Esta tarde, el Tribunal Oral de Menores 2 de Capital Federal condenó al policía Luis Chocobar a dos años de prisión y cinco años de inhabilitación. Sin embargo, no irá a la cárcel.
Tras conocer la decisión de los jueces Jorge Ariel Apolo, Fernando Pisano y Adolfo Calvete, el hombre de 34 años se exhibió emocionado y declaró: “Estoy muy agradecido a la sociedad. Mi teléfono tuvo un aguante impresionante por la cantidad de gente que me apoyó. Quiero agradecer a la gente que está conmigo”.
Posteriormente a que su abogado se refiera a la continuidad de la causa, el policía bonaerense se abrazó con Patricia Bullrich, quien le expresó: “Vamos a seguir luchando, te lo merecés”.
Previo a subirse al vehículo que lo retiró del lugar, Chocobar expresó: “El corazón se me quiere salir porque esto fue injusto. La verdad es que estoy tranquilo por la gente que está acá, que me apoya, que me quiere, sabe lo que soy. La policía de la Provincia tiene unos huevos impresionantes. No voy a decir nada más”.
La presidenta del PRO continuó: “Esta es una sentencia injusta. Se dijo que todo lo que había hecho el policía estaba bien y que en el último paso se equivocó. Los jueces tienen que mirar el conjunto de la situación. Chocobar se podría haber hecho el distraído, pero actuó como policía y lo condenan. Estas condenas paralizan a todos los policías del país. Hoy hay en Argentina 200 mil policías en actividad; todos van a pensar tres veces al enfrentarse a un delincuente si defender a un ciudadano o no hacer nada”.
Y remarcó: “Porque si hacen algo, los terminan condenando. Esto le resta seguridad a los 43 millones de ciudadanos. Es una tristeza. Es evidente que no fue gatillo fácil. Chocobar defendió a una persona con nueve puñaladas y lo lamento porque es un grave problema para los ciudadanos”.
Alfredo Cornejo, presidente de la Unión Cívica Radical, también respaldó al policía en su cuenta de Twitter: “El fallo del caso Chocobar deja un poco más desprotegida a la sociedad. Hay que dotar a las fuerzas de seguridad con el respaldo que necesitan para ejercer su tarea. Prevenir y combatir el delito es su función, la delincuencia no puede tener más garantías que un servidor público”.
Fernando Soto, abogado de Chocobar, aseguró que interpondrán un recurso de apelación en Casación. “Los fundamentos los van a dar el 10 de agosto. De momento tenemos el veredicto, no sabemos los fundamentos, pero harán alusión a lo que dijo la fiscal. Hasta que no quede firme él sigue con el carácter de inocente. Hasta que no haya una sentencia que confirme esta condena, puede estar revocada. La sentencia, tanto en una absolución o una condena, no queda firme”.
Luego indicó: “Me sorprende (el fallo) porque las pruebas dicen que él obró cumpliendo la ley, cumpliendo su deber. No sería la primera vez que se equivocan. Vamos a apelar e imponer un recurso de Casación. Es un caso muy emblemático y seguramente llegue a la Corte Suprema. Es posible que se si se revoca apele la Fiscalía a la Corte”.
Los jueces también condenaron J.P.R., el cómplice de Kukoc en el ataque al turista Fran Joe Wolek, atrapado días después del hecho, a nueve años de prisión por el delito de tentativa de homicidio criminis causa y tentativa de robo. En el momento del hecho el ladrón era menor, por eso este juicio fue llevado a cabo por un tribunal de menores y fue privado.
Los hechos
El episodio que culminó con el juicio de esta tarde comenzó la mañana del 8 de diciembre de 2017, cuando el turista estadounidense Frank Joe Wolek (57) caminaba y sacaba fotos por la zona turística de Caminito y fue abordado por Kukoc y un cómplice menor, quienes le robaron la cámara y le asestaron una decena de puñaladas en el pecho.
El turista quedó herido y, mientras pedía ayuda, los dos jóvenes asaltantes huyeron corriendo para diferentes lados. Uno logró escapar, pero Kukoc fue interceptado en el cruce de Irala y Suárez por Alexander Motta Ramírez, Enrique Ezequiel Espinosa y Jonathan Daniel Conde, quienes lo persiguieron (dos en moto y una a pie) y recuperaron la cámara y golpearon al ladrón.
Simultáneamente, Chocobar salía de su casa para ir a trabajar a una dependencia de la Policía Local en Avellaneda. Vestía de civil. Vio a Wolek herido y a los vecinos correr tras Kukoc y fue hacia allí. Llegó a la esquina de Irala y Suárez y vio el forcejeo entre los vecinos y Kukoc. Gritó “alto, policía” y disparó tres veces de manera intimidatoria con su arma reglamentaria, una pistola calibre .9 Bersa “Thunder”.
Fotos: Nicolás Stulberg
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