Una enfermera de 37 años del Hospital Interzonal de Agudos (HIGA) de Mar del Plata fue detenida tras haber sido acusada de robarle al menos cuatro mil pesos a una paciente que había fallecido dentro del establecimiento.
El hecho ocurrió el domingo pasado. Según informó el diario La Capital, una joven de 29 años se encontraba dentro del centro de salud, ya que su abuela había fallecido apenas unas horas antes.
De acuerdo a fuentes policiales, la joven observó en un momento que una de las enfermeras del HIGA le revisaba las pertenencias a la abuela, entre ellas, la cartera con la que la mujer había llegado al hospital.
Al recibir las pertenencias más tarde, la joven declaró haber notado que había un faltante de dinero dentro de la billetera.
Así, personal policial que se encontraba en el lugar entrevistó a la enfermera y con la presencia de testigos procedieron a revisar las pertenencias de la empleada. Así, se constató que la enfermera tenía guardados unos 4.200 pesos dentro de su corpiño.
Al consultarle en un primer momento sobre el origen de ese dinero, la empleada no pudo acreditarlo como propio y quedó a disposición del fiscal de flagrancia de Mar del Plata Eduardo Amavet, quien ordenó su aprehensión bajo la imputación por el delito de hurto.
Luego, el fiscal ordenó que la enfermera sea trasladada a la cárcel de Batán.
Durante el lunes, la enfermera fue indagada. Durante su declaración, la enfermera aseguró que esos 4.200 pesos le pertenecían y estaban destinados para el pago de unos bombones de chocolate que había encargado en una panadería cercana al hospital.
Además, afirmó que guardó su dinero entre su ropa interior “por miedo a que lo robaran” y añadió que la acusación recibida por parte de la familia de la señora fallecida fue producto de una confusión.
La enfermera reveló haber manipulado las pertenencias de la señora que murió, pero explicó que sólo lo hizo para reunir el material y luego entregárselo todo junto a la familia de la mujer.
Por su lado, el fiscal Amavet revisó el historial de la enfermera y constató que la enfermera estuvo involucrada en otro expediente.
Se trató de una causa caratulada por el delito de lesiones en la que se acusó a la enfermera de haber participado de una golpiza contra una persona en compañía de otros allegados por cuestiones vinculadas a otro robo.
En aquel momento, la enfermera quedó desafectada de la causa por falta de mérito.
Por ahora, la enfermera se encuentra aprehendida en la cárcel de Batán. Según pudo saber Infobae, el fiscal Amavet solicitó la detención al Juzgado de Garantías y una vez que eso se resuelva, se determinará si la mujer de 37 años permanecerá detenida o no.
De esta manera, la ciudad de Mar del Plata volvió a convertirse en el escenario de un robo insólito o poco común. A finales de febrero, salió a la luz el caso de un grupo de ladrones que buceó para robar unos 600 litros de cerveza que se estaban macerando en el fondo del mar.
La bebida se encontraba almacenada en barriles sumergidos a 20 metros de profundidad y ubicados a unas tres millas de la costa de la ciudad.
Las bebidas se encontraban allí porque estaban siendo maceradas para luego poder ser comercializadas con un fin solidario, según denunciaron las cervecerías dueñas de la carga y una ONG de buceo que colaboró en el operativo para sumergirlas.
En noviembre pasado, las cervecerías Heller, La Paloma y Baum de Mar del Plata hundieron barricas de una cerveza especial que elaboraron en forma conjunta para su maceración con un fin solidario, ya que luego de la extracción de los barriles y de un proceso, se comercializaría para que su dinero fuera donado al Museo de Ciencias Naturales “Lorenzo Scaglia” de esta ciudad.
Las barricas con 600 litros de cerveza estaban sumergidas a 20 metros de profundidad y sujetadas adecuadamente sobre la cubierta del buque pesquero “Kronomether”.
El hecho fue descubierto cuando comenzaron los trabajos para la extracción de los barriles. La idea era, luego de macerada, mezclar la cerveza con otra que se encuentra en la fábrica y así lograr una cerveza especial que sería embotellada y luego vendida, con las ganancias destinadas a caridad.
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