La Justicia de La Matanza investiga el faltante de al menos 15 armas de fuego y unas 2.000 municiones de la sede de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas, en ese partido del Gran Buenos Aires. En ese marco, tres agentes bonaerenses fueron desafectados de sus cargos.
Todo comenzó a fines de abril a raíz de una denuncia realizada por la propia Policía, luego del hallazgo en un operativo por un robo en Quilmes de una pistola calibre 9 milímetros que debía estar bajo custodia del personal de UTOI, un grupo táctico de la fuerza provincial creado en 2018.
Con ese dato, las autoridades policiales ordenaron realizar un inventario de las armas que permanecían en el UTOI y detectaron el faltante de 15 pistolas y escopetas, entre ellas la calibre 9 milímetros registrada en Quilmes, como así también 2.000 municiones.
De inmediato se realizó la denuncia del faltante y comenzó a intervenir el fiscal Fernando Garate, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 1 descentralizada en Gregorio de Laferrere, quien instruye una causa por “averiguación de ilícito”.
Por otro lado, la división de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la provincia ordenó la desafectación de tres efectivos que desempeñaban sus tareas en el sector Armería de la mencionada dependencia, situada en la Autopista Ricchieri y Ruta 4, en jurisdicción del mencionado distrito del suroeste del conurbano.
Si bien fueron desafectados de sus funciones, por el momento la Justicia no imputó a ninguno de ellos dado que aún continúan las diligencias para establecer las causas del hecho.
“No es que hubo un robo en el que alguien entró y rompió una caja donde se guardaban las armas sino que hay un faltante y se está investigando el motivo, ya que hay un protocolo en el momento de la entrega de cada arma que ingresa al UTOI”, precisó un vocero.
La Policía denunció el hecho luego de detener a dos jóvenes, uno de ellos hijo de un empresario, sospechosos de integrar una banda que en septiembre del año pasado robó una importante suma de pesos y dólares de la casa de un comerciante en la localidad de San Francisco Solano.
Las aprehensiones de Johnatan Middis, alias Kenai, de 28 años y Braian Coronil, de 21, se concretaron tras siete allanamientos ordenados por la fiscal Mariana Curra Zamaniego, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 6 de Quilmes, y efectuados por efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones de Quilmes.
A su vez, secuestraron la pistola 9 milímetros del UTOI, cargadores y hasta un Kit Roni, utilizado para convertir una pistola en un fusil que había sido retirada de la UTOI de La Matanza.
Los agentes también incautaron 25 proyectiles con recubrimiento de teflón, también conocidas como “balas mata policías”, una escopeta, siete celulares y una camioneta con pedido de secuestro.
Según la investigación, el hecho que se les imputa a los detenidos ocurrió el 7 de septiembre del año pasado, cerca de las 19, cuando al menos tres delincuentes ingresaron a un domicilio ubicado en la calle 878 de la localidad de San Francisco Solano, propiedad de un comerciante de nacionalidad paraguaya que se encontraba junto a su hijo, de 61 y la empleada doméstica, de 58.
Tras insultarlos y preguntales dónde escondían el dinero, comenzaron a revisar la casa con un dato certero. Una vez que se hicieron del botín, escaparon en un Volkswagen Gol Trend blanco.
La unidad de la Matanza donde ocurrió el faltante de armamento fue creada en 2018 con unos 400 efectivos y hoy cuenta con más de 600. Están preparados para dar respuesta rápida, realizando tareas de acción y no de prevención. El personal policial de esa división cuenta con agentes especializados, con armamento de alto calibre, dedicados a situaciones especiales. Una de sus últimas apariciones, por ejemplo, ocurrió en el desalojo del predio de Guernica en octubre pasado.
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