Un nuevo episodio de la ola de inseguridad que azota al conurbano bonaerense. Esta vez, un gendarme debió enfrentarse a cuatro delincuentes: hirió de muerte a uno de ellos y un cómplice debió ser trasladado a un hospital de la zona con una leve herida de bala producto del tiroteo.
El hecho se desencadenó este miércoles por la tarde en la localidad de San Justo, partido de La Matanza. Un hombre y una mujer a bordo de una camioneta Toyota Hilux, que trasladaban materiales para construcción destinados a la casa del efectivo de seguridad, fueron sorprendidos por al menos cuatro ladrones armados que los amenazaron para robarles el rodado.
Frente a esta situación, la mujer comenzó a gritar desesperadamente por lo que el gendarme salió de su casa y se identificó como efectivo policial, tras lo cual se desató el violento tiroteo.
Los ladrones escaparon a la carrera y dos de ellos, que habían sufrido impactos de bala, cayeron al suelo y quedaron tendidos en la puerta de ingreso a una farmacia ubicada sobre la colectora de Monseñor Rodolfo Bufano, a dos cuadras de la vivienda del personal policial. El otro par de delincuentes logró darse a la fuga.
Según informó la agencia Télam, al lugar acudieron efectivos de la comisaría Oeste 1ra. de San Justo que, al llegar, constataron en el mencionado comercio la presencia de dos jóvenes que yacían en el suelo con heridas de arma de fuego. Uno de ellos, baleado en el abdomen, se encontraba sin vida. El otro criminal solo recibió un impacto de bala en uno de sus hombros y fue trasladado a un hospital de la zona.
Por su parte, el sargento, que presta servicio en el edificio Centinela de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), resultó ileso. Ayer por la noche, personal de la Policía Científica realizó los peritajes correspondientes. A la vez, luego de un rastrillaje en la zona del hecho, hallaron tirada en el suelo una réplica de un arma de fuego.
La causa quedó a cargo del fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, y fue caratulada como “tentativa de robo agravado en poblado y en banda y homicidio”. El funcionario dispuso el secuestro del arma reglamentaria -una pistola Glock 9 milímetros- para realizar las pericias correspondientes.
Según revelaron fuentes judiciales a Crónica, el suboficial de 29 años de edad se encontraba vestido de civil y franco de servicio, cuando extrajo su arma para defenderse de los disparos de los asaltantes. La Justicia deberá determinar si efectivamente el oficial actuó en defensa propia y de la pareja amenazada de muerte.
En ese mismo distrito, días atrás tres hombres destrozaron una de las ventanas de la Comisaría 2° de Aldo Bonzi. Las imágenes viralizadas mostraban a personas heridas y ensangrentadas que rompen vidrios de la seccional de la Bonaerense. Incluso, arrancaban las cortinas con intenciones de ingresar y agredir a los efectivos de la Policía Bonaerense que filmaban la situación.
La violenta secuencia comenzó cuando dos bandas comenzaron una pelea feroz en plena vía pública. De un lado, estaban los futuros protagonistas del video y del otro un grupo integrado por adultos y menores de edad que se disputarían el territorio, aunque no queda claro el fondo de la cuestión. Según relataron testigos a la policía, el encontronazo comenzó con golpes de puño, piedras y llegó hasta las amenazas con armas blancas.
Alertados por los vecinos, los efectivos de la dependencia llegaron al lugar y lograron dispersar a los violentos pero no hubo detenciones, lo que provocó la ira de uno de los grupos. Algunos minutos más tarde tres de los integrantes de esa banda, identificados como Maximiliano Ezequiel Mussin de 22 años, Nahuel Manduca de 24 y Juan Pablo Bustos de 20, aparecieron intempestivamente en la seccional con la intención de mostrar sus heridas e ingresar a atacar a los efectivos.
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