Cayó una feroz banda de delincuentes que operaba con el jefe dando directivas desde la cárcel

Estaba integrada por cuatro hombres y dos mujeres que eran dirigidos por un detenido en el penal de Barker. Se dedicaban a la piratería del asfalto, entraderas y salideras bancarias en la zona metropolitana de Buenos Aires

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Cuatro hombres y dos mujeres fueron detenidos en siete allanamientos

El 6 de febrero pasado una pareja fue asaltada en un cajero automático del Banco Galicia ubicado en la Facultad de Ciencias Económicas. Un grupo de delincuentes armados los sorprendió mientras realizaban una operación y les robó el dinero en efectivo que tenían y sus celulares. En el caso intervino la jueza Alejandra Provitola y su equipo, cuya investigación reveló tiempo después que detrás de ese asalto había una importante organización comandada por un preso, involucrada en diferentes episodios delictivos en la zona metropolitana de Buenos Aires y que fue desbaratada en las últimas horas.

Ayer, la División de Investigación del Robo Organizado de la Policía Federal realizó siete allanamientos en simultáneo y detuvo a cuatro hombres, de 20, 44, 38 y 48 años; y dos mujeres, de 35 y 37 años. Los seis están acusado de integrar la banda criminal que era liderada por Daniel Esteban Fontana, desde hace un tiempo detenido en el Complejo Penitenciario de la Unidad N° 37 de la localidad bonaerense de Barker, en el marco de una causa por robo agravado por el uso de arma de fuego.

Una de las armas secuestradas
Una de las armas secuestradas en los operativos

Según la investigación de la jueva Provitola, desde el penal Fontana daba las órdenes para que sus cómplices realicen los robos y le envíen su parte del botín. Tras identificar a los sospechosos mediante el relevamiento de cámaras y otras tareas de campo, las escuchas telefónicas establecieron la dinámica de la organización, los roles de cada miembro y la pluralidad de delitos que cometían: se dedicaban a la piratería del asfalto, a entraderas, a salideras bancarias. También asaltaban comercios y realizaban robos piraña, como en el caso de la pareja víctima en el cajero, siempre en el ámbito de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, sin un lugar predilecto.

Las escuchas además revelaron las negociaciones de los imputados para comprar armas de fuego y municiones a balas. Y señalaron a un octavo integrante que ya había sido detenido el 1 de abril de este año en San Isidro, por robo agravado por uso de armas. Ese imputado, de 47 años, hoy en día está alojado en una celda de la Comisaria 5ta de Beccar.

Los allanamientos fueron en Dock
Los allanamientos fueron en Dock Sud, Avellaneda, Lomas de Zamora y Lanús Oeste

Con toda la información obtenida, la jueza Provítola, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 6, autorizó los allanamientos que tuvieron lugar en dos domicilios de Avellaneda, otros dos en Dock Sud, uno en Lomas de Zamora y el restante en Lanús Oeste, además de la requisa en la cárcel de Barker.

En los operativos, los agentes federales secuestraron un revólver calibre .38, una caja con 20 proyectiles del mismo calibre, una pistola 9 milímetros, 32 municiones del mismo calibre, cuatro trunkings similares a los utilizados por fuerzas de seguridad, porta cargadores, correajes policiales, ocho teléfonos celulares y una moto. A Fontana, por su parte, se le incautó el teléfono celular (y dos tarjetas SIM) con el que realizaba las llamadas para organizar los robos y documentación relacionada con las visitas recibidas.

La banda delictiva realizaba robos
La banda delictiva realizaba robos con distintas modalidades

En una de las viviendas allanadas en Dock Sud hubo además un elemento secuestrado que llamó la atención de los investigadores: allí, en la casa del detenido de 44 años, encontraron un recorte de un diario con la noticia del robo de medio millón de pesos por parte de un grupo comando. “Lo atesoraba como prueba de los delitos cometidos”, dijo una fuente del caso.

Los seis arrestados serán indagados en los próximos días. La menor de las dos mujeres capturadas además deberá responder por otra causa, ya que tenía un pedido de captura vigente dispuesto por el Juzgado de Garantías Nº 4 de San Isidro en febrero del año pasado por extorsión en grado de tentativa.

Los investigadores también contaron con el apoyo de la Auditoria de Asuntos Internos del Servicio Penitenciario Bonaerense, que realizó varias requisas al cabecilla de la organización y le secuestró el celular. También entregaron documentación sobre las visitas que recibía.

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