La hija de Stella Maris Sequeira, la mujer desaparecida desde fines de 2016 y por cuyo femicidio está siendo juzgado el abogado penalista Rubén Carrazzone, aseguró este miércoles en el juicio oral que está “totalmente convencida” de que el acusado “mató” a su madre.
“Estoy totalmente convencida de que Carrazzone mató a mi mamá y la desapareció”, declaró Solange Ponzo durante la audiencia virtual realizada ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de La Plata. Allí recordó que en una oportunidad vio a su madre con la cabeza ensangrentada y le dijo que había sido golpeada por el abogado.
La hija de Sequeira relató que al imputado lo conoció cuando tenía 17 años y que fue ella la que hizo la “conexión” entre él y su madre para que comenzaran a relacionarse. Además señaló por la plataforma Zoom a los jueces Alejandro Esmoris, Nelson Jarazo y Fernando Canero que “al muy poquito tiempo él se muda a la quinta, la relación de ellos en principio era buena, era todo normal, no parecía nada extraño hasta que fueron corriendo los meses y fuimos conociendo lo que realmente era”.
En una declaración que se extendió por casi cinco horas y que continuará en la próxima jornada prevista para el miércoles de la semana que viene, Ponzo aclaró que luego de un tiempo en el que el abogado comenzó a convivir con ambas, la relación entre ella y su madre se tornó “muy mala” y añadió que “Rubén se mostraba como un papá” y que no sabía que en realidad el abogado “vivía en una delincuencia, lo naturalizaba sin saber que no era normal”.
“Las causas que él traía era de gente a la que mataban, eran todas causas de delincuencia, vivíamos en un peligro constante”, recordó Ponzo, quien aseguró que lo primero que pensó cuando un amigo le dijo que su madre estaba desaparecida es que el letrado “pudo haberle hecho algo de todo lo que había visto en esas causas”.
La querellante dijo que en 2011 se fue de la casa en la que convivían tras una discusión con su madre y que, en un momento que regresó para retirar sus pertenencias, la encontró “contra la ventana y toda la cabeza sangrando”.
“Carrazzone me decía ‘está loca, está loca’ y ella me decía que le había pegado”, afirmó la mujer, quien contó que su madre, tras ser curada en un hospital, los echó a ambos, pero al tiempo la pareja volvió a convivir y según la mujer, “nunca” se imaginó que el abogado “le iba a levantar la mano”. Dijo que Sequeira “no era feliz” porque vivía “muy obsesionada buscando infidelidades” de su esposo.
Además, Ponzo dijo que a partir de ese episodio casi no volvió a ver a su madre ni tener contacto con ella. De esta forma, nunca conoció a su nieta, que en la fecha de la desaparición tenía casi cuatro años.
“Me entero que mi mamá estaba desaparecida por un amigo de Ezeiza que me mandó una foto de la búsqueda de paradero que había sacado la comisaría”, sostuvo la hija.
Ante esa situación, ella se acercó a la seccional, donde la pusieron al tanto de la búsqueda y que le dijeron que era “un secuestro”. “Les digo que no hay ningún secuestro, que Carrazzone hizo algo, hubo algo raro, me dijeron que me calle la boca y que fuera a la DDI”, agregó la mujer, que expresó que en ese momento pensó en la imagen de su madre con la cabeza ensangrentada contra la ventana.
Ponzo respondió preguntas durante casi cinco horas de su abogada Raquel Hermida Leyenda, del fiscal Rodolfo Marcelo Molina, del defensor Pablo Cuomo y del propio acusado. “¿Quién la engañó?”, le preguntó Carrazzone a Ponzo, quien le respondió, “vos me engañaste”, tras lo cual repreguntó “¿qué soy?”, por lo que finalmente la mujer le refirió: “Lo determinará la justicia; yo creo que la mataste a mi mamá”.
El TOF 2 de La Plata pasó a un cuarto intermedio para el próximo miércoles con la declaración de la testigo dado que uno de los jueces sufrió un corte de luz.
Carrazzone comenzó a ser juzgado de manera presencial el 31 de marzo último acusado del femicidio de su esposa, Sequeira, quien se encuentra desaparecida desde 2016 en Ezeiza y cuyo cuerpo nunca fue hallado.
El debate es llevado adelante por la Justicia Federal, ya que inicialmente el caso fue investigado como un presunto secuestro, debido a que el abogado denunció que había recibido un llamado extorsivo para que entregara dinero para recuperarla, lo que finalmente se desestimó.
La víctima, quien convivía desde hacía 13 años con el penalista, desapareció el 29 de diciembre de 2016 de su casa de la localidad de El Ombú, partido de Ezeiza. El abogado denunció el hecho recién el 31 de ese mes y, un día después, aseguró haber recibido un llamado extorsivo en el que le exigieron 80.000 dólares para liberarla. Sin embargo, la pesquisa determinó que se había tratado de una falsa denuncia, aparentemente tendiente a entorpecer la investigación y ocultar el femicidio.
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