Una joven de 21 años embarazada murió en las últimas horas cuando circulaba junto a su novio por la localidad bonaerense de Castelar luego de haber sido embestida por dos presuntos motochorros, uno de los cuales también murió, que escapaban a toda velocidad de la Policía Bonaerense, según confirmaron fuentes del caso a Infobae.
El trágico episodio comenzó este domingo por la noche en las calles Segunda Rivadavia y Pérez Quintana, donde un móvil del Comando de Patrullas de Ituzaingó advirtió la presencia de un grupo de tres motos con dos ocupantes cada una que habrían intentado cometer un robo y que, de acuerdo a la advertencia de un vecino a los efectivos, iban armados.
Dos de las motos huyeron en distintas direcciones y se inició así una feroz persecución contra la moto restante, una Yamaha 250 que, tras cruzar de Ituzaingó a Castelar, en el partido de Morón, impactó en la esquina de Isabel de Pardo y Palmero del barrio San Juan contra otra moto, modelo Zanella 110, en la que viajaban Milagros Silva, de 21 años, junto a su novio, Leandro Borrachia, de 23.
A raíz del impacto, la joven, que estaba embarazada de tres meses, salió desprendida del vehículo, golpeó su cabeza contra el asfalto y falleció en el acto.
En ese momento, los efectivos del Comando aprehendieron en el lugar a los dos ocupantes de la primera moto, identificados como Martín Andrés Parada, de 19 años, que además tenía en su poder una pistola calibre .38 con seis municiones, y Leonardo Ariel Díaz, de 24.
Parada, que en principio se identificó ante los investigadores con otro nombre y el apellido Benítez, registra antecedentes en causas por encubrimiento, hurto y el robo de una moto, de acuerdo a fuentes policiales.
Según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, Parada, con domicilio en Merlo y un trabajo registrado hasta 2019 en una tercerizadora, debió ser trasladado de urgencia al Hospital de Morón, donde permanece internado con heridas graves.
Díaz, su compañero, en tanto, había sido trasladado a una comisaría, donde manifestó que sentía dolores, se descompensó y perdió el conocimiento. Los efectivos lo trasladaron a bordo de un patrullero hasta el Hospital de Morón y cuando era asistido en la guardia los médicos constataron que había fallecido producto de los golpes recibidos en el choque.
La muerte de Díaz, que iba a ser indagado en las próximas horas, será investigada ahora por la fiscal Marisa Monti de la UFI N° 5 de Morón, que no tomó ninguna medida contra el personal policial. El cuerpo fue trasladado a la morgue judicial de Lomas de Zamora para la realización de una autopsia y personal de Gendarmería quedó a cargo de las pericias.
Respecto a la moto involucrada en el accidente, por otra parte, los efectivos confirmaron tras el hecho que contaba con un pedido de secuestro activo por el delito de robo agravado por el uso de arma de fuego en jurisdicción de la comisaría 6ª de Vicente López el pasado 21 de marzo.
La investigación de la muerte de Milagros, caratulada a priori como homicidio con dolo eventual, encubrimiento agravado y tenencia ilegal de arma de fuego, quedó en manos del fiscal Oscar Marcos, a cargo de la UFI N° 4 de Morón, que estuvo en el lugar del hecho hasta la madrugada y ordenó una serie de medidas, entre ellas la recopilación de imágenes de las cámaras de seguridad para conocer la secuencia del accidente.
En las últimas horas, a pesar de la primera información en cuanto al hecho, la familia de Milagros puso en duda la versión policial sobre el accidente. “Salieron a comprar. Fueron a buscar plata y a comprar una gaseosa, son 10 cuadras. En el trayecto que estaban viniendo, los embistió, como me dijeron a mí, la moto que era perseguida por el patrullero”, indicó Alejandra, la madre de Milagros.
“Ahora, el patrullero venía sin sirena, en ningún momento dio aviso de una persecución como para que uno se detenga, no sé. Los pasaron por encima”, se lamentó la mujer. Fuentes policiales habían informado, sin embargo, que el móvil llevaba balizas y sirena encendidas durante el trayecto en que siguió a la moto entre Ituzaingó y Castelar.
La mujer, que supo del accidente a través de la madre del novio de su hija, aseguró que los vecinos que supuestamente presenciaron el choque le contaron otra versión, en la que el móvil policial es en realidad es el primero en impactar contra los delincuentes.
“Me dicen que el mismo patrullero embiste primero la moto de los que venían persiguiendo y es ahí cuando choca con la moto de mi hija. La moto cayó encima de ella y ella murió en el acto”, indicó la mujer, todavía conmocionada por la muerte de su hija. “Estábamos haciendo unos fideos, salieron a buscar plata y a comprar una gaseosa. Dije ‘están tardando mucho’, la llamé a la suegra de ella y me dice ‘me acaban de avisar que chocaron’. Vinimos corriendo hasta acá y mi hija ya estaba muerta”.
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