Ángel “Pato” Cabrera fue trasladado a la cárcel cordobesa de Bouwer a la espera del juicio en su contra

Permaneció prófugo de la Justicia argentina durante varios meses escondido en Estados Unidos. Luego llegó a Brasil clandestinamente en un vuelo de línea el 31 de diciembre pasado. A pesar de que pesaba sobre su cabeza una alerta roja de Interpol, logró pasar todos los controles e ingresar a tierra brasileña. Se escondió durante 14 días en Leblon, un distinguido barrio del sur de Río de Janeiro, hasta que finalmente fue detenido

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La llegada de Cabrera a
La llegada de Cabrera a Córdoba

Luego de ser extraditado de Brasil, acusado de múltiples causas de violencia de género contra sus ex parejas, el golfista multicampeón Ángel “Pato” Cabrera fue alojado en una celda en Iguazú, Misiones. Esta tarde fue trasladado en un avión de la Policía Federal a Córdoba y fue depositado en la cárcel de Bouwer a la espera del juicio en su contra que comenzará en julio.

Este jueves Cabrera rompió el silencio. Desde el lugar donde está detenido, dijo que mediáticamente lo trataron con “saña y bronca” al punto de crear “un monstruo” con su figura, que la situación que atraviesa le afectó la salud, y sostuvo que “es totalmente inocente” respecto de las denuncias que tiene en su contra por amenazas, maltratos y hostigamientos a sus antiguas parejas.

“Es un momento bastante difícil y nunca imaginé estar pasando por esto. La pasé bastante mal en estos cinco meses, me compliqué de salud y físicamente, cada vez tenía más miedo y no estaba cómodo”, contó el reconocido deportista en una entrevista con El Doce TV.

Y, tras ser consultado sobre la repercusión del caso, consideró: “La verdad crearon un monstruo del Pato Cabrera, porque al que le pegaron este tiempo fue al Pato, de Ángel Cabrera nadie dijo nada”. En esa línea, aseguró que “no sabía” que “le tenían tanta saña y bronca”.

El golfista siendo trasladado a
El golfista siendo trasladado a la cárcel en Córdoba

Cabrera aguarda el inicio de dos juicios orales que están por comenzar y donde deberá responder por la violencia cometida contra sus ex parejas. La primera en denunciarlo fue S.R., ex esposa y madre de sus dos hijos, que radicó una denuncia en la fiscalía de Violencia Familiar de Córdoba por amenazas. En el mismo sentido, M.E., con quien estuvo en pareja dos años, hizo otra presentación por amenazas y coacción.

La otra mujer que también lo demandó fue la agente policial C.T.M., quien estuvo en pareja con Cabrera durante tres años. En sus declaraciones testimoniales de 2016 relató que su entonces novio la atacó a golpes de puño e, incluso, intentó atropellarla con una camioneta. Luego, el deportista de élite sumó cuatro causas más porque supuestamente siguió amenazándola, a pesar de que el juez había impuesto una prohibición de contacto.

Cabrera, que permaneció prófugo de la Justicia argentina durante varios meses escondido en Estados Unidos, llegó a Brasil clandestinamente en un vuelo de línea el 31 de diciembre pasado. A pesar de que pesaba sobre su cabeza una alerta roja de Interpol, logró pasar todos los controles e ingresar a tierra brasileña. Permaneció escondido durante 14 días en Leblon, un distinguido barrio del sur de Río de Janeiro, hasta que finalmente fue detenido y enviado a la cárcel federal Plácido de Sá Carvalho.

Sin embargo, el golfista justificó su salida de Argentina asegurando que no sabía que tenía que pedir una autorización: “De Córdoba me alquilé un auto y fui hasta Ezeiza porque no había vuelos. Ahí tomé un vuelo de línea a Miami y viajé en clase turista, algo que no hago desde hace 20 años. Me fui normalmente a trabajar, como hice toda mi vida”.

“En ningún momento me escapé del país y todos sabían dónde estaba: jugando torneos en Estados Unidos. Yo no estaba escondido en una playa para que no me vieran, estaba trabajando”, agregó.

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