Mientras la familia de Ramón Aranda, el empleado de construcción de 47 años que murió atropellado en González Catán el sábado pasado mientras paseaba con su hijo en bicicleta brindaba detalles de lo sucedido antes de las cámaras de TV irrumpió en el lugar la mamá del menor de 14 años que manejaba el vehículo para dar su versión de los hechos.
Su presencia no solo generó malestar entre los familiares de la víctima sino que desató la ira de otro de los hermanos, que increpó a la mujer por permitir que su hijo manejara con frecuencia el Fiat 147 -que provocó el accidente fatal- a pesar de no tener licencia para conducir.
“Es la primera vez que lo hacía”, intentó justificar la mujer ante el ataque ante varios canales de televisión que la entrevistaban.
“Mentira, tenemos testigos de que el pibe todos los días andaba con el auto. ¿ El auto tiene los papeles?, ¿tiene seguro?”, preguntó el hombre, ofuscado.
“Si, si…”, respondió ella en un tono de voz bajo y dubitativo.
“Entonces queremos ver todo porque yo me enteré que el auto está dado de baja y está preparado para correr. Su hijo estaba corriendo carreras”, la increpó el hermano de la víctima.
La señora contó que su hijo tomó el automóvil sin que nadie lo advirtiera: “Agarró el auto sin permiso, volvió, dijo que iba a guardar el auto y después se fue a dar otra vuelta”.
El hecho ocurrió el sábado pasado, cuando el menor de edad circulaba a bordo de un vehículo Fiat 147 Spazio color blanco y por razones que todavía se investigan perdió el control del mismo al llegar a la intersección de las calles Tomas Valle y Jorge Newbery, en el partido de La Matanza. El auto terminó subido a la vereda, atrapado entre la pared de una propiedad y un poste de luz de cemento, al que prácticamente arrancó de su sitio.
Según información policial a la que accedió Infobae, el auto embistió a una bicicleta en la que viajaban Ramón Lisandro Aranda Teves, de 47 años, empleado de una constructora porteña y vecino de la zona, que falleció en el acto, y su hijo, de 5, quien fue asistido por los vecinos de la zona quienes llamaron inmediatamente al 911. El domicilio registrado de Aranda queda a once cuadras del lugar del hecho.
“Vengo a decir que también quiero justicia y que la familia tenga paz”, remarcó la mujer. “Es un nene”, intentó justificar a su hijo. Y ante los gritos reiterados de los familiares de la víctima la mujer trataba de disculparse diciendo: “Estoy nerviosa, estoy nerviosa”.
El hermano de Ramón fue quien llamó a varios canales de televisión para denunciar lo sucedido ya que no confía en el accionar de la justicia. “Quiero que vengan los canales y que sepan todo. La justicia no hacen nada. Es menor y va a salir. Pero nosotros no tenemos consuelo. A mi hermano no lo vamos a ver más. Mi sobrino no tiene más un padre. ¿Quién lo va a cuidar, quién le va a dar de comer a la familia?”, se preguntó.
“Su papá tendría que haberle metido un cachetazo. Si quiere manejar que espere a los 17. ¿Cómo le van a dar un auto a un pibe?,” cuestionó el hermano.
La mujer contó que su hijo recién ayer por la noche se enteró que el accidente había dejado como saldo una víctima fatal. “No vio al señor. Estaba en shock”, dijo.
“¿Qué shock? Si se fue caminando tranquilo….”, le respondió el hermano del fallecido.
“El no sale con el auto”, intentó justificarlo su mamá, quien después terminó admitiendo de que su hijo usaba el auto. “Mi marido le estaban le estaba enseñando a manejar”, indicó.
Y antes de que terminara de justificar lo injustificable el hombre le dijo: “Entonces su marido es responsable porque le enseñó a manejar con 14 años. Mi hijo tiene 17 años y todavía no maneja porque primero tiene que sacar el registro”.
El adolescente, por su parte, también resultó herido como consecuencia del impacto. Hoy se encuentra internado en una clínica de La Matanza. Luego de ser dado de alta continuará bajo arresto en un centro de menores en la zona de San Martín tras un pedido de la UFI de Responsabilidad Juvenil N°2 a cargo del fiscal Marcelo Germinario, que abrió una causa por homicidio culposo y lesiones culposas.
Sin embargo, por su edad, no sería penalmente responsable. Los archivos judiciales revelaron que el joven no cuenta con antecedentes penales previos.
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