La calle Cabrera al 1100, en la localidad bonaerense de San Justo, La Matanza, fue escenario de un violento asalto que por muy poco termina en tragedia: al menos cuatro delincuentes armados abordaron a una mujer y su pequeño hijo cuando estaban por salir de casa en el auto, los amenazaron, les dispararon y en segundos se llevaron el vehículo. En medio de la dramática secuencia, la mamá le rogó a los ladrones que le dejaran bajar al chico del auto y, como pudo, evitó que se lo llevaran.
Todo ocurrió ayer, minutos antes de las 8 de la mañana, cuando Jimena se disponía a llevar a su nene al jardín. Salieron de casa, lo subió al menor en el asiento trasero de su auto Chevrolet Onix de color gris y luego ella se acomodó para irse. De repente, en escena apareció otro vehículo del mismo color que luego de pasar frente a ellos, dio marcha atrás y se detuvo a menos de dos metros.
De ese auto descendieron tres hombres armados, de los cuales dos abordaron a la madre y su hijo y, sin mediar palabra, le dispararon al vidrio del lado del conductor mientras el vehículo avanzaba algunos centímetros. Es decir, le dispararon a Jimena casi a quemarropa. La mujer apenas pudo agacharse mientras los delincuentes la amenazaban para que se bajara y les diera el vehículo. En medio de los nervios, la mujer pudo bajarse y únicamente les pidió a los delincuentes que le permitieran bajar al pequeño que apenas entendía qué estaba pasando.
Pero no fue fácil convencerlos. Al ver que el robo tardaba más de lo pensado, no accedieron de entrada a que la dueña del auto bajara a su hijo. Querían irse cuanto antes. Sin embargo, Jimena logró destrabar la puerta trasera y sin importarle las intenciones de la banda, sacó a su hijo del auto y se alejó lo que más pudo. Con el camino libre, los delincuentes finalmente huyeron no sin antes arrancarle la cartera a la mujer.
“Uno bajó directamente y disparó. Siento el disparo en el vidrio y por eso me agacho dentro del auto del miedo que me dio. Después me reincorporo porque se me abalanzaron hasta la ventanilla y me dicen ‘bajá, bajá, bajá’. Yo tenía el auto todo trabado. Bajo, le digo ‘dejame bajar al nene’. Ellos se miraron como diciendo ‘qué hacemos’. Yo meto la mano de la parte de adelante para poder abrir la puerta de atrás y poder sacar al nene. Lo arranco prácticamente y me corro hacia atrás”, indicó la mujer en diálogo con Telenueve.
Toda la secuencia quedó registrada por la cámara de seguridad de un vecino, que luego de que los delincuentes escaparan, asistió a las víctimas. En su relato, Jimena admitió que actuó sin pensar en las consecuencias. Es que al ver que los delincuentes no accedían a dejarla bajar al nene del Chevrolet Onix, tomó la decisión por su cuenta de llevárselo.
“Dispararon hacia mi lado pero no vi exactamente dónde pego el tiro porque me agaché por miedo a que me entre el disparo. Sin pensarlo metí la mano para sacar al nene porque no me querían dejar. Pudo haber pasado algo peor pero necesitaba bajar a mi hijo del auto. No sabía qué hacer. Yo estaba en bajada, era poner primera e irme. Atiné a hacer eso pero dispararon y no me di cuenta del riesgo que corría. Fue inercia lo que hice. No pensé en mí, pensé todo el tiempo en el nene. El tiro estuvo muy cerca y pudo matarme”, continuó la mujer en su relato.
En medio de la secuencia, cuando ya estaban por llevarse el auto uno de los ladrones le exige a la madre que le diera el celular. En ese momento y pese a la tensión de la secuencia, Jimena le habló con cierta ironía al delincuente. “Me causó gracia cuando me dijo ‘dame el celular’. Le dije, ‘pero te estás llevando el auto y ¿me pedís el celular?. Ahí es cuando me arrancó la cartera. Por suerte no pasó a mayores”, contó.
Casi 12 horas después del robo, desde la Policía de la Provincia de Buenos Aires les comunicaron que Chevrolet Onix fue encontrado en perfecto estado en la localidad de Virrey del Pino, también en el partido de La Matanza. Sólo le faltaba la patente de la parte delantera.
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