La situación judicial de Carlos Alberto Savanz, el cartonero que secuestró durante tres días a mediados del mes pasado a una menor de siete años en la villa Cildañez, es cada vez más complicada: la Justicia bonaerense ordenó una nueva detención en su contra, en un caso donde se lo investiga por abusar de una menor de su familia ocurrido el año pasado.
La acusación la realizó su ex mujer y recayó en la UFI Nº 1 de la jurisdicción de Presidente Perón, a cargo del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta. Según pudo saber Infobae, en ese momento, Savanz convivía con la mujer y su familia en la localidad bonaerense de Guernica.
Tras la acusación y la recolección de testimonios, los funcionarios judiciales calificaron la causa como abuso sexual simple, ya que, según detallaron, la mujer lo denunció por “tocamientos” a la menor de edad. Luego, los fiscales del caso emitieron una orden para excluirlo del domicilio y el hombre se fugó. “Se lo buscó por todos lados en ese momento, pero no se pudo dar con él”, había revelado una fuente del caso a Infobae.
La misma fuente detalló que a la menor no se le había realizado la cámara Gesell, una pericia clave en una causa de abuso sexual de menores, ya que cuando se hizo la denuncia regía la cuarentena obligatoria y ese tipo de peritajes se volvían difíciles de concretar. Por eso ordenaron de inmediato que el hombre fuera excluido de la vivienda, pero Savanz desapareció. Hasta que fue encontrado en Luján luego ser buscando con un fuerte operativo policial durante tres días tras secuestrar a la menor de 7 años, en un caso que tuvo en vilo al país.
Con Savanz detenido y acusado por el delito de sustracción de menores, el fiscal Condomí Alcorta reforzó su investigación y logró sumar varios indicios más en contra del cartonero. Esas nuevas pruebas lo llevaron a pedir una nueva detención que fue co 8 de Cañuelas.
Así, la causa avanza y mañana se llevará a cabo la cámara Gesell que no había podido ser realizada cuando se lo denunció por este hecho. El resto de la acusación se mantendrá en reserva para no revictimizar a la menor.
Mientras tanto, Savanz continúa encerrado en un calabozo tras la confirmación del procesamiento firmado por la Sala VI de la Cámara Criminal y Correccional. Allí se lo acusa por secuestrar durante tres días a la menor de siete años, tras ganar la confianza de la madre de nena y engañarla, para trasladarla desde Capital Federal hasta Luján en su bicicleta.
En el fallo del procesamiento, los argumentos de la defensa fueron duramente rebatidos. Su abogado había planteado, por ejemplo, que Savanz intentó llevar a la menor al zoológico de Luján. “Ninguna duda se consolida respecto a que Savanz se retiró con la niña pese a que defensa sugiere que su progenitora -tomando como fundamento la adicción a las drogas que padecería- pudo olvidar que, en realidad, lo autorizó a que fuesen juntos hasta el zoológico en Luján, localidad donde finalmente fueron encontrados días después, pero esa hipótesis es, francamente, pueril”, aseguró el fallo al que accedió Infobae, una conjetura que consideraron “huérfana de todo respaldo”, a la que “ni siquiera” Savanz hizo referencia.
El fallo también retrata una escena escalofriante, hasta ahora desconocida en sus detalles: los policías de la Bonaerense que lo arrestaron, luego de que una vecina lo señalara, aseguraron que al cachearlo Savanz soltó su bicicleta. M., la menor, estaba oculta en el canasto, envuelta en una caja de cartón. Cayó al suelo y dijo: “Quiero que me lleven con mi mamá”.
La declaración en cámara Gesell de la menor es también una columna vertebral de la imputación contra Savanz. La niña afirmó que en los días en los que permaneció con “Carlitos”, como lo llamaba a Savanz, estuvo dentro de un “bosque” solamente con él, quien aseguraba que estaban “perdidos” y, ante los pedidos de volver con su madre, le daba respuestas evasivas. En el contexto del “bosque”, M. pudo relatar lo vivido.
También, las entrevistas de Savanz con psiquiatras del Cuerpo Médico Forense son parte de la causa. Su defensa habló de alucinaciones, de un posible cuadro de psicosis y un retraso mental leve. Sin embargo, ante psiquiatras oficiales, dijo haberse “mandado una macana”.
Los expertos oficiales lo consideraron imputable. “Resulta verosímil afirmar que al momento de los hechos haya tenido autonomía psíquica suficiente como para comprender la criminalidad de sus actos y /o dirigir su accionar (…) entiende la criminalidad de los actos humanos como así también de los propios”, aseguró el reporte incluido en el fallo de la Sala VI.
Así, los magistrados Magdalena Laiño y Julio Lucini reclamaron que Savanz abandone finalmente su celda en la central de la Policía Federal en Villa Lugano y sea trasladado a un penal federal.
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