La Fiscalia General de San Isidro, encargada de investigar la muerte de Diego Maradona, imputó por homicidio con dolo eventual y citó a declaración indagatoria a los siete acusados en la causa. Entre ellos se encuentra el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz. El delito por el cual fueron citados prevé una pena de 8 a 25 años. Además se les prohibió la salida del país.
La lista de imputados se completa con los enfermeros Dahiana Madrid y Ricardo Almiron junto a su jefe Mariano Perroni y a la nexo entre la empresa de medicina prepaga y el staff médico de Maradona, Nancy Forlini.
Los investigadores, comandados por el fiscal general John Broyad, tomaron la decisión de cambiar la imputación de homicidio culposo a dolo eventual luego de recibir el lunes 3 de mayo pasado las conclusiones de la junta médica donde 11 peritos oficiales aseguraron que Diego fue “echado a su suerte”.
En ese informe se afirmó que “el actuar del equipo de salud a cargo que atendía a Maradona fue inadecuado, deficiente y temerario”.
“Se puede inferir de la documental que fuera analizada por esta Junta Médica Interdisciplinaria, que el equipo médico tratante se representó cabal y acabadamente la posibilidad del resultado fatal respecto del paciente, siendo absolutamente indiferentes a esa cuestión, no modificando sus conductas y plan médico/asistencial trazado, manteniendo las omisiones perjudiciales precedentemente apuntadas, abandonando ‘a la suerte’ el estado de salud del paciente”, apuntaron los peritos, que agregaron que Maradona, “al menos desde la internación en IPENSA, no se encontraba en pleno uso de sus facultades mentales, ni en condiciones de tomar decisiones sobre su salud”.
En este contexto, los especialistas también se refirieron a que se haya echado a los acompañantes terapéuticos que debían controlar que el ídolo no bebiera durante su tratamiento contra el alcoholismo. “En ningún momento se le colocaron los límites a las demandas del paciente al que debían contener, acompañar y velar por su completo bienestar”, sostuvieron.
De acuerdo al análisis de la Junta, Maradona comenzó a morir “12 horas antes de las 12.30 del día 25/11/2020, es decir, presentaba signos inequívocos de periodo agónico prolongado, por lo que concluimos que el paciente no fue debidamente controlado desde las 00.30 horas del día 25/11/2020″.
La falta de control cardíaco a Diego fue otro de los puntos que resaltaron los peritos. “Un paciente como DAM -las iniciales de Diego-, con su historia previa de insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) y una miocardiopatía dilatada con función sistólica alterada y asociada a consumo de cocaína y alcohol, debe realizar controles cardiológicos periódicos y estudios adecuados a los requerimientos de la especialidad. En ese periodo en particular debería haber sido evaluado en profundidad de su riesgo cardiovascular y posibles cardiopatías. Además, nunca debería haber suspendido los medicamentos vasodilatadores, antihipertensivos, y el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, aun en períodos anteriores de estabilidad”, concluyeron.
Esta semana, Luque rompió el silencio en su primera entrevista y habló de su relación con Maradona. “En la Justicia confío, en la junta médica no”, aseguró. Y consideró el informe como “muy sesgado” y con “errores conceptuales”.
En el reportaje, el neurocirujano reiteró un punto que su defensa sostuvo históricamente: que él era un médico más, que no tenía responsabilidad de cabecera. Dijo que Maradona murió de un “suceso cardiológico agudo”, es decir, un simple infarto, y que lo llevó “a dos cardiólogos”, que los “electrocardiogramas le dieron bien”, pero la junta médica analizó 20 años de historias clínicas y aseguró que Maradona necesitaba un tratamiento de medicación para su corazón y un control mucho más complejo que chequearle los latidos. “No aqueja ningún síntoma. No se dejó revisar, pero pude observar lo que observaron los demás. No vi esa hinchazón. Enfermeros reportaban a un clínico, gente con mayor expertise. Estaba con internación domiciliaria”, dijo.
Luque también habló de los audios publicados por Infobae, que son el corazón del documental “La Muerte de Maradona”, que son parte de la causa y que lo complican, otra base para acusarlo. “Mi celular se lo llevaron, lo poco que puedo escuchar me avergüenzo, lo que muestran en la televisión. Pareciera que borran una relación y tratan de resumirla de una serie de mensajes de los cuales me arrepiento, pido perdón. Espero la fiscalía me devuelva el teléfono, tengo muchos mensajes de cariño”, afirmó. Hasta dijo que Diego quiso comprarle una moto. Sin embargo, consta en la causa que Luque no visitó al ídolo en el último mes de su vida en el country San Andrés en Tigre donde murió.
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