Una joven de 20 años fue detenida este domingo en el partido bonaerense de La Matanza como acusada de haber participado en el crimen de un hombre que fue hallado con dos cuchillos clavados en la espalda, la semana pasada en su departamento del barrio porteño de Núñez.
Según informaron fuentes policiales, la mujer, identificada como Ariana Belén Domínguez, fue apresada tras una serie de tareas de campo realizadas por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de dicho partido del sudoeste del conurbano y de la Policía Federal Argentina (PFA), que la buscaban por el homicidio de Adrián Enrique Muñoz.
El cadáver del hombre de 74 años había sido encontrado el martes pasado por la noche, dentro de su casa en el barrio porteño de Núñez, en una sangrienta escena que reveló un crimen violento y cometido con saña: tenía dos cuchillos clavados en la espalda y varios cortes en todo el cuerpo.
El hallazgo se produjo en una propiedad ubicada en la calle Ciudad de La Paz al 3300, cuando la hija del hombre fue hasta la casa de su papá, a quien había visto por última vez el lunes y con quien no había podido comunicarse desde entonces, según confirmaron fuentes policiales a Infobae.
Efectivos de la Comisaría Vecinal 13B de la Policía de la Ciudad fueron hasta el lugar y encontraron el cuerpo del hombre de 74 años tendido en el piso con dos cuchillos clavados en la espalda, múltiples cortes y puntazos en todo el cuerpo.
De acuerdo a los primeros datos de la investigación a cargo de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, el hombre tenía dinero en efectivo encima, por lo que, en principio, la hipótesis no es la de un asesinato en ocasión de robo. Sin embargo, según apuntó un investigador a Infobae, una o dos mujeres habrían ingresado con él al edificio antes de su muerte.
La víctima fue identificada como Adrián Enrique Muñoz, viudo, jubilado y pensionado y el caso quedó en manos del fiscal con jurisdicción en la zona, José Campagnoli.
Luego, la autopsia en la Morgue Judicial determinó que Muñoz falleció, inequívocamente, por las heridas de arma blanca. También se encargó el estudio toxicológico para descartar o confirmar ingesta de drogas. Muñoz también se dedicaba a la pesca: un cuchillo de pesca de su propiedad fue enterrado en su espalda.
Los hijos de Muñoz se presentaron a declarar en la fiscalía de Campagnoli, así como amigos del hombre. Por lo pronto, llegó a oídos de investigadores que Muñoz frecuentaba mujeres más jóvenes, que conocía por plataformas de citas y en la calle. Su teléfono no fue encontrado en la escena del crimen.
Se halló, por otra parte, una escasa cantidad de cocaína en el lugar, dentro de un billete, un signo de aparente consumo en el lugar: el billete también será analizado.
Para las fuentes consultadas, es claro que Muñoz y sus presuntas asesinas se conocían previamente.
SEGUIR LEYENDO