Circular con una patente legal puede ser un problema para un delincuente. Los cañeros que se lanzaron a robos piraña en automóviles en el Conurbano para atacar a vecinos que llegan a sus casas y robarles el auto, una de las modalidades más perversas durante la pandemia, apelan a autos robados horas antes del ataque o a patentes hurtadas con destornillador. Los motochorros, más modestos y con menor presupuesto, tienen que recurrir al ingenio.
Esta semana, la Policía de la Ciudad allanó dos locales dedicados al rubro de artículos para motos que proveían un servicio más que interesante para el mapa delictivo. Ofrecían, según la acusación en su contra, patentes falsificadas para delincuentes a $700 en portales de compra y venta. El aparente objetivo, según confirmaron fuentes del caso a Infobae, era simple: evitar ser identificados por el sistema del Anillo Digital porteño que identifica vehículos con pedido de captura en accesos a la Ciudad.
La fuerza porteña realizó tres allanamientos bajo las ordenes del juez federal Ariel Lijo, con efectivos de la Sección Investigaciones Especiales, la División Delitos Informáticos Complejos y la División Análisis de Inteligencia Informática en un expediente bajo la calificación de falsificación de documentos de automotor.
Así, ingresaron a un local San Justo ubicados sobre la avenida Juan Manuel de Rosas. Secuestraron material: cuatro computadoras, cincuenta chapas falsas, diez cajas con calcos de letras y números para diseñar las patentes además de 183 mil pesos.
En uno de esos locales se detuvo a un hombre de 44 años, ex empleado de una empresa cafetera y vecino de La Matanza, a bordo de una moto de baja cilindrada con un dominio apócrifo colocado. Luego, se allanó un country en Cañuelas, donde se arrestó al comerciante que supuestamente controlaba el local: L.A.C., de 53 años, que encabeza una empresa familiar con su propio apellido dedicada al negocio de la venta de partes de motos, formada en 2019 de acuerdo al Boletín Oficial.
L.A.C., por otra parte, también tiene un historial reciente de cheques sin fondo de acuerdo a datos del Banco Central y una abultada deuda con una empresa financiera. La empresa, por su parte, muestra aportes impagos a sus empleados desde hace varios meses.
En el country, se le incautaron dos teléfonos celulares, una pistola Smith and Wesson 9 milímetros con 20 balas Luger de punta hueca y un revólver calibre 22 con cien balas, también de punta hueca. Ambas armas tenían su documentación vencida.
El vicejefe de Gobierno porteño a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad, Diego Santilli afirmó que “los delitos en la Ciudad vienen retrocediendo 20 años atrás pero el delito también muta. La Ciudad tiene un Anillo Digital, todo lo que entra y sale se ve con más de 10 mil cámaras y con lectoras de patentes. Eso hace que quien viene a delinquir a la Ciudad, de alguna manera se lo va a detectar”. Santilli recorrió hoy el Depósito de Motos incautadas en Barracas, donde se expusieron las patentes falsas y el parte del material decomisado.
Fuentes cercanas al caso aseguran que las patentes falsas, anunciadas como “patentes provisorias” en la web, eran un éxito en ventas, con clientes que pedían de a 50 por vez.
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