A pesar de las restricciones sanitarias vigentes por la pandemia, y de cara a los 90 mil fallecidos por COVID-19, el bar “Post Street” de Palermo organizó una fiesta donde reunió más de un centenar de personas.
El episodio sucedió durante la noche del domingo 20 de junio. A partir de una investigación del Cuerpo de Investigaciones Judiciales y de la Policía de la Ciudad, se tomó conocimiento de que en un bar de la calle Thames al 1800 se convocaba a un evento que publicitaba la concurrencia de DJ’s e invitaba a bailar, aunque está prohibido por decreto.
La Fiscalía Penal Contravencional y de Falta 8, en turno, solicitó al Centro de Información Judicial la coordinación de un procedimiento de inspección en el lugar, a fin de verificar el cumplimiento de los protocolos sanitarios vigentes de prevención por COVID-19 y la posible comisión de conductas contravencionales.
Según pudo saber Infobae, al llegar al lugar, los efectivos subieron hasta la terraza, donde encontraron cerca de 110 personas en un espacio estimado de 90 metros cuadrados, violando de esta forma las normativas vigentes respecto al COVID-19.
En ese contexto, la Dirección General de Fiscalización y Control procedió a la clausura inmediata y preventiva del local por los motivos mencionados y por no tener habilitación para funcionar como casa de fiestas privadas.
El fiscal a cargo dispuso labrar actuaciones al responsable del local por infracción al Artículo 205 del Código Penal, notificarlo de los derechos que le asisten y de su comparendo el día miércoles 23 de junio a los efectos procesales de rigor. Asimismo, dispuso la clausura judicial del local a los efectos del inmediato cese de la actividad y el desalojo pertinente.
A principios de abril, cuando el Gobierno dispuso las nuevas restricciones para frenar la cantidad de contagios de coronavirus, solo en la Ciudad de Buenos Aires se clausuraron cinco establecimientos por incumplir horarios y aforo dentro de los salones.
En en ese momento, los patrullajes estuvieron centrados en zonas como Puerto Madero, Palermo Hollywood, Plaza Serrano, San Telmo, Avenida Corrientes y Plaza Dorrego, entre otros, que es donde se concentra más del 80% de la actividad gastronómica de la Ciudad.
En Río Tercero, Cordoba, los participantes de fiestas clandestinas comenzaron a realizar trabajos comunitarios. Se trata de una iniciativa de la intendencia local y consiste en tareas como barrido de veredas, arreglos de plazas y recepción de vecinos en el vacunatorio.
Debido a las constantes fiestas en la ciudad, el intendente de la ciudad cordobesa, Marcos Ferrer (UCR), resolvió extender la norma a las fiestas clandestinas y dar lugar a la posibilidad de tareas comunitarias para quienes participen de eventos clandestinos. En consecuencia, los infractores pueden optar por abonar la multa o permutar por esta clase de trabajos.
Hace aproximadamente diez días, siete adolescentes que participaron en una fiesta ilegal reciente ya optaron por las tareas comunitarias, que son asignadas por el Departamento de Recursos Humanos. Los jóvenes se ocuparon del barrido de veredas, de arreglos de plazas y de la recepción de vecinos en el vacunatorio. Otros pintaron los cordones cuneta de la ciudad. Todo en plazos de entre 10 y 15 horas de trabajo, divididos hasta en siete jornadas.
Ferrer detalló que la norma legal establece que la imputabilidad alcanza a los mayores de 16 años, y que en el caso de las infracciones cometidas por los menores de 16 la responsabilidad del cumplimiento de las sanciones recae sobre los padres, tutores y representantes legales.
“Hay buena aceptación de los padres y de gran parte de la sociedad hasta el momento”, destacó.
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