El escritor venezolano Willy McKey, de 40 años, acusado de abusar sexualmente de varias mujeres, entre ellas menores de edad, en Venezuela, se suicidó esta tarde tras lanzarse al vacío desde el noveno piso de un departamento ubicado en la avenida Córdoba al 3000, en el barrio porteño de Recoleta.
McKey, tres horas antes de suicidarse, pidió perdón en su cuenta de tuiter y escribió: “No sean esto. Crece adentro y te mata. Perdón”. Fuentes policiales, además, confirmaron que McKey tenía pedido de captura internacional tras las acusaciones por abuso sexual en Venezuela.
Según las primeras informaciones, McKey se encontraba en casa de una amiga quien salió a realizar unas compras en la zona y al regresar encontró el cuerpo sin vida en la calle.
Pocos días atrás, McKey había sido denunciado en una cuenta de Instragram por una de sus víctimas que utilizó el seudónimo de Pía. En sus mensajes relató que fue abusada sexualmente en más de una ocasión por el escritor. “Me practicó sexo oral, me masturbó con sus manos y frotó sus genitales contra los míos incontables veces. Era la primera vez en mi vida que estaba desnuda frente a un hombre. Nunca un pene había rozado mi vulva. Había recién cumplido los 16. Él cumplía 36 la siguiente semana”, publicó la víctima.
Ante la acusación, que rápidamente se viralizó, McKey hizo varias publicaciones en su cuenta en Instagram en donde admitió la denuncia en su contra. “En medio de las denuncias en torno a abusos a mujeres en Venezuela, mediante la cuenta de Twitter @mckeyabusador ha salido a la luz un episodio de estupro en 2015, contado desde la protección del anonimato pero del cual debo hacerme cargo, pues es evidente que sé quién es la persona y sé cómo se dieron los hechos”, relató.
”Sabré hacerme cargo de las consecuencias de este hecho, empezando por quedar fuera de todos los proyectos a los cuales pertenezco y donde hay personas, intereses y reputaciones que pueden verse afectados por tenerme dentro de sus espacios”, dijo.
Y siguió: “Debo reconocer que este episodio tuvo lugar en un momento en el cual yo era una figura pública y estaba en una relación formal con quien hasta hoy ha sido mi pareja. De modo que además de pedirle perdón a la afectada, también debo hacerlo con quien hice vida, por nunca haberlo conversado con ella y anularlo en mi registro de pendientes, hasta verlo aparecer en un momento como éste”.
Mientras tanto, en Venezuela, el fiscal general de ese país, Tarek Saab había informado que el Ministerio Público iba a investigar las “graves denuncias” contra el escritor Mckey. Y así fue, ya que pesaba sobre él una orden de captura internacional, según informaron fuentes de la Policía de la Ciudad.
Sin embargo, no fue el único artista que fue denunciado en redes sociales en el país caribeño. Todo comenzó en Instagram, con una cuenta abierta para denunciar a Alejandro Sojo, el cantante de la banda de pop rock venezolana Los Colores, por abuso a menores de edad ocurridos hace unos años, siendo él mayor.
El primer mensaje, el 19 de abril, llamaba a “recolectar testimonios” para proceder penalmente en su contra y alertaba de casos de jóvenes de 14, 15 y 16 años documentados con “conversaciones de WhatsApp, Facebook e Instagram” que fueron divulgadas, como el caso de Mckey.
“Lamento profundamente todo el daño que mis errores del pasado hayan podido causar”, respondió en un comunicado Sojo, quien también reside en Argentina.
Siguiendo el eco del movimiento #MeToo, comenzó a encenderse la consigna en redes sociales de “Yo sí te creo” como señal de respaldo a las víctimas, que rápidamente se viralizó.
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