en la inocencia de Rosa Torino.

Desde septiembre de 2017, el
Desde septiembre de 2017, el cura se encuentra en arresto domiciliario a la espera del juicio en su contra

Las pericias psicológicas, sin embargo, no lo dejan en una buena posición. Según pudo saber Infobae, los informes hablan de un “desdoblamiento de la personalidad”, lo definen como “manipulador” y le adjudican “rasgos psicopáticos”.

La defensa de Rosa Torino la llevan adelante los abogados Humberto Oliver y Miguel Núñez Najle, quienes hablan de una “confabulación” en contra del cura. En videollamada con Infobae, los letrados sostienen que las tres denuncias por abuso sexual son “infundadas” y que “no tienen asidero jurídico”. “Vamos a probar su inocencia”, aseguran días antes del juicio.

Las audiencias se realizarán entre el viernes 25 de junio y el 8 de julio, fecha en que (si se logra cumplir con el cronograma) serán transmitidos los alegatos y el veredicto a través del canal institucional del Poder Judicial vía YouTube. La fiscal acusadora será Verónica Simesen de Bielke.

Rosa Torino está acusado de
Rosa Torino está acusado de abusar de dos novicios y una monja. Su defensa dice que el cura es inocente

En el requerimiento de elevación a juicio, la fiscal precisó: “El acusado se aprovechó de la manifiesta superioridad sobre las víctimas para hacerlas objeto de actos de inequívoco contenido sexual, con tocamientos en sus partes genitales en los casos de los denunciantes varones y mediante el tocamiento en la cola y en el pecho a la víctima mujer; actos libidinosos que se llevaron a cabo por el consentimiento viciado que se obtenía a través del referido prevalimiento, abusos que han producido necesariamente sufrimientos, malos recuerdos y una afección psíquica general en las víctimas, deviniendo así en el reproche penal mediante la presente acusación”.

De cara al juicio, Simesen de Bielke contó a Infobae que se esperan más de 40 testigos. Entre ellos, otras presuntas víctimas del sacerdote salteño que no formularon ninguna denuncia, peritos como psicólogos y psiquiatras e integrantes de la congregación Discípulos de Jesús de San Juan Bautista que fue disuelta, pero cuya rama femenina sigue funcionando.

Entre los elementos probatorios, contó la fiscal, se encuentran los resultados de las inspecciones oculares realizadas por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) sobre los inmuebles donde habrían ocurrido los hechos (con planimetría y tomas fotográficas), pericias sobre teléfonos celulares, un pendrive y DVD.

Creo que va a ser un caso emblemático. Es la primera causa contra un sacerdote que llega a juicio oral en la provincia de Salta”, apunta la fiscal, y explica que, paralelamente, los ex novicios también llevan adelante una denuncia contra Nicolás Parma, quien abusó sexualmente de ellos cuando fueron trasladados al Instituto Religioso Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, en Santa Cruz.

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