Al menos dos trabajadores de la salud y un comerciante fueron detenidos en las últimas horas en la ciudad correntina de Esquina, en el marco de una investigación por la presunta venta ilegal de vacunas contra el coronavirus en plena segunda ola de contagios.
El gobierno de la provincia fue el que le solicitó a la Fiscalía de Instrucción Penal de esta localidad, ubicada a unos 320 kilómetros al sur de la capital, la apertura de una causa, tras tomar conocimiento del manejo irregular de las dosis por parte de algunos empleados del Hospital San Roque, que supuestamente las comercializaban en el mercado negro.
El fiscal Javier Mosquera, quien decretó el secreto de sumario, dispuso el sábado último una serie de allanamientos y habría ordenado la detención de un enfermero, de la responsable de cuidar el suministro de vacunas en ese establecimiento y de un comerciante, según publicó el diario local El Litoral.
Todas estas personas estarían vinculadas con el ofrecimiento de estas inyecciones contra el COVID-19 que, según trascendió, se ofrecían a los compradores por montos que alcanzaban los $8000 en el caso de las Sputnik V y hasta los 9000 pesos, si se trataba de las de Sinopharm.
Tanto el comerciante como el enfermero permanecían alojados en una sede policial de esta ciudad, en tanto que las vacunas no habían sido halladas hasta el momento, según explicó una fuente del Poder Ejecutivo provincial a la agencia Télam.
Por su parte, el Ministerio de Salud Pública de Corrientes informó del hecho a través de un comunicado distribuido a última hora del sábado, en el que indicó que se actuó “de forma inmediata ante una supuesta irregularidad en Esquina”.
En el escrito únicamente señalaron que “al tomar conocimiento del caso, la Asesoría Legal de la cartera dio aviso a la Fiscalía de esa ciudad, para que de forma inmediata se dé curso a la investigación correspondiente”.
A su vez, fuentes de la cartera precisaron que el director del Hospital San Roque, Leandro Ramírez, formalizó la denuncia, tras la cual el fiscal Mosquera determinó allanamientos en al menos dos domicilios, uno situado en el barrio Bicentenario y otro, sobre la Ruta 12, donde fueron detenidos el enfermero y el comerciante.
Una versión aportada por fuentes policiales detalló que uno de los procedimientos se desarrolló en una vivienda que comparte inmueble con una carnicería, donde se intentaron hallar las dosis en cuestión, pero no hubo resultados positivos.
De acuerdo con el último parte oficial, hasta este domingo la provincia acumulaba un total de 43.675 casos de coronavirus, de los cuales 1.872 seguían activos, 41.127 ya estaban recuperados y 676 fallecieron como consecuencia de la enfermedad.
Además, el Gobierno informó que a partir del próximo martes estarán disponibles para descargar turnos para la aplicación de la segunda dosis de la vacuna Sinopharm y se continuará con el plan de inmunización de personas mayores de 55 años.
Un escándalo similar se desató semanas atrás, cuando cuatro enfermeros de la ciudad de Santiago del Estero, capital de la provincia homónima fueron detenidos, acusados de haber robado al menos 300 dosis contra el coronavirus y luego montar un vacunatorio ilegal.
El suceso se hizo público el último sábado, cuando la policía de la provincia detuvo a Dante Daniel Díaz, enfermero y empleado del Ministerio de Salud de 42 años, y su esposa María Angélica Coronel, de 40, quien es educadora sanitaria y desempeñaba tareas en el call center de la línea 107.
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