Después de dos días agitados, la causa que investiga el caso del joven de 25 años que persiguió con su camioneta, atropelló y mató a dos motochorros después de haber sido asaltado en Rosario sumó dos novedades clave que podrían complicar aún más la situación del conductor del vehículo.
En primer lugar, el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe sacó a la luz el video donde se puede percibir el momento fatal donde Diego C. persigue y atropella a Luciano Escudero, de 29 años, y a Diego Nicolás Quiroga García, de 25, quienes perdieron la vida después de haber sido arrollados por la camioneta.
El video está tomado desde la cámara de seguridad de un domicilio ubicado en la calle Juan Zuviría, tras el cruce con Navarro, en el barrio Fisherton.
En el documento audiovisual se puede percibir cómo en un momento, sobre el margen izquierdo del plano, se ve cómo los dos presuntos delincuentes se suben a la vereda intentando escaparse de la camioneta. En apenas unos segundos se ve al vehículo de mayor porte subiéndose también a la vereda a alta velocidad, hasta que lo alcanza, pasa por encima a los motochorros y termina incrustado contra un árbol.
Como producto del incidente, Diego García quedó debajo de las ruedas de la camioneta y murió en el acto. Mientras tanto, Escudero falleció horas después en un hospital de la zona, donde se encontraba internado bajo custodia policial.
La segunda novedad del caso llegó de la mano del juez a cargo de la causa, Román Lanzón, quien por pedido del fiscal Patricio Saldutti, resolvió que el conductor de la camioneta deberá permanecer detenido en prisión preventiva durante 60 días, bajo la imputación por el delito de doble homicidio simple.
Durante la audiencia en la que el magistrado resolvió tal medida, fue el propio fiscal Saldutti quien exhibió el video y respaldó con esa evidencia la permanencia de la acusación de homicidio al conductor de la camioneta.
“Ustedes vieron el video. Nosotros nos abocamos a la evidencia que tenemos para valorar esta causa. Y hoy por hoy, la evidencia nos conduce, siendo imputativa y provisoria, a un homicidio simple”, afirmó el fiscal Saldutti, en declaraciones a diversos medios de prensa.
“Lo que estableció hoy el tribunal es una prisión preventiva por 60 días. Esto quiere decir que el imputado se encuentra cautelado para garantizar los fines del proceso durante todo este tiempo y poder determinar en este tiempo si se mantiene esta calificación legal o si hay elementos que alumbren una calificación distinta (...) No obstante, en el medio de los 60 días, si llegasen a surgir elementos que modifiquen la plataforma fáctica que tenemos hoy, tanto la defensa como la propia fiscalía puede pedir una revisión de la medida”, agregó.
Por el momento, el joven detenido decidió no testificar ante el fiscal. Lo mismo hizo su familia directa, que resolvió abstenerse de brindar testimonios.
Así, hasta ahora sólo se recogieron las palabras de algunos vecinos del acusado, que aseguran haber presenciado el comienzo del incidente, cuando el joven habría sido víctima de un asalto a mano armada.
Los mismos vecinos indicaron que los delincuentes efectuaron disparos durante el presunto robo, ocurrido a 600 metros del incidente vial, en la calle Amuchástegui al 7900. Sin embargo, el fiscal advirtió que todavía no se pudo comprobar de manera fehaciente que se hayan realizado disparos durante el hecho.
“Aún no hay prueba científica respecto de los disparos. Sí hay testimonios de los disparos al momento del robo. Podrán haber sido al aire porque no hay impactos en la camioneta, en la vivienda y en la persona. En el lugar final del hecho tampoco hay registros de disparos, sí se secuestró allí el arma de fuego”, indicó el fiscal Saldutti.
Además del arma de fuego, los investigadores encontraron debajo de la camioneta una mochila con 2.000 dólares y 2.000 pesos argentinos que el detenido aseguró que eran de su propiedad.
A raíz de la detención del conductor de la camioneta, el sábado se vivieron momentos de tensión en el propio barrio de Fisherton, donde amigos, familiares y vecinos de Diego C. realizaron una marcha exigiendo su liberación.
”Estamos todos en la misma mierda, peleando por nuestra vida para que dejen de matarnos, porque los delincuentes salieron a matar (...) Pedimos que lo liberen porque él no es ningún homicida, él se defendió en su legítima defensa. Si hubo exceso es porque estaba defendiendo lo que se gana todos los días”, aseguró la tía del imputado en declaraciones a Radio 2.
Así, ante la presión social existente en el caso, el fiscal respondió: “Yo entiendo el contexto, la situación. Yo soy parte de la sociedad, no estoy exento en absoluto al descontento generalizado. Pero mi función como fiscal es una función orgánica, integrante del poder judicial y ajustado al criterio de objetividad”.
“La presión social no debería hacernos mella a los funcionarios, en ningún sentido y en ninguna causa. Todos sabemos que influye pero nosotros tenemos que estar apegados a la objetividad y a la conciencia de estar haciendo lo mejor posible en términos legales. No podemos escuchar al humor social para resolver una causa”.
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