El Tribunal Oral en lo Criminal Nº2 de Lomas de Zamora condenó hoy a prisión perpetua a Ángel Eduardo Andrada de las Nieves (31), el hombre que mató en 2019 de un disparo a Carolina Ledesma, una joven de 21 años con quien mantenía una relación paralela desde hacía un año. Según pudo establecer la Justicia, la asesinó luego de enterarse que estaba embarazada de un hijo suyo para evitar que su esposa se enterara.
Dos días antes del crimen, Andrada y su esposa habían sido padres de un bebé.
El acusado fue hallado culpable del delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género, tal como lo pidió el fiscal de juicio, Andrés Santos Procopio. La defensa, a cargo del abogado Walter Burbano, había solicitado que el caso sea encuadrado como un homicidio culposo, ya que consideró que el disparo había sido “accidental”. Dijo que su intención no era asesinarla.
El crimen ocurrió en la madrugada del 18 de febrero de 2019. Ese día, Andrada tocó la puerta de una mujer llamada Gladys, en la localidad de Ingeniero Budge, para contarle algo que no podía esperar. Una mala noticia. Le dijo que su hija Carolina Ledesma, con quien mantenía un noviazgo desde hacía un año, había sufrido un robo y que estaba herida en su casa.
Sin esperar un solo minuto, Gladys se dirigió hasta la casa de su hija en la calle Evaristo Carriego al 1700 y cuando entró, se encontró con una escena de horror: Carolina, de 21 años estaba en la cama y con mucha sangre a la altura de su abdomen luego de sufrir un disparo de arma de fuego. No había mucho por hacer. La joven, embarazada de tres meses producto de la relación con Andrada y madre de otros dos nenes, moriría en el hospital Allende. Desde entonces, el novio de la víctima desapareció.
La investigación permitió establecer que todo lo que hizo Andrada para avisarle a Gladys había sido mentira: el joven simuló el robo para ocultar lo que en realidad pasó. Le disparó a Carolina luego de que le contó que estaba esperando un hijo suyo. Así, la mató para ocultarle a su esposa la relación extramatrimonial que llevaba hacía más de un año.
Tras una intensa búsqueda y la colaboración de vecinos que divulgaron la foto del presunto femicida, efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires lograron detenerlo no muy lejos de allí. Lo encontraron en el interior de una pizzería ubicada en la calle Virgen de Itatí, entre Saladillo y Montiel, en Lomas de Zamora. La causa quedó en manos en aquel entonces de la UFI Nº 16 de Lomas de Zamora.
Desde casi el inicio de la investigación, el crimen de Carolina fue seguido por distintos colectivos feministas que reclaman justicia. Desde que comenzó el juicio oral contra el femicida, en todas las audiencias hubo movilizaciones fuera de los tribunales. “Ángel Andrada decidió que la vida de Carolina Ledesma no valía nada”, manifestó, a través de un comunicado, la Campaña por Justicia para Caro Ledesma.
“Caro estaba llena de proyectos y sueños. Le gustaba maquillarse y tomar mates con su mamá en el patio de su casa. Creció en un barrio vaciado, vulnerado y abandonado por el Estado, sin acceso a una vivienda digna, a servicios básicos, a tener educación pública de calidad, ni acceso a un sistema de salud con recursos”, denuncia la campaña. “Nos falta Carolina que era nuestra hermana, por mujer conurbana, mariposa guerrera y luchadora”, agregó el texto.
“Nos falta Carolina y nos desespera profundamente, porque la conocíamos, porque sabemos su historia y caminamos las mismas calles que ella. A semanas del comienzo del juicio por el femicidio de Caro, junto a su familia, la recordamos, la gritamos y la luchamos”, finalizó el colectivo.
Una relación oculta y violenta
El vínculo entre ambos era violento y atravesado por las mentiras. Andrada tenía otra pareja conformada y según declaró Gladys en el juicio, el hombre le había prometido mudarse juntos. Algo que nunca ocurrió. Según medios zonales que cubrieron el debate, la madre contó que “Carolina estaba confundida porque él la manipulaba, le decía que aborte, no quería saber nada con el bebé”.
Al ser consultada sobre cómo era la relación de su hija con el joven de 31 años, la mujer aseguró que él le confesó que con su hija mantenía un “noviazgo” y que le dijo que estaba separado de su esposa y que quería alquilar para vivir con su hija.
De acuerdo a entrevistas realizadas a la propia madre y a amigas de la víctima, Carolina Ledesma era en realidad amante de Ángel, quien ya tenía una pareja “oficial” estable, y mantenía una doble vida. Otra dato estremecedor del caso es que también se determinó que la pareja del presunto femicida también estaba embarazada. De hecho, el fiscal dio por probado que el imputado, quien dos días antes del hecho había sido padre producto de la relación con su esposa y que cometió el crimen porque Carolina estaba embarazada de tres meses y quería que abortase.
Carolina decidió no hacerlo porque tenía el apoyo de su madre.
“Entendemos que la perpetua podría empezar a saldar un poco el daño que ha causado el femicidio de Caro, que no va a volver y su ausencia no va a ser reemplazada, pero el hecho de tener la tranquilidad de que su asesino tenga la condena que esté a la altura genera un comienzo de otro proceso de sanación”, aseguró antes del veredicto a Télam Tamara Kallsen, integrante de la Campaña por Justicia para Carolina Ledesma. Si bien el acusado que llegó detenido al debate no declaró ante los jueces, en sus “últimas palabras” repitió lo que dijo en la etapa de instrucción respecto a que no la quiso matar y, tras pedir “perdón”, aseguró que no es un “asesino”.
El Tribunal ahora tuvo la última palabra.
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