“Voy a declarar porque soy inocente”. Así comenzó su indagatoria Patricio Reynoso, el hombre de 32 años acusado de asesinar a su novia, Pilar Riesco, de 21, en marzo del año pasado, arrojándola por el balcón del departamento que compartían en el cuarto piso de un edificio de Nueva Pompeya. Luego de haber permanecido prófugo durante casi 70 días, el acusado ratificó su versión de los hechos: que la víctima se suicidó arrojándose al vacío luego de una pelea de pareja. La jueza y el fiscal no le creen. Está acusado de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber mediado violencia de género, un delito que prevé prisión perpetua.
Reynoso decidió entregarse ayer al mediodía en la división Homicidios de la Policía de la Ciudad. Su condición de prófugo, que incluía una alerta roja de Interpol, se le hizo insostenible y su abogado, Andrés Rabinovich, pactó la entrega. Casi 24 horas después, se sentó frente a una computadora en su lugar de detención y habló ante la justicia vía Zoom. Sus palabras quedaron grabadas y anexadas al expediente en un video al que pudo acceder Infobae.
El 15 de marzo de 2020, Pilar Riesco murió al caer del balcón del departamento ubicado en el cuarto piso de Alagón 305, en el que vivía con Reynoso, en Nueva Pompeya. Fue trasladada en grave estado al Hospital Penna, pero ya no había nada que hacer. Desde entonces, la Justicia investiga si la joven cayó en medio de un forcejeo con su pareja o si se suicidó. Su novio fue detenido y, posteriormente, excarcelado. La causa tramita ante el Juzgado Criminal y Correccional Nº 51, a cargo de la Dra. Graciela Angulo de Quinn, e interviene el fiscal Martín López Perrando.
A pesar de las dudas iniciales de la Justicia, a finales de marzo de este año la jueza decidió imputarlo por homicidio. También ordenó su captura, aunque cuando fueron a buscarlo ya no estaba en el departamento. Reynoso vivía en el mismo lugar donde Pilar había muerto. Desde ese entonces se mantuvo prófugo hasta ayer.
Desde una computadora, Reynoso explicó detalladamente su versión de lo que pasó aquel fatídico día. El relato comienza desde el momento en que el acusado llega esa mañana al departamento, luego de haber salido a bailar toda la noche.
“Vuelvo a ratificar que cuando llego a mi departamento, ella ya estaba esperándome. Enojada porque había visto algo en Instagram. Yo le dije que en ese momento no quería discutir y me fui a dormir. Ella seguramente me revisó todo el teléfono”, comenzó su relato.
“Amanecí al mediodía con un golpe de ella. Diciéndome por qué tenía tal cosa en el teléfono, tal otra. Discutimos y la convenzo de parar y pedimos comida en McDonalds desde su teléfono. Después vemos algo en Netflix y ella vuelve a pedirme el teléfono y ahí es donde vuelve la pelea. Todo en el ámbito de la habitación y la cocina”, explicó sobre lo que sería el comienzo de la pelea que habrían mantenido y desencadenó en la muerte de Pilar.
“Quiero aclarar que para que haya una pelea tiene que haber dos y donde los dos impartan golpes y en este caso no fue así. Yo lo que hacía era retener los golpes que ella me proporcionó en ese momento. La primera vez ella se tira encima mío y me pega y yo la agarro de las manos para quitármela de encima. La segunda vez lo mismo, solamente que ella viene con una cadena de mi perro, me enrosca el cuello y yo con la mano derecha sí la agarró del cuello y con la izquierda la vuelvo a sacar de encima y eso solo sucedió entre la habitación y la cocina. La pelea no excede esos lugares”, continuó.
La referencia de Reynoso al cuello de Pilar tiene que ver con lo que señaló la autopsia. Allí se detectaron lesiones compatibles con un ahorcamiento. Es una de las pruebas que fueron valoradas por la jueza para imputar el homicidio.
Luego, el detenido continuó el relato minucioso de la supuesta pelea que el asegura que existió en el departamento: “Ella me revolea un cuadro y es ahí donde yo recibo un corte pequeño en la nariz y voy al baño. Ella se acerca y me dice si no me importaba no verla más o que ella no esté más en mi vida y yo le respondo que haga lo que quiera”.
Durante toda su alocución Reynoso repite en más de una oportunidad que la discusión se dio entre el baño y la habitación y no cerca del balcón.
“Ella sale del baño y se dirige al balcón. Yo me asomo y ella, a paso firme, pasa una pierna, pasa la otra y yo quedó paralizado por la reacción que tiene y le pregunto qué hace. Le grito qué hacía. Ella se agarra y queda sostenida de la baranda y se suelta”, explicó al final de su indagatoria y antes de escuchar las pocas preguntas que le hicieron tanto la jueza como la fiscalía, que apuntaron a dilucidar que hizo los segundos posteriores a la muerte de Pilar.
Para la justicia hay pruebas que contradicen este relato. En el balcón no se encontraron huellas de la joven de 21 años en la baranda. La jueza y el fiscal creen que si se hubiese trepado debería haber quedado algún tipo de rastro. Además, las marcas en el cuello y los signos de defensa fueron valorados contra Reynoso.
Todavía no está decidido donde quedará alojado Patricio Reynoso mientras avanza el proceso, aunque todo indica que será enviado a algún complejo carcelario dependiente del servicio penitenciario federal.
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