Fuentes de la investigación informaron a Infobae que fue hallada por el Comando de Patrullas de Luján de la Policía Bonaerense en la calle junto a su captor, en la bicicleta en la que se trasladaron ambos durante los últimos días, tal como los mostraron cámaras de seguridad. Un llamado al 911 alertó de la presencia de la menor y el hombre durmiendo en la calle, lo que llevó a la Policía al lugar.
El hecho quedó registrado en este video.
En una primera instancia la niña fue llevada al Hospital Municipal de Luján, donde permaneció durante no más de diez minutos, ya que las autoridades del operativo dispusieron que la revisión médica la realizara el Cuerpo Médico Forense de Mercedes. Allí se le dió abrigo y un desayuno. Maia está en aparente buen estado general y manifestó encontrarse bien.
Luego fue trasladada a la sede del Comando de Patrullas de Luján, donde se encontraban el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni y el Jefe de la Policía Bonaerense, Daniel García.
También se acercaron al lugar para asistir a Maia profesionales del Servicio Local de Protección de Derechos de Niñas y Adolescentes, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Humano del Municipio de Luján, así como la fiscal María Laura Cordiviola, a cargo de la UFI 10 de la Fiscalía Descentralizada de Luján.
Finalmente, en ese lugar se dio el momento más esperado: la niña de 7 años se reencontró con su tía y con su mamá, Estela.
“La abrazamos y le preguntamos cómo está; estamos muy agradecidas con todo el mundo por esto”, declararon minutos después.
Antes del cara a cara habían hablado por teléfono.
El diálogo fue relatado por Rodolfo Baqué, abogado de la familia.
“Empezaron a hablar. La nena estaba shockeada. Primero habló con la tía, después le pasó con la mamá y empezaron a hablar cosas personales. Y le dijo: ¿cuándo venís mamá? Te extraño y te quiero”, relató el letrado.
Y agregó: “Preguntaba insistentemente “¿cuándo venís mamá?”.
Según pudo confirmar Infobae de fuentes judiciales, Savanz cuenta con antecedentes penales: en marzo del año pasado había sido denunciado por abusar de una menor de su familia. La acusación la realizó su ex mujer hace aproximadamente un año y la investigación quedó en manos de la UFI Nº 2 de la jurisdicción de Presidente Perón. Según pudo saber este medio, Savanz convivía en ese momento con su familia en la localidad bonaerense de Guernica.
Luego de que la mujer lo acusara por “tocamientos” a la menor de edad, los funcionarios judiciales calificaron la causa como abuso sexual simple, ordenaron la realización de una Cámara Gesell -una prueba clave en cualquier expediente por un delito sexual contra niños, que finalmente nunca se llevó a cabo- y el hombre se fugó.
“Se lo buscó por todos lados pero no se pudo dar con él”, reveló una fuente del caso a Infobae. Por eso, se ordenó de inmediato que el hombre sea excluido de la vivienda.
Según pudo saber este medio, la denuncia de abuso de la nena de su familia en Guernica sería el único antecedente que aparece en el registro penal de Savanz: el hombre no tiene entradas en el Servicio Penitenciario Bonaerense y tampoco carga con causas en la Ciudad de Buenos Aires.
Maia había sido vista por última vez el lunes 15 de marzo a las 8:40 de la mañana en el cruce de la colectora Dellepiane y Larrazábal, en el barrio porteño de Villa Lugano. Ese día por la tarde, su madre -que vive junto a sus hijos en una carpa precaria junto a la autopista Dellepiane en las inmediaciones del asentamiento Villa Cildañez del barrio porteño de Parque Avellaneda- denunció su desaparición en la Comisaría Vecinal 9C e indicó que su hija había salido por la mañana junto a un cartonero identificado como Carlos Savanz, de 35 años, y no habían regresado.
En los últimos tres días, efectivos de la Policía Federal, la Policía Bonaerense y la Policía de la Ciudad llevaron a cabo un operativo conjunto que comenzó en varios asentamientos y barrios de la zona cercana de donde fue secuestrada, continuó por la zona oeste del Gran Buenos Aires y, desde este miércoles a la noche, en la zona de Luján, donde finalmente apareció.
“Maia es muy dada, este señor se la llevó engañada. Mi hija no la regaló. Yo no le voy a decir a nadie que mi hija no se droga, pero a su hija la tenía como una reina”, aseguró Élida, su abuela, minutos después del hallazgo. “Teníamos miedo de que la mate, de no encontrarla, pero por suerte está muy bien”.
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