Exclusivo: habla el DT prófugo acusado de abuso sexual durante un asado con jugadores de Vélez

Juan José Delbene Acuña permanece en la clandestinidad con un pedido de captura desde diciembre del año pasado

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Juan José Delbene Acuña está acusado de abuso sexual con acceso carnal con pedido de captura, el único prófugo desde el 4 de diciembre pasado. La Policía Bonaerense lo busca pero continúa fugado. Infobae logró entrevistarlo esta semana. El encuentro no fue en una guarida, o en un aguantadero. Frente a una pared blanca, sin nada que delate su paradero. Todo lo que lo rodea es oscuro. Todo lo que dice puede ser cuestionado.

Fue uno de los invitados al asado del 3 de diciembre de 2020, convocado por Juan Martín Lucero, delantero de Vélez Sarsfield, que había alquilado una casa en el country Camino Real, en la zona de Boulogne. Otros jugadores del plantel de Vélez estaban allí, Ricardo Centurión, Thiago Almada, Miguel Brizuela, acompañados de varias mujeres. Delbene Acuña era un hombre con cierta historia en el Ascenso: había sido director técnico de la reserva de Defensa y Justicia, instrumental en el debut de Lucero en Primera, luego estuvo a cargo del primer equipo de Argentino de Quilmes. El DT y el delantero se conocían hace años, había sido instrumental para que Lucero debute en Primera, habían viajado juntos por California. Parecía, según Delbene Acuña mismo, una reunión del ambiente del fútbol, amigos en el quincho. Luego, cerca de las 18, tres mujeres llegaron al lugar invitadas por Centurión, tras una charla en Instagram.

Tras el encuentro, una de las mujeres se presentó en una comisaría de la Policía Bonaerense para acusar a Brizuela y a Almada de violarla en un ataque grupal en la casa de Camino Real, una denuncia que fue ampliada con el patrocinio de la abogada Raquel Hermida Leyenda. Una testigo ratificó el relato. Hablaron de cómo “el gordo pelado” “se subía los pantalones” y “se cagaba de risa”. Fue increpado, dijo la testigo, al grito de “¡hijo de puta, hijo de puta!”

Dos días después, la justicia ordenó el pedido de captura de Delbene Acuña.

Lucero, Brizuela, Almada y Centurión, presentes en el asado: Brizuela y Almada, imputados.
Lucero, Brizuela, Almada y Centurión, presentes en el asado: Brizuela y Almada, imputados.

Brizuela y Almada comenzaron como testigos en el expediente investigado por la fiscal Laura Zyseskind, especializada en violencia de género, que logró la condena al femicida Fernando Farré, para luego terminar como imputados. Delbene fue imputado desde el comienzo. Así, decidió escapar. Su defensa, encabezada por el abogado Damián Abramowski, pidió que cese su orden de detención, que se evalúe un cambio de calificación. Zyseskind tiene lo suficiente para imputar al DT. La Sala II de la Cámara de Casación sanisidrense y el Juzgado de Garantías N°4 rechazaron cíclicamente los planteos y apelaciones de su defensa, que presentó pedidos de eximición de prisión, hábeas corpus, escritos señalando supuestas contradicciones entre la denunciante y varios testigos.

El juez de garantías del caso, Esteban Rossignoli, escribió en una de sus negativas: “En mi opinión del análisis conjunto del relato de la víctima prestado en sede policial y aquel que luce agregado a fojas 672/685 no surgen circunstancias concretas que me lleven a restar entidad a los dichos de la nombrada, pues en principio no se advierten contradicciones tales que controviertan su testimonio”.

Delbene Acuña habla particularmente del supuesto consumo de alcohol de la víctima, de por qué la fiscal evalúa su testimonio sin cuestionarlo, pero una mujer que participa de un evento social y consume alcohol no queda invalidada para denunciar un abuso, en caso de que ocurriera el mismo.

Así, frente a la pared blanca, Delbene Acuña dice:

-La primera pregunta es la más evidente: ¿por qué está prófugo? ¿Por qué no se entrega?

-La verdad es que no sé por qué estoy prófugo. Realmente no hice nada, soy inocente, no puedo contarte bien puntualmente todo porque tendría que contarlo a la fiscal.

-La víctima lo ubica en el lugar con una descripción ¿Qué pasó ese día en Camino Real?

-La víctima no dice puntualmente nada porque no pasó nada. Ella sabe puntualmente que le di agua, le di agua cuando la pedía a gritos. Tenía mucha náusea. Lo único que hice yo en relación a tocarla fue darla vuelta porque ella estaba boca arriba y la puse boca abajo para que no se ahogue. La corrí afuera de la cama con la jarra para que ella vomite. Le puse la jarra en la mano. Nada más, es eso. Después no hay pruebas.

La entrada a Camino Real tras el hecho (Adrián Escandar)
La entrada a Camino Real tras el hecho (Adrián Escandar)

El planteo de Delbene está lejos de la denuncia ratificada por la víctima y la principal testigo del caso, su amiga, con hisopados y demás pericias que enfrentó. “Lucero sale y con mi amiga nos ponemos a llorar, nos tiramos al piso y le dije: ‘Yo estaba borracha, me cogieron todos’. Mi amiga me cuenta que cuando abrió la puerta yo estaba desmayada con una jarra de plástico en la mano y que un pelado robusto estaba saliendo de encima mío subiéndose los pantalones y riéndose”, declaró la víctima en su ampliación.

-¿Cómo describe la situación ese día?

-Tranquila, al primero que saludaron fue a mí. Las amigas de Thiago, con Centurión estaban en el quincho. Eran todos conocidos. Las únicas que no conocían a nadie eran ellas dos. Todo fue muy cordial.

-Los testimonios hablan de ketamina y otras sustancias...

-Cuando llegué a las 17, la carne la habían sacado de la parrilla y estaba en la cocina, el que quería se servía. En ningún momento había una barra. Los jugadores no comieron ni tomaron porque tenían pesaje, no querían pasarse de peso.

Delbene, en el encuentro con Infobae.
Delbene, en el encuentro con Infobae.

-Entonces, ¿cómo se pasa de un asado entre amigos a un presunto abuso sexual con acceso carnal en grupo?

-Yo no vi nada, estuve siempre afuera, entré para ver el partido de Defensa y Justicia. La testigo empieza a tocar a Martín, a provocarlo. Le dijo muchas barbaridades. No me gustó esa escena. Martín es muy educado, muy respetuoso. No te va a decir nada fuera de lugar. Le dije que vamos adentro a ver el partido. Arriba subí solamente porque necesitaba ir y vi la escena de esta chica pidiendo agua a los gritos. Puntualmente no vi nada de eso.

-¿En algún momento tuvo contacto con el club Vélez Sarsfield tras esta situación?

-No tuve contacto con nadie más.

-¿Cuándo termina su contacto con Lucero?

-Termina esa noche.

-¿Recibió ofertas de dinero para beneficiar o inculpar a alguien en esta causa?

-No recibí nada. Y aparte te vuelvo a repetir, no vi nada, no puedo ensuciar a nadie.

En el centro, Laura Zyseskind, fiscal de la causa (NA/Juan Vargas)
En el centro, Laura Zyseskind, fiscal de la causa (NA/Juan Vargas)

Delbene continúa. Su relato, invariablemente, vuelve a la fiscal:

“¿Por qué tengo que ir preso por algo que no hice? ¿Hay un ADN dando vuelta? ¡Soy el único al que quiero que le hagan el ADN! ¡Me llama ahora y me presento!”, asevera.

Damián Abramowski, su abogado junto al doctor Daniel Skrobot, afirma: “Nosotros hacemos varios planteos. Una es la correcta calificación legal. No hay ningún elemento que indique que Acuña haya penetrado a la víctima. Ese planteo no fue considerado porque el juez de garantías contesta que hace falta una prueba de ADN. Esto es una aberración jurídica. No se puede calificar un expediente por la prueba que vas a producir. También planteamos la igualdad ante la ley. Hay cuatro imputados en esta causa con el mismo tipo penal, con la misma pena en expectativa”.

“La pena en expectativa para una violación no es excarcelable. ¿Por qué la fiscal no adopta el mismo temperamento? Acuña estuvo a derecho desde el primer momento. Almada y Brizuela ni siquiera fueron llamados a indagatoria. Sin embargo, a Acuña le ordena la captura desde el primer momento. Y según la denuncia de la víctima, Brizuela está más complicado”, sigue el defensor.

Efectivamente, altas fuentes judiciales con acceso al caso confirman que hay un estudio de ADN en proceso. Para que le extraigan su sangre, Delbene Acuña deberá entregarse.

Fotos y video: Matías Arbotto

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