Apenas tres días después de que se negara a declarar Ricardo Emanuel Papadopulos, el joven que atropelló y mató a un niño de 5 años en el barrio porteño de Flores en diciembre pasado, el tribunal que lleva adelante el juicio en su contra escuchará a tres testigos presenciales que podrían ser claves para el caso.
Se trata de un peatón, un conductor y un oficial de policía que participó del operativo que se montó luego de que el acusado se diera a la fuga. Las tres personas deberán presentarse este lunes para relatar su versión de los hechos, según estaba previsto.
Será la segunda jornada de las audiencias que comenzaron el viernes pasado, cuando tomó la palabra la madre de la víctima, Débora Agosti, quien relató que no recordaba nada de la noche en la que ocurrió todo, excepto que había salido a comprar una gaseosa porque estaban celebrando Hanukkah y se habían acabado las bebidas.
La mujer explicó entonces que se enteró de la muerte de su pequeño hijo, Isaac Sus, cuando se despertó en una sala del Hospital Piñeiro, donde todavía tiene que asistir como parte de su rehabilitación por las heridas que sufrió cuando la embistieron.
“La justicia ya se hizo arriba, esa persona no va a entrar a ese lugar. Acá, en este mundo, quiero que le den una pena que cumpla, que no salga mañana y vuelva a hacer lo mismo”, fueron las palabras de Agosti ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 15 de la Capital Federal, que compone de manera unipersonal el juez Gabriel Vega.
Más temprano, desde su celda en la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, donde se encuentra detenido, el imputado, de 21 años, se rehusó a prestar declaración, aunque dijo que “lo hará” en otro momento.
Al comenzar el juicio, que inició pasadas las 11.30 y se realiza a través de la plataforma Zoom, Papadopulos solo respondió cuestiones particulares y familiares: precisó que es padre de dos niños de 2 y 7 años, y aseguró que no terminó sus estudios primarios.
Si bien no contestó otras preguntas, el TOC solicitó que se leyera la declaración que había hecho durante la etapa investigativa, cuando el joven relató que conducía el vehículo con el que atropelló a Isaac y su madre a baja velocidad, que tenía el semáforo a su favor, pero que “se distrajo pensando” porque segundos antes un camión cruzó en rojo, y que cuando lo sobrepasó se encontró con la mujer y el niño.
En esa ocasión, el sospechoso también mencionó que “se asustó y se fue (de la escena del hecho) porque no tenía registro”, y que luego al enterarse por la televisión de los sucedido se quiso “matar”.
Según la investigación, luego de atropellas a las víctimas con su auto Volkswagen Golf GTI blanco, Papadopulos se fugó del lugar y estuvo prófugo durante varios días hasta que se entregó el 25 de diciembre en la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, ubicada en la avenida Scalabrini Ortiz al 1350, en el barrio de Palermo.
Para ese momento ya se había montado un importante operativo de búsqueda para dar con su paradero, luego de que la mencionada fuerza de seguridad descubriera que era él el quien conducía el auto la noche del hecho y no su padre Rubén, quien días antes se había atribuido la autoría del crimen al presentarse en la comisaría vecinal 7A de Flores.
Por esta razón, el joven quedó detenido, acusado del delito de “homicidio culposo agravado, tanto por la conducción imprudente de un vehículo con motor como por la fuga del lugar del hecho en concurso ideal con lesiones graves culposas”.
Un mes y medio más tarde, el pasado 10 de febrero, la Justicia porteña cerró la instrucción y elevó a juicio la causa. Las audiencias comenzaron el viernes, seguirán este lunes y continuarán con otras dos que están previstas para el 18 y el 21 de mayo.
Además del imputado, que siguió la transmisión desde su celda, en la primera jornada del proceso estuvieron en forma virtual sus abogados defensores, Fabián Améndola y Fernando Burlando, mientras que por la otra parte, Agosti estuvo acompañada por su marido, José Sus, y el abogado querellante, Gabriel Becker.
Por parte del Estado, además del fiscal, estuvo la Defensora Pública de Menores e Incapaces ante los Tribunales Orales en lo Criminal, Silvina Céspedes; y el resto fueron personas del público en general, entre quienes se encontraba Viviam Perrone, integrante de la ONG “Madres del Dolor”.
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