Pocos días después de cumplirse tres meses exactos de la desaparición de Tehuel de la Torre, la búsqueda de rastros o indicios sobre su paradero continúa.
Desde este martes por la mañana, según confirmaron fuentes policiales a Infobae, efectivos de distintas fuerzas iniciaron un operativo conjunto en un chiquero cercano a la laguna Tacurú en el barrio La Esperanza, en la localidad bonaerense de Alejandro Korn, con perros rastreadores, buzos tácticos y drones para establecer referencias de rastrillajes anteriores.
La fiscal Karina Guyot, que investiga el caso, y los familiares del joven que fue visto por última vez el 11 de marzo pasado, presencian desde temprano el operativo que hasta pasado el mediodía del martes arrojó resultado negativo. Se llegó allí luego del testimonio de vecinos que indicaron que observaron a uno de los acusados arrojar una bolsa negra de plástico en esa zona, según información de Télam. Un investigador precisó a dicha agencia que una de las hipótesis es que el joven trans fue asesinado y que sus restos fueran dejados en esos sitios para hacerlos desaparecer.
El rastrillaje, que comenzó en el chiquero ubicado sobre la calle Falucho entre Castelar y Álzaga, es llevado a cabo en distintas áreas del terreno por el personal de la DDI de La Plata, la Sub DDI de San Vicente y Bomberos, buzos tácticos de la Brigada Especial Federal de Rescate, la Gendarmería Nacional y agentes de la Unidad de Criminalística móvil de la Policía Federal Argentina.
También asisten el operativo especialistas en antropología forense, la Subsecretaría de Gestión del Riesgo y Protección Civil del Ministerio de Seguridad de la Nación y el Comando Único de Operaciones de Bomberos Voluntarios (CUO).
La división Canes de Bomberos de la PFA ya había sido citada por la fiscal Guyot en operativos anteriores -en los predios que la CEAMSE posee en la localidad de José León Suárez y San Vicente- específicamente para proveer perros entrenados para encontrar restos humanos. Los recursos dispuestos y las locaciones de los operativos recientes responden a una de las principales hipótesis desde el inicio de la investigación: que los dos acusados -detenidos y asociados en un aparente pacto de silencio- asesinaron a Tehuel y arrojaron su cuerpo a la basura.
Tanto Luis Alberto Ramos, con antecedentes por delitos violentos, como su amigo, el chatarrero Oscar Montes, se negaron a declarar ante la fiscal Guyot. Su silencio solo suma más sospechas y continúan los operativos en lagunas próximas al lugar de su desaparición, excavaciones en terrenos cercanos y se ofreció incluso una recompensa de dos millones de pesos para quien aportara un dato certero.
La semana pasada, la fiscal Guyot le solicitó además colaboración del juez de Garantías N° 8 de Caleta Olivia, Martín Miguel Risso, para el despliegue de un operativo de difusión en la localidad santacruceña, con carteles con imágenes de Tehuel y datos correspondientes a la recompensa en comercios y medios de comunicación de la zona, luego de que una mujer local declarara que “creyó” haberlo visto.
Poco antes, otro testimonio en la causa indicó que en la casa de la madre del detenido Ramos, en el partido de Avellaneda, podría haber “una mochila con un celular de Tehuel”. Con ese dato, la fiscal ordenó allanamientos en los que efectivos de la DDI de La Plata encontraron dos billeteras, dos celulares y dos mochilas que serán peritados.
Las pruebas incriminan a Ramos y a Montes gravemente: un celular que intentaron destruir contiene una foto donde se ve a Tehuel junto a los imputados el mismo 11 de marzo de este año.
Los familiares de Tehuel señalaron desde el primer día que Ramos citó al joven a su casilla para ofrecerle un supuesto trabajo que no existía. El acusado declaró en indagatoria que efectivamente se encontraron a las 16:30 del 11 de marzo pero que a las pocas horas Tehuel se fue y nunca más lo vio. El análisis de las antenas de los celulares descubrió que mentía. La víctima permaneció con Ramos en su casa hasta, al menos, las doce de la noche de ese día.
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