La profesora de yoga argentina de 43 años identificada como Andrea Panini, que era intensamente buscada por la Interpol luego de desaparecer de su casa en Uruguay cuando se dirigía a denunciar a su ex pareja por violencia de género, fue encontrada este viernes en buen estado de salud “en la casa de una amiga”, en la provincia de Córdoba.
Así lo confirmó durante una conferencia de prensa el ministro del Interior del país vecino, Luis Alberto Heber, quien señaló que las autoridades aún desconocen cómo hizo la mujer para cruzar la frontera, “cómo se trasladó y cuáles fueron los motivos que llevaron” a hacerlo.
El funcionario resaltó “la confianza” que hay en la policía uruguaya, que durante varios días estuvo “rastrillando y buscando todo tipo de elementos que pudieran ubicar a esta persona”, y destacó “el trabajo coordinado con la fiscal que dirigió la investigación, que continúa”.
Además, destacó “la tenacidad, el trabajo silencioso, reservado” de los efectivos de seguridad que lograron determinar que Panini se encuentra “en estos momentos en Córdoba, en la casa de una amiga”.
“Fueron ocho días de un gran despliegue policial para alguien que se fue por su propia voluntad a la Argentina. Lamentablemente en el país sigue habiendo personas ausentes, que requieren de la Policía. Lamentamos que todo este esfuerzo que hizo la Policía en donde no estaba más que ausente por su propia voluntad”, agregó el ministro.
La mujer, que desde hace años reside en Uruguay, había desaparecido el jueves 10 de junio por la tarde, en la ciudad de Canelones. El temor de su familia y allegados era muy grande, ya que la propia Panini había presentado una denuncia contra una ex pareja por violencia de género y contaba con un dispositivo electrónico de monitoreo por cuestiones de seguridad.
La profesora de yoga se encontraba desaparecida desde aquel día, por la mañana, cuando debía acudir a un juzgado para entregar unos papeles que le había otorgado su abogado.
“Mi hermana se fue cerca de las 11:30 al juzgado de Atlántida y a partir de allí no se supo más nada. Ella iba a volver a las 15 a su casa, se lo dijo a su hijo y a su vecino, que era el que cuidaba al chico. Nunca llegó a la casa, eso es lo que sabemos nosotros”, explicó su hermana Paula, en declaraciones al canal TN.
Lo que continuó a esa desaparición fue una seguidilla de desencuentros y falta de articulación entre el círculo cercano a la profesora desaparecida y las autoridades policiales de Uruguay.
Según denunció la hermana, en un primer momento la Justicia del país oriental no le brindó precisiones a la familia sobre si la mujer llegó a entregar los documentos en el juzgado de Atlántida o no.
“Mi hermana es instructora de yoga. Es una chica súper sana, una madraza con su hijo, muy buena amiga. Por eso, todos los rastrillajes que se están haciendo ahora son autoconvocados. No estamos viendo a la policía trabajar rápido con la urgencia que tiene este caso”, se lamentó Paula Panini.
Según informaron medios locales, la ex pareja también fue hallada e indagada por autoridades policiales. Ante las autoridades, declaró no tener idea de dónde se encontraba la mujer de 43 años.
Debido a la dificultad para conseguir avances en la búsqueda, el departamento policial de Canelones le pidió ayuda a organismos internacionales y así fue como se les dio intervención a agentes de la Interpol, que ya habían empezado a trabajar en el caso.
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