La Justicia de Pilar realizó este viernes dos nuevos allanamientos en el marco de una causa en la que se busca desbaratar a una banda que estafaba a hombres que buscan pareja por redes sociales para encuentros sexuales.
Según la denuncia, los delincuentes se hacían pasar por policías para engañar a sus víctimas, a quienes les hacían creer que estaban involucradas en una investigación sobre una red de trata de menores, y entonces les exigían dinero para que no fueran detenidas, una modalidad que se viene repitiendo en el último tiempo.
Fuentes judiciales y policiales informaron que los nuevos sospechosos identificados son una mujer de 42 años de la localidad bonaerense de Martínez, y un hombre de 37 y otra mujer de 44, ambos de Belén de Escobar, aunque ninguno de los tres quedó por el momento detenido.
Los procedimientos fueron realizados por detectives de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (sub DDI) de Pilar, en el marco de una causa encabezada por el fiscal de ese distrito Raúl Casal.
Según las fuentes, la víctima de esta “sextorsión” llegó a hacer transferencias de casi 550.000 pesos a través de la plataforma Mercado Pago e, incluso, “se endeudó sacando créditos, con sus tarjetas y hasta tuvo que pedirle dinero prestado a varios amigos y conocidos, hasta que decidió hacer la denuncia”.
En este caso, el hombre se presentó en enero pasado en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Pilar y allí contó que se había contactado vía Instagram con una joven que se hacía llamar “Sofía” y con la que intercambió fotografías sexuales.
Luego de ello, comenzó a recibir llamadas y mensajes por la aplicación WhatsApp en la que varias personas se presentaron como miembros de la “Asociación Argentina de Lucha Contra el Cibercrimen”.
Esas personas le dijeron que “Sofía” era una menor de edad que estaba cautiva en manos de una banda de trata de personas, que sabían que él estaba involucrado con la organización criminal y que si quería evitar un allanamiento y su detención, debía transferir una suma de dinero.
Con los datos de los titulares de las cuentas involucradas en el hecho, movimientos de dinero y direcciones de IP aportados por la División Seguridad Informática de Mercado Libre, y otras tareas inteligencia, los investigadores judiciales y policiales identificaron los dos domicilios que fueron allanados este viernes.
En la casa de Martínez, la mujer de 42 años dijo que no tenía dispositivos electrónicos, pero los efectivos de la Sub DDI Pilar encontraron teléfonos y equipos informáticos ocultos debajo del lavarropas, de las camas de sus hijos y en los baños.
Allí se secuestraron cuatro celulares, cuatro tablets –dos de ellas nuevas, en cajas cerradas-, una notebook, una PC de escritorio y una moto marca Honda XR 250 Tornado, que se sospecha pudo haber sido comprada con el dinero de la extorsión.
En el otro allanamiento, el cual se realizó en el domicilio ubicado en Belén de Escobar, a los sospechosos se les secuestraron dos celulares.
Otro fiscal de Pilar, Andrés Quintana, de la UFI 2, realizó días atrás tres allanamientos en las localidades bonaerenses de Boulogne, Ingeniero Budge y Hurlingham, donde fueron identificados cinco sospechosos -dos hombres y tres mujeres-, en el marco de otra causa donde se realizó una “sextorsión” con el mismo modus operandis.
En esa causa, la víctima es un joven de 23 años que en la Navidad pasada se contactó a través de un sitio de encuentros sexuales pagos con una chica que se hacía llamar “Camila” y que le ofrecía sus servicios.
Luego de intercambiar fotos y algunos diálogos, lo comenzaron a extorsionar vía WhatsApp delincuentes que también le decían que eran detectives de la Policía Federal, que la chica con la que había hablado era una menor de edad que estaba desaparecida y que había sido captada por una red de trata.
Los falsos policías también le dijeron que para evitar avisarle al juez y no terminar detenido, debía enviarle dinero por un link de Mercado Pago, y en total fueron cinco las transferencias por un monto total de 110.000 pesos.
Los voceros consultados indicaron a Télam que los fiscales Casal y Quintana intercambian información para determinar si se trata de una misma organización o si solo coinciden en la modalidad de estafa.
La amenaza o chantaje digital conocido como “sextorsión” es una forma de ciberdelito en la que se exige la entrega de dinero a cambio de no divulgar material íntimo que fue intercambiado a través de alguna red social o aplicación de mensajería. Ante esta situación, las autoridades especializadas recomiendan no borrar ningún mensaje y hacer de inmediato la denuncia.
Con información de Télam
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