En una serie de allanamientos, la Policía Federal, bajo las órdenes del juez Ariel Lijo y el fiscal Ramiro González encontró en Mar del Plata un laboratorio clandestino donde se producía dióxido de cloro y luego se lanzaba a la venta como “solución mágica” contra el COVID-19. Los propietarios de ese lugar estarían relacionados con Andreas Ludwig Kalcker, un presunto médico alemán que se presenta como el descubridor de la solución milagrosa para el coronavirus y promociona el consumo de esa sustancia. La misma está prohibida en el país y en gran parte del mundo para su ingesta ya que puede causar la muerte.
Así la Unidad Fiscal de Investigaciones en Materia Ambiental (UFIMA), a cargo de González, apunta su investigación, en parte, contra Kalcker. Aunque también contra los argentinos Daniel Leonardo Binello, Daniel Bagalá, Xiomana Tatiana Solnik, Aureliana Manuela Duarte, junto al responsable de un perfil de Facebook que se llama “Semillas Orgánicas”.
Todos ellos, dice el fiscal González, “habrían puesto a la venta y/o distribuido y almacenado, con fines de comercialización el compuesto denominado “clorito de sodio”, “Cloruro de sodio” -“CDS”-, y/o “MMS” o “suplemento mineral milagroso”, sustancias que, tal como lo señaló la Administración Nacional de Medicamento, Alimento y Tecnología –ANMAT- resultan prohibidas para la ingesta humana por resultar peligrosa para la salud, disimulando los aquí denunciados su carácter nocivo”.
De este modo, según fuentes del caso, el fiscal los denunció por delitos que tienen penas de hasta 10 años de cárcel para el “envenenare, adulterare o falsificare de un modo peligroso para la salud” sustancias alimenticias o medicinales destinadas al uso público. Pero si se comprobara que esa sustancia provocó la muerte de una persona, la pena podría alcanzar los 25 años de prisión.
De este modo, ayer, el juez Lijo ordenó una serie de allanamientos donde se secuestró material de interés para la causa. Según detallaron, en los operativos se encontró un laboratorio clandestino, con elementos para la elaboración dióxido de cloro, también allí hallaron sustancias empaquetadas que en sus etiquetas decía “MILAGROSA MMS”. Además de rótulos y frascos para la posterior comercialización del producto. Los efectivos, por otra parte, se llevaron computadoras, un libro escrito por Kalcker, dispositivos portátiles y celulares que serán enviados a distintos peritajes para su análisis.
También encontraron autopartes en los allanamientos, por lo que se ofició a las fiscalías pertinentes para dar curso a otra investigación.
Los investigadores sospechan que lo que funcionaba en el país era un grupo que utilizaba la presunta legitimidad del médico alemán para vender ese tipo de productos prohibidos por todas las entidades médicas y de control, y hacer usufructo de esa ganancia. Sin embargo el presunto médico alemán estuvo en el país y dio conferencias en varias ciudades. Se cree que unos de los señalados fue el responsable de traerlo y se investiga su conexión.
En la denuncia a la que accedió Infobae, el foco está puesto Kalcker, nacido el 16 de marzo de 1961 en Alemania, y residiría en Suiza. Kalcker se presenta como investigador en “biofísica” –terapias alternativas- y promueve el “dióxido de cloro” como una sustancia que consumida en pequeñas dosis sería beneficiosa para la salud. A él se le adjudica ser el “descubridor del ‘MMS’, siglas que en inglés significa ‘Miracle Mineral Solution’, que se comercializan por distintas redes sociales y por internet en el país.
No es la primera vez que Al Kalcker es centro de las polémicas. En 2012 fue detenido en España por la Guardia Civil por un supuesto delito contra la salud pública. Daba charlas bajo el título “Un mundo sin cáncer. Lo que tu médico no te está contando”. Recientemente, Youtube retiró de su plataforma un video del supuesto investigador Andreas Kalcker, quien propugna el dióxido de cloro como cura del SARS-COV-2 por infringir las políticas de la comunidad.
A criterio del fiscal González, el “relato” de los beneficios de dióxido de cloro “excedió los límites, en el corriente año, cuando una vez declarada la ‘Pandemia Mundial por COVID 19’ por la Organización Mundial de la Salud, el referido Kalcker como algunos de sus seguidores y personas aquí denunciadas, aprovechando el miedo y ansiedad de las personas, comenzaron a publicitar tal sustancia como un remedio para la cura de la enfermedad ocasionada por el virus de Sars CoV-2 (COVID-19)”.
“Los medicamentos o productos que ofrezcan curas a enfermedades, que no se encuentren autorizados o avalados por la autoridad sanitaria, como aquellos que contienen ‘dióxido de cloro’, ‘clorito de sodio’ o sustancias relacionadas revisten riesgos para la salud de los pacientes, en atención a que se desconoce en qué condiciones fueron elaborados, si contienen realmente las sustancias que declaran o contienen sustancias distintas, dañinas o prohibidas si se encuentran bajo supervisión de un profesional de la salud, entre otras cuestiones”, sostuvo.
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