La Policía Bonaerense detuvo en las últimas a Juan Delgado, el hombre acusado de balear en el rostro al novio de su ex pareja en mayo pasado. El arresto se concretó en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, partido de La Matanza. El hombre quedó a cargo del fiscal del caso, Fernando Quiroga, titular de la UFI N° 11 de ese distrito, quien imputó a Delgado por tentativa de homicidio.
El hecho por el que se lo acusa ocurrió el 31 de mayo pasado y quedó filmado por un celular. Allí se observa a Delgado colgado de la ventanilla de un auto en movimiento. El conductor era Carlos David Rodríguez, albañil de 47 años y novio de la ex pareja de Delgado.
Entonces, Delgado comenzó un forcejeo con Rodríguez hasta que tomó un revólver, le disparó en la cara y escapó. El violento hecho se trataba de un capítulo más, casi fatal, de una historia de celos enfermizos y ataques sistemáticos por parte del tirador. Así, Rodríguez recibió un disparo en la cara que luego impactó en su brazo. En dos años, según fuentes que conocen directamente el caso, ya recibió cuatro de estos ataques que incluyeron golpizas y balaceras contra su casa.
Según amigos de la pareja, este fue el cuarto ataque que reciben en dos años. “Delgado está obsesionado con ellos. Sobre todo con él. No los deja vivir de los celos que le tiene. Ya hicieron varias denuncias pero nadie les da bola. El tema es que el tipo va a seguir hasta que lo atrapen. La custodia compartida de la nena es también un problema”, explica un vecino que conoce la situación.
El primer hecho de violencia se dio cuando Rodríguez se dirigía caminando a una casa para realizar un trabajo de albañilería y fue interceptado por Delgado que primero lo empujó contra una pared y luego comenzó a golpearlo. Tenía una manopla que le sirvió como arma para desfigurarlo. Según los padres de la víctima, se hizo la denuncia correspondiente pero “nadie hizo nada”.
El año pasado se registraron dos hechos aún más graves. Un fin de semana por la tarde, cuando Carlos, Verónica y su hija estaban en su casa, también en Rafael Castillo, escucharon detonaciones. Debieron arrojarse al piso. Cuando todo se calmó salieron a la puerta y vieron el frente de la vivienda con al menos 8 impactos de bala que la Policía estimó que se trataba de un revólver calibre 38. No dudaron en adjudicarle el ataque a Delgado.
Pocos meses después se dio una situación parecida. Rodríguez estaba sentado en la puerta de su casa cuando un auto paró enfrente. No reconoció el vehículo pero sí a quien se asomó por la ventanilla del acompañante. Era Delgado con otro revólver que directamente le tiró a matar. Carlos Rodríguez alcanzó a tirarse al piso y salvó su vida. El disparo quedó incrustado en una pared.
Tanto la familia de las víctimas como los vecinos aseguran que ante cada uno de los ataques se llamó al 911 y se hizo la denuncia correspondiente. “En el barrio todos tenemos miedo. Es un tipo que anda suelto con un arma y dispuesto a todo. No vive muy lejos de acá, pero cuando la policía fue a buscarlo obvio que no estaba. No se le conoce ningún trabajo. Siempre se lo relacionó con la venta de droga a los pibes de la calle”, señala un vecino.
De este modo fue alojado en un calabozo a la espera de ser llamado declarar por el fiscal Quiroga.
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