Lo mataron cerca de las diez de la noche del miércoles 2 de junio frente a un edificio de la calle Bartolomé Mitre al 2400, en la intersección con Azcuénaga, a metros de la iglesia de San Expedito. Estaba llegando a su domicilio junto a su pareja y unos amigos en el barrio porteño de Balvanera: se habían encontrado para cenar. Se llamaba Francisco Junior Mayhua Fitzmaurice, era de nacionalidad peruana y tenía 25 años cuando fue acribillado a sangre fría por al menos cinco disparos.
El fallecimiento fue constatado por una médica del Sistema de Atención de Emergencias Médicas (SAME) a las 22:22. El asesinato quedó registrado por dos cámaras de seguridad de un comercio de la cuadra. En las filmaciones se constata que la víctima caminaba y dialogaba con un joven vestido con un buzo oscuro y con su cabeza tapada por una capucha, quien extrae de entre sus prendas una pistola, le dispara y se va. Los testigos informaron que el agresor se fugó en taxi.
La Fiscalía en lo Criminal y Correccional 51, a cargo de Dora Olivieri, ordenó la presencia de la Unidad Criminalística Móvil y dar intervención a la División Homicidios de la Policía de la Ciudad. También arribó al lugar del crimen un psicólogo del Gabinete 911 para brindar contención al grupo que acompañaba a la víctima. Los primeros indicios sugerían que el asesinato suponía un ajuste de cuentas.
Bernardo, el dueño de la juguetería que con sus cámaras grabó el crimen, contó que se enteró del hecho media hora después del hecho y al revisar el documento en su archivo hallo a un hombre tirado en el piso. Dijo: “Ellos venían los dos juntos, fue inexplicable lo que pasó, sacó fríamente el arma. Se ve que no se lo esperaba. Se vio que venían hablando tranquilos”. A su vez, agradeció que la víctima en ese momento se encontrara solo y ratificó que no conoce a la persona que vivía en esa cuadra ni al victimario.
Cuatro días después del crimen, detuvieron a un adolescente de 15 años acusado de asesinar al joven peruano. El sospechoso fue aprehendido en localidad bonaerense de Tapiales, partido de La Matanza, en la provincia de Buenos Aires: estaba oculto en las inmediaciones del supermercado Coto. Mañana lunes será trasladado a sede judicial donde será indagado por el delito de “homicidio”. La investigación la comandó la División Homicidios de la Policía de la Ciudad y por el Juzgado Nacional de Menores 1 a cargo de Cristian Von Leers, Secretaría 1 de Juan Manuel Vidal.
La teoría del ajuste de cuentas quedó descartada, según informa la agencia Télam, con la identificación del único sospechoso y a través de los testimonios y las conexiones que trazaron desde el entorno de la víctima. Ahora los investigadores de la División Homicidios consideran que el móvil está relacionada a un conflicto de parejas entre la víctima y el acusado de asesinato.
“Es un problema entre sus parejas. El lunes se pelearon y de ahí derivó todo”, le dijo a Télam uno de los detectives de la Policía de la Ciudad. Los agentes evalúan si el ahora detenido utilizó un revólver que podría ser calibre 22 o 32, como arma homicida, dado que en la escena del crimen no se hallaron vainas servidas.
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