Tras pelear por su vida durante cuatro meses, este miércoles murió Facundo David Hambra, el repartidor que había sido baleado en la cabeza a mediados de enero pasado, cuando entregaba un pedido en la localidad bonaerense de Ituzaingó. Tenía 22 años y desde el ataque se encontraba internado en un sanatorio de Palermo.
Hambra fue asaltado por dos delincuentes que se movilizaban en moto el pasado 18 de enero por la noche. El incidente, que quedó registrado por una cámara de seguridad, ocurrió en la calle Madeyro, entre Alvear y Laprida. La víctima se encontraba en esa esquina entregando un pedido como parte de su empleo en una empresa de delivery. No tuvo tiempo de escapar: fue sorprendido por sus agresores que, sin mediar palabra, lo atacaron a balazos.
Uno de los disparos impactó en la cabeza del repartidor, que fue trasladado de urgencia al Hospital Güemes de Haedo. Ingresó a terapia intensiva y fue intervenido quirúrgicamente de urgencia. El paciente sufrió pérdida de masa encefálica y no se le pudo extraer el proyectil. Con el correr de las semanas, la salud del joven fue empeorando, con infecciones respiratorias a repetición, hasta que hoy no resistió más. Nunca llegó a recobrar la conciencia.
El caso es investigado por el fiscal Patricio Ventricelli, titular de la UFI N°2 de Ituzaingó. A raíz de la muerte de la víctima la calificación legal de la causa se modificará a homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Hay dos detenidos con prisión preventiva.
La principal hipótesis apunta a una supuesta venganza por un escrache organizado por Hambra frente a la casa de unos jóvenes a los que acusaba de haberle robado su moto Honda CG Titan. El viernes anterior al hecho, la víctima se había juntado con varios compañeros frente a una vivienda de la zona de Castelar Sur, al oeste del conurbano bonaerense, donde el rastreo satelital implantado en la moto indicaba que se encontraba el rodado.
La línea de investigación de un robo fue descartada desde un comienzo por dos razones: por un lado, básicamente porque a Hambra no le quitaron ninguna pertenencia. Y por otra parte, porque las imágenes del ataque que se conocieron más tarde mostraron que los agresores fueron directamente a dispararle.
El primero de los detenidos cayó el 25 de febrero. Fue Alexander Leonel Urbano, alias “Carucha”, de 21 años, quien está acusado de ser el autor del disparo que finalmente mató a Hambra. En el allanamiento a su casa, una vivienda de la calle Lucero al 1.800, partido de Merlo, se secuestró una pistola semiautomática Bersa calibre .22 sin numeración y con seis proyectiles en su recámara. Se trata del arma del crimen.
Días después fue capturado Jorge Paniagüa, alias “Pichón”. Lo arrestaron en un domicilio en el cruce de Malargüe y Plus Ultra, en la localidad de Libertad, también en Merlo.
Según fuentes judiciales, en los próximos días ambos acusados serán llevados a sede judicial para ser imputados formalmente del delito mencionado y ser sometidos a una nueva declaración indagatoria.
El crimen generó indignación entre los colegas de Hambra, que realizaron varias manifestaciones en las que reclamaban mayor seguridad ante los reiterados ataques contra repartidores.
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