Abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte es la nueva imputación que pesa sobre el joven de 17 años acusado del salvaje crimen de Luciana Sequeira, la adolescente de la misma edad que fue encontrada cubierta de sangre y con convulsiones en una habitación de un hotel alojamiento de la pequeña localidad de Villa Atamisqui, en la provincia de Santiago del Estero.
El martes, el sospechoso -identificado como L.C.- debía ser indagado por la fiscal Vanina Aguilera, pero por consejo de sus abogados Carlos Ríos López, Oscar Chazarreta y José Agüero se negó a declarar luego de enterarse a través de videoconferencia de la nueva imputación en su contra. Por lo pronto, el joven permanecerá alojado en el Centro de Guarda, Custodia y Tratamiento de Adolescentes en Conflicto con la Ley, en la capital provincial.
Si bien la adolescente murió el jueves pasado tras agonizar durante tres días en el Hospital Regional de Santiago del Estero, todavía los resultados definitivos de la autopsia no se conocen, según confirman fuentes del caso. De hecho, la familia de Luciana esperaba conocer un informe preliminar ayer cuando se reunió con el fiscal general de la provincia, Luis Alberto de la Rúa, y las fiscales Aguilera y Erika Leguizamón, coordinadora de la Unidad de Abuso Sexual y Violencia Institucional, pero según comentó la abogada querellante, Nuria Kippes, en diálogo con Infobae, esto no ocurrió.
“Nos dijeron que van a hacer un informe definitivo de los cuatro médicos de la Junta que intervinieron. Uno de ellos es perito de parte”, reveló la letrada, quien aclaró que desde el Ministerio Público Fiscal se comprometieron a investigar todas las hipótesis que se manejan para esclarecer el femicidio. En el encuentro con los funcionarios, la mamá de Luciana y dos de sus hermanos aprovecharon para expresarle todas sus inquietudes y, sobre todo, su mayor temor: que la investigación se entorpezca en virtud de los vínculos que tiene el imputado en el pueblo. L.C. es hijo de un cabo de la Policía de Atamisqui y la familia tiene miedo de que el hecho quede impune.
“La familia le transmitió una serie de inquietudes. Le mencionaron, además, la posibilidad de otra persona que pudo haber estado en el hecho pero se comprometieron a investigar todas las hipótesis, no cerrarse en una sola teoría”, explicó Kippes.
Para la elaboración del informe final de la autopsia, la abogada asegura que fueron secuestrados el parte del médico policial y de los médicos que habían atendido en el Hospital Regional a Luciana luego de haber sido trasladada moribunda desde el albergue transitorio, ubicado en el barrio Lagunita Sur de Atamisqui. Esos informes parciales dieron cuenta de lo que se sabe que sufrió Luciana hasta el momento: cortes vaginales, quemaduras y hematomas en varias partes del cuerpo.
Hay otro elemento que inquieta a la familia de la joven. Uno de los exámenes que le hicieron a Luciana arrojó como resultado que al momento de su muerte estaba contagiada de COVID-19. Sin embargo, sobre este elemento pesan algunas dudas. Según explicó Kippes a Infobae, a la joven se le practicaron dos pruebas.
La primera fue la de antígenos, que arrojó un resultado negativo. Después, el PCR que le hicieron mostró que efectivamente estaba infectada con coronavirus. El temor de la familia es que esa segunda prueba haya sido manipulada con el objetivo de desviar la investigación e indicar que Sequiera murió producto de la enfermedad. En el MPF tomaron nota de las dudas y le ratificaron que van a investigar a fondo.
“Nosotros sabemos que Luciana murió por el shock hipervolémico por la abundante pérdida de sangre que sufrió. El hisopado al imputado dio negativo y a toda la familia de Luciana también. Hasta el momento de la muerte no presentó ningún síntoma. Por eso la familia insiste en que no tenía COVID”, agregó la abogada. Yolanda, la hermana de la víctima, insistió también en que el supuesto contagio “es un invento para tratar de exculpar a L.C.”.
Un elemento clave en la investigación, y que podría incluso agravar más todavía la imputación, es el tipo de relación que mantenían los jóvenes. En un principio apenas se sabía que L.C. y Luciana eran compañeros del último año del colegio secundario. La hermana, incluso, dijo a este medio que la adolescente jamás comentó nada acerca de que mantenía una relación. “Luciana era muy reservada. Nunca nos decía si tenía novio. Ella era muy estudiosa y sólo jugaba a la pelota”, indicó Yolanda apenas se supo lo ocurrido.
Sin embargo, desde hace aproximadamente tres meses los adolescentes intercambiaban mensajes. Es por eso que los investigadores creen que en esas comunicaciones podrían encontrar algunas pistas clave para reconstruir lo ocurrido en la habitación del hospedaje. Los teléfonos de ambos ya fueron secuestrados y todavía son sometidos a peritajes.
“Para establecer la relación que tenían es necesario el peritaje al celular. Vamos a estar a la espera de esa prueba. Para asegurar eso es necesario tener pruebas y eso es lo que nos va a acreditar qué tipo de relación tenían entre ellos”, agregó la abogada. Yolanda, por su parte, comentó que “al parecer eran noviecitos”, aunque no sabe mucho más que eso.
El crimen ocurrió el lunes 14 de junio después de que Luciana y su prima salieran en horas de la tarde para hacer algunas compras en un supermercado. De acuerdo con lo que declaró la familia, Sequeira le dijo que mientras ella estaba en el comercio, aprovecharía para sacar unas fotocopias que necesitaba para el colegio. Apenas iba a desviarse unas cuadras de su camino. Esa sería la última vez que la verían con vida. Desapareció misteriosamente. Lo próximo que supo la familia fue que Luciana estaba internada, en grave estado, luego de haber sido rescatada del hotel alojamiento.
Al principio se dijo que el dueño del hotel fue la persona que vio a la joven en el dormitorio después de que observara a L.C. salir solo del establecimiento. Sin embargo, más tarde el mismo hombre declaró que fue su esposa la que entró a la habitación y vio a la chica de 17 años en un estado lamentable. Estaba tirada en una cama, cubierta en sangre (mayormente en su zona genital), con convulsiones y con una almohada sobre la cara. Después llamaron a la ambulancia y a la Policía. Horas después, L.C. fue detenido.
“En la fiscalía hay una versión diferente sobre cómo fue que la encontraron a Luciana. Primero se dijo que la que la encuentra fue la señora del dueño del hotel alojamiento porque estaban juntos. Por eso vamos a tratar de ser reservados a la espera de una mayor información sobre qué fue lo que declararon”, dijo Kippes. El resultado de la autopsia, según le aseguraron, estará listo en los próximos días.
La defensa, por su parte, adelantó a medios locales que solicitarán testimonios de los amigos de la víctima, un informe socioambiental, historia clínica, una autopsia psicológica e informes de mensajes de WhatsApp y registro de llamadas entre los dos jóvenes. Mientras, este miércoles en la tarde se hará una nueva marcha en la plaza central de Villa Atamisqui para reclamar justicia por el crimen.
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