En la madrugada del lunes 5 de marzo del 2018, un grupo de vecinos llamaron al 911 y alertaron a la Policía de Mendoza que en una de las casas de la calle Almirante Brown, en la localidad de Tunuyán, se oyeron gritos y vieron a dos extraños huir en un Fiat 600 blanco.
Los efectivos que se trasladaron al lugar encontraron una puerta forzada en el patio y dentro de la casa a la empresaria frutihortícola Norma Carleti, de 61 años, tendida boca abajo sobre el piso del living: había sido apuñalada más de 50 veces y falleció antes de que pudiera ser trasladada a un centro de salud.
Este miércoles, tres años después del hecho, el crimen de Norma Carleti llega a juicio, en el que un jurado popular determinará la inocencia o culpabilidad de los cuatro imputados por el asesinato de la mujer. Entre ellos, su ex esposo, el empresario y histórico dirigente de la Unión Cívica Radical (UCR) y ex senador provincial, Leonardo Hisa, detenido 10 días después del crimen -que ocurrió cuando se encontraba de viaje en España- y señalado como autor intelectual del femicidio.
De acuerdo a la investigación del fiscal Jorge Quiroga, a cargo de la fiscalía del departamento de Valle de Uco, el móvil del brutal crimen habrían sido “los graves conflictos personales y comerciales que existían durante los últimos años del matrimonio” de Hisa y Carleti, que tramitaban su divorcio.
Si bien el crimen de Norma Carleti se produjo a las 23.46 del domingo 4 de marzo de 2018, Leonardo Hisa, según publica el diario Los Andes, habría comenzado a planear el asesinato el 23 de febrero previo. Ese día, su ex mujer le comunicó que “el tiempo de llegar a un arreglo sobre la división de bienes” había finalizado.
De acuerdo a la acusación fiscal, luego de ese mensaje Hisa se contactó con Juan Carlos Guerrero, un empleado suyo que había trabajado cómo albañil en la casa de la víctima, para que consiguiera a alguien para matar a su ex mujer a cambio de una suma de dinero.
El 2 de marzo, Carleti llamó a Hisa para decirle que firmaría “todos los documentos” para que sus abogados inicien el lunes siguiente las acciones legales”. Ante esa urgencia, siempre de acuerdo a la investigación de la fiscalía, el 4 de marzo a las 21, Hisa le advirtió a Guerrero que debía “acelerar la muerte de su esposa, ya que si Norma Carleti firmaba el lunes 5 de marzo las acciones legales del divorcio, los bienes deberían distribuirse en la liquidación de la sociedad conyugal e Hisa perdería una serie de propiedades que pretendía mantener en su poder”.
Guerrero, que de acuerdo a la hipótesis del fiscal Quiroga no consiguió quien hiciera el trabajo, organizó la muerte él mismo y la encomendó a sus hijos Kevin, en ese momento detenido con prisión domiciliaria, y Alexis Guerrero.
El 4 de marzo, minutos antes de la medianoche, los hermanos llegaron a la casa de la empresaria en la calle República de Siria al 300 a bordo del Fiat 600 que había comprado su padre, junto a una tercera persona no identificada, rompieron la puerta de la cocina, y encontraron a Norma Carleti, a quien golpearon en el rostro y asesinaron de 52 puñaladas.
Luego huyeron sin robar nada -lo que despertó de inmediato sospechas de un crimen por encargo- en el auto que apareció quemado a 7 kilómetros del lugar del hecho. Algunas horas después, los hermanos Guerrero fueron detenidos e imputados por el asesinato.
El hijo mayor de la víctima, Gastón Gómez, fue el primero en apuntar que no se había tratado de un robo. “Si hubiese sido así, los hombres que entraron se habrían llevado el dinero que tenían a mano. Sabemos con seguridad que a mi mamá la mandaron a matar y por eso me constituí en querellante y con nuestros abogados hemos pedido que se sumen otras medidas probatorias”, señaló en diálogo con el Diario UNO.
El juicio iba a comenzar el lunes 19 de abril, pero ese día finalmente sólo se llevó a cabo la audiencia de selección de jurados en las que las partes, a instancias del Juez Técnico David Mangiafico, tuvieron un primer encuentro con los candidatos. El jurado estará integrado por 12 jurados titulares (6 varones y 6 mujeres) y 4 suplentes que seguirán durante aproximadamente un mes el debate en la sede del Ejército Argentino de Campo Los Andes y escucharán a más de 80 testigos.
Los cuatro acusados están imputados por el delito de homicidio calificado por el vínculo y por ser cometido por precio o promesa remuneratoria, que prevé una pena de prisión perpetua.
El ex esposo de la víctima, Leonardo Hisa está imputado en la causa calidad de “instigador”, como organizador del plan criminal. Juan Carlos Guerrero, en tanto, figura como “partícipe primario” y sus hijos Kevin y Alexis Guerrero como “coautores” del homicidio.
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