Un hecho insólito ocurrió en Santa Cruz: al menos dos delincuentes ingresaron por la madrugada al Ministerio de Desarrollo Social de la provincia y se llevaron 4 millones de pesos que estaban guardados en una caja fuerte y pertenecían al departamento de Tesorería.
El asalto se descubrió recién por la mañana del miércoles pasado, cuando los empleados del lugar llegaron hasta la sede principal de esta cartera, ubicada sobre la calle Salta al 75, en Río Gallegos, y vieron todo revuelto. Inmediatamente llamaron a la Policía.
En la dependencia pública, efectivos de la comisaría primera de la ciudad se entrevistaron con uno de los encargados del edificio. El hombre les explicó que se encontró con los destrozos cuando se preparaba para comenzar su jornada laboral.
Según informó el diario local Tiempo Sur, los uniformados decidieron entonces solicitar la ayuda de sus pares de la División Criminalística, que comenzaron con las pericias correspondientes, y dieron aviso al Juzgado de Instrucción N°2, a cargo de la jueza Valeria López Lestón, quien se dirigió a la escena del robo.
Al revisar las instalaciones, los policías descubrieron que había unas ventanas traseras que estaban forzadas, por lo que creen que los delincuentes pudieron ingresar por ahí. Además, las cámaras de seguridad del Ministerio revelaron que eran dos personas las que entraron por la fuerza cerca de la medianoche y cometieron el asalto.
Sin embargo, no hubo más información concreta acerca de los ladrones, ya que estaban con barbijo y encapuchados, además de que luego de ingresar al inmueble taparon con pintura las ocho cámaras de filmación que están instaladas en el establecimiento.
Por esta razón, sumado al hecho de que el robo se cometió una madrugada en la que no había ningún guardia porque el edificio acababa de ser desinfectado para evitar la propagación del coronavirus en el marco de la pandemia, es que los investigadores creen que los asaltantes tenían información privilegiada o habían hecho un trabajo de inteligencia previo.
Por su parte, los efectivos les tomaron declaración a los empleados del Ministerio que iban llegando y, al conversar con el encargado de la Tesorería de ese área, tomaron conocimiento de que dentro de una caja fuerte violentada faltaban unos 4 millones de pesos que debían ser destinados a diferentes proyectos de ayuda social.
En el lugar además se hizo presente personal de la División de Investigaciones Zona Sur, que comenzó a buscar cámaras de seguridad en los alrededores del edificio público, con el objetivo de establecer si los dos sujetos que protagonizaron el robo se encontraban solos o contaron con la ayuda de un tercero para huir con el dinero.
Esa misma noche, las únicas personas que habían ingresado al Ministerio habían sido los profesionales encargados de desinfectar las instalaciones, quienes se fueron al terminar su trabajo, por lo que el inmueble quedó sin una guardia hasta las 6 de la mañana, cuando debían comenzar su jornada los empleados provinciales.
A fines de abril pasado ocurrió otro hecho aberrante, aunque esa vez fue en la provincia de Santiago del Estero: cuatro enfermeros de la ciudad capital fueron detenidos, acusados de haber robado del Ministerio de Salud y Desarrollo Social al menos 300 vacunas contra el coronavirus y luego montar un vacunatorio ilegal.
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