Ricardo Emanuel Papadopulos, el joven que atropelló y mató al niño de cinco años Isaac Sus en el barrio porteño de Flores, y que le provocó heridas graves a su mamá, comenzará a ser juzgado. Será a partir de las 11 por el Tribunal Oral en lo Criminal 15 de Capital Federal a cargo Gabriel Vega.
El joven procesado y que permanece detenido, está acusado por el delito de homicidio culposo agravado tanto por la “conducción imprudente de un vehículo con motor, como por la fuga de lugar del hecho en concurso ideal con lesiones graves culposas”.
Tras esta primera jornada, que se realizará en forma virtual a través de la plataforma Zoom, el juicio continuará por al menos otras tres audiencias previstas para el 17, 18 y 21 de mayo. El fiscal de juicio será Ignacio Mahique y los abogados de las víctimas Gabriel Becker y David Berstein
El hecho por el que será juzgado Papadopulos ocurrió a las 23.02 del jueves 17 de diciembre pasado, cuando Débora Inés Agosti y su hijo Isaac cruzaban la avenida San Pedrito, en la esquina de la avenida Directorio, y fueron atropellados por un Volkswagen Golf GTI blanco que conducía el ahora detenido.
Circulaba en ese momento sin registro, se fugó del lugar, y estuvo prófugo nueve días hasta que se presentó. Durante el juicio será representado por el estudio del abogado Fernando Burlando.
A dos días de lo sucedido, se entregó junto a sus abogados Rubén Ariel Papadopoulos, su padre, quien dijo ser el hombre que conducía el auto en la comisaría vecinal 7A de Flores y que era de su propiedad. Pero cuando se advirtió que él no conducía el auto en el momento del siniestro, se puso en marcha un enorme operativo para encontrar al responsable del hecho.
A partir de allí, tres fuerzas policiales empezaron a trabajar en forma coordinada junto a dos fiscalías que estuvieron abocadas casi por completo a la tarea con allanamientos y tareas de inteligencia bajo secreto de sumario y los investigadores intentaban desarticular la estructura que lo mantenía en la clandestinidad.
A la par, mientras se realizaba la búsqueda, su padre Rubén juraba una y otra vez que no sabía nada de su hijo, quien a esta altura ya tenía un pedido de captura internacional.
Finalmente, nueve días después del hecho, se entregó Ricardo Emanuel Papadopulos, el joven de 21 años que atropelló y mató a Isaac, en la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, ubicada en la avenida Scalabrini Ortiz 1350 del barrio porteño de Palermo.
“Yo manejaba, pido disculpas y perdón”, alcanzó a decir el joven mientras ingresaba a la alcaldía 14 de la ciudad de Buenos Aires, donde fue alojado y quedó a disposición de la jueza Patricia Guichandut, titular del juzgado Criminal y Correccional Nº 62, que llevó la causa y había dispuesto un día antes la liberación del padre del joven.
Su abogado Roberto Herrero llegó al lugar minutos después de las 13 y reafirmó que el joven “manejaba el auto y se fugó porque no tenía registro y se asustó”. Además, se negó a revelar dónde se refugió Papadopulos en los últimos días, antes de presentarse ante la Justicia.
El representante legal del responsable de la muerte del niño dio detalles sobre el accionar de su defendido. “El camión le tapa la visión. No podría haber frenado porque él lo esquiva el camión, él cruza en verde. El camión que viene de la mano contraria pasa en rojo. Cuando pasa el camión toma velocidad nuevamente”, dijo.
“Desde que tomamos la defensa le dijimos que se tenía que presentar. El chico se la pasa llorando, está arrepentido. Lo que va a determinar si hay un dolo eventual son las pericias, saber a qué velocidad iba el auto”, manifestó el abogado.
También explicó por qué no se quedó en el lugar para auxiliar a las víctimas: “No se quedó porque le dio miedo, estaba sin registro y lo primero que pensó es que no había fallecido una criatura. Él se entera por los medios”.
“Cuando lo entrevistamos, lo primero que se hizo fue explicarle los pro y contras que tiene un imputado al estar prófugo. Y le dijimos que tenía que presentarse. Si se hubiese quedado en el lugar después del hecho creo que estaría en libertad”, reveló Herrero.
Y completó: “Manejar sin licencia es una contravención. El agravante en sí es la conducta de manejar sin registro, se haya producido el accidente o no. El acompañante que iba con él va a tener que presentarse como testigo”.
Finalmente el pasado 10 de febrero, la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires cerró la instrucción y elevó a juicio la causa.
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