Un arquitecto de 43 años que llegó hace unos días al país desde España, donde vive, fue baleado este martes durante una entradera en la casa de sus padres en el partido bonaerense de San Isidro. Está internado tras haber sido sometido a una operación y la policía busca a una banda integrada por tres delincuentes que escaparon en dos autos.
El violento asalto ocurrió este martes a la mañana, apenas pasadas las 10.30, cuando Carlos Fernando Faverio -que reside en la ciudad de Barcelona por trabajo y había llegado hace cinco días al país-, llegó a la casa de sus padres, ubicada en la calle Lima al 2200 de la localidad de Martínez, para visitarlos.
Faverio, que estaba dentro de la casa, fue sorprendido en ese momento por al menos tres delincuentes armados que ingresaron por la puerta principal, según sospechan los investigadores, con la ayuda de una tarjeta plástica que utilizaron para empujar el pestillo de la puerta, que estaba sin traba.
Los atacantes amenazaron al hombre y lo llevaron hasta un dormitorio, en el que, en medio de un forcejeo, le dispararon en el pecho. Luego, mientras Faverio yacía todavía malherido en el cuarto, los ladrones se dirigieron a otro de los ambientes y sorprendieron a los padres del arquitecto, a quienes también amenazaron con armas y les exigieron dinero y objetos personales.
De acuerdo al relato de Carolina, la otra hija del matrimonio y hermana de la víctima, los delincuentes amenazaron a la pareja con violencia. “Mejor que nos empiecen a decir dónde está todo porque esto va a ser más grave”, les dijeron, según contó la mujer en diálogo con Canal 13.
“Ahí empezaron a agarrar unas sábanas, no sabemos si para atarlos o qué. En ese momento aparece mi hermano ensangrentado por el jardín gritando que había ladrones y que por favor llamaran al 911. Una vecina lo escuchó y también empezó a gritar”, relató Carolina, que detalló: “Mi hermano decía que se moría y ahí los ladrones se fueron”.
Mientras el arquitecto pedía ayuda, los asaltantes salieron de la casa y escaparon en dos autos en los que llegaron hasta el lugar -un Volkswagen negro y un Fiat rojo- con un botín de 20 mil pesos en efectivo.
Si bien el matrimonio no había notado que los delincuentes habían herido a su hijo porque, según contaron luego, no habían escuchado el disparo, decidieron trasladarlo al Hospital Central de San Isidro, donde los médicos corroboraron que Faverio había recibido un disparo en la zona del tórax y donde fue intervenido quirúrgicamente.
“Nos explicaron que la bala pasó a dos centímetros del corazón y una vena que se conecta con el pulmón. Si el proyectil se hubiera desviado un poco mi hermano se moría en el momento”, explicó su hermana.
De acuerdo con el último parte médico sobre su estado de salud, el hombre “evoluciona de forma favorable, hemodinámicamente compensado, con buen ritmo diurético”. El martes por la noche “fue extubado” y ya está fuera de peligro.
Amigos del hombre, que confirmaron que había llegado hacía muy poco de visita al país, solicitaron a través de las redes sociales dadores de sangre para Faverio e indicaron que aquellos interesados se pueden acercar este viernes al puesto móvil ubicado en avenida Márquez y Santa Fe, de San Isidro, de 8 a 12 y sin turno previo.
La investigación del robo quedó en manos del fiscal Gastón Garbus, a cargo de la UFI descentralizada de Martínez, junto a la DDI de San Isidro, que en las últimas horas dispusieron el análisis de las cámaras de seguridad de las casas de la zona para intentar identificar las patentes de los vehículos en los que arribaron y escaparon los delincuentes.
En la escena del hecho, por otra parte, los peritos secuestraron un proyectil que a simple vista sería calibre .32, aunque todavía se esperan los informes balísticos.
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