El modus operandi se repite con frecuencia en la zona de Saavedra y las denuncias se acumulan en la fiscalía de José María Campagnoli, con jurisdicción en el barrio. Una persona que quiere vender su celular es contactada por un perfil Facebook falso con nombre de mujer, se lo cita en una esquina cercana al barrio Mitre. Cuando el vendedor llega, el comprador es asaltado por un delincuente que busca directamente el teléfono.
En esa trampa cayó un oficial de la policía de la Ciudad el lunes por la noche cerca de las 19 cuando llegó a la calle Superí al 4200 vestido de civil. Allí, apareció un delincuente que directamente le pidió el celular que había vendido en las redes sociales a 150 mil pesos. Cuando el efectivo se identificó comenzó una balacera que terminó con el ladrón de 29 años muerto con dos disparos en el cuerpo. Si bien se abrió una investigación a cargo del fiscal Campagnoli y el secretario Manuel Espinal, la jueza Elizabeth Alejandra Paisan ordenó que el efectivo quede libre.
El policía, que se desempeña en la División Operaciones Urbanas de Contención de Actividades Deportivas de la Policía de la Ciudad, había puesto a la venta su celular modelo Galaxy S21 hacía unos días a través de la plataforma Marketplace de Facebook. El fin de semana se contactaron con él desde una cuenta con fotos de una mujer e identificada como “Camila Pérez”. Luego de algunos mensajes privados en los que pactaban el precio quedaron en encontrarse en una esquina de Saavedra el lunes a las 19.
Cuando el efectivo, de civil y fuera de funciones, llegó al lugar para realizar la transacció,n la persona detrás del Facebook supuestamente comprador le pidió que se moviera unas cuadras porque había tenido un inconveniente. Le dijo que fuera hasta Superí y Ruiz Huidobro. Una vez allí apareció un delincuente identificado luego como Juan Francisco Ghergo, de 29 años, que lo apuntó con un revolver calibre 32 y le pidió directamente el celular. El policía se lo entregó y recién cuando el ladrón se alejaba se identificó y dio la orden de alto, lo que desató una persecución y una balacera en la que se escucharon al menos 6 detonaciones.
La secuencia terminó a dos cuadras de donde se inició, sobre el pasaje Ortiz de Zárate al 3436, cuando el ladrón cayó muerto luego de recibir dos tiros. Al lado de su cuerpo quedó el revolver Smith & Wesson calibre 32. Las pericias indicaron que disparó tres veces contra el efectivo policial. La investigación quedó en manos de la PFA.
Mientras llegaban los primeros patrulleros de la Policía de la Ciudad luego del hecho, vecinos del Barrio Mitre, histórico enclave de la barra brava de Platense, agredieron a los efectivos y apedrearon algunos móviles. Incluso tuvo que intervenir la división Antidisturbios para contener a los agresores que luego volvieron a ingresar al barrio. Entre las personas que agredían al personal policial estaban, supuestamente, los familiares de Ghergo, que según investigadores tiene una presencia en la hinchada del club, aunque no como un barra. Pero también tiene su historia en el hampa.
Ghergo, ex empleado de una empresa de logística y con domicilio registrado en Munro, cuenta con antecedentes diversos de hace, por lo menos, diez años. En 2011 se le inició una causa por venta de estupefacientes y dos años más tarde, en 2013, otra por narcomenudeo.
El 24 de noviembre del 2015, luego de un asalto a un supermercado chino en Saavedra, una modalidad que se repite en la historia de la barra calamar, se le inició una causa por robo en poblado y en banda que tramita en el TOC N° 3 de menores. El magistrado pidió su captura que se mantuvo vigente hasta ahora.
El historial delictivo de Ghergo no terminó ahí. A pesar de estar prófugo, el año pasado recibió una nueva denuncia por hostigamiento en la División Violencia de Género y Protección Familiar en la zona Norte.
Según indicó el medico que revisó el cadáver anoche, el delincuente muerto tenía dos disparos en el cuerpo. Uno le impactó en el pecho y otro en el abdomen.
En declaraciones a C5N, Mercedes Martín, la cuñada de Ghergo, reconoció los antecedentes de su familiar pero negó que haya estado robando: “Le plantaron todo. Fue la maldita policía. Él no estaba robando ni tenía ningún arma”.
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