La Policía Federal Argentina desbarató este viernes un desarmadero ilegal de autos que funcionaba en el barrio porteño de Villa Lugano. Como resultado del operativo, los efectivos de la fuerza secuestraron más de 1.200 autopartes que fueron valuadas en alrededor de $75.000.000.
El procedimiento fue ordenado por el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Penal Juvenil, Contravencional y de Faltas N° 7, a cargo del juez Rodolfo Ariza Clerici, y se llevó a cabo en un galpón ubicado sobre la calle Cañada de Gómez al 3.700.
Los agentes de la División Investigación de Delitos Contra el Automotor de la PFA llegaron hasta allí luego de que se produjera la detención en la vía pública de seis personas que trasladaban autopartes provenientes de ese lugar.
Durante el allanamiento, los policías encontraron herramientas, motores, ruedas, puertas, semiejes, tableros de instrumentos, suspensiones, butacas y otros elementos. En total, hasta entrada la noche de este viernes, se habían contabilizado 1.277 piezas, aunque el listado de materiales seguía siendo confeccionado.
Según detallaron fuentes policiales a Infobae, se hallaron 12 motores de distintas marcas, seis vehículos de diferentes modelos en proceso de desmantelamiento, 60 ruedas armadas, 80 puertas de vehículos sin vidrios -esto con el fin de no poder ser identificadas-, 35 capots, 70 instalaciones eléctricas completas, 55 alfombras de pisos de habitáculos, 38 alternadores, 115 suspensiones de marca Mac Persons, 90 semiejes, tableros de instrumentos completos, 16 arañas de tren delantero completas y 18 caños de escape.
También, 44 tazas de ruedas, 45 butacas delanteras pertenecientes a distintos rodados, 29 asientos traseros, 1 caja de carga de camioneta, 37 cajas de dirección, 28 trenes traseros completos, 11 cajas de velocidades, 28 burros de arranque, 15 tanques de combustible, 9 estéreos, 35 paragolpes -de distintos colores, pertenecientes a rodados de alta gama-, 30 radiadores, 8 techos eléctricos, 150 cinturones de seguridad y 200 faros traseros y ópticas, además de una gran cantidad de herramientas utilizadas para el desguace de los vehículos.
“El origen de las autopartes halladas remite a acciones delictivas”, remarcaron desde la fuerza. Forman parte de un millonario negocio clandestino que supone un delito de mayor complejidad debido a su doble relación: por un lado, acopiar autopartes como efecto de acciones criminales y, por el otro, el blanqueo de dinero que ingresa desde el mercado negro a su circulación social.
Al comprar un repuesto para el auto, es habitual recurrir a las páginas de internet o ir a locales en zonas especializadas en este tipo de objetos, cuando se buscan precios accesibles o razonables. Pero muchas veces -puede ser sin estar al tanto- el comprador se topa con vendedores que no cumplen con los requisitos legales ni impositivos. Así, detrás de una simple venta puede haber hechos que encierran desde asaltos con víctimas fatales hasta transacciones con drogas.
La venta de autopartes ilegales es el eslabón visible de una cadena delictiva que puede comenzar con piratas del asfalto que roban mercadería para su posterior distribución y venta “en negro”, o empezar con un robo de un vehículo que luego será “desarmado” o desguazado. En cualquier caso, incluye delitos.
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