Un empleado del Concejo Deliberante de Río Gallegos fue hallado muerto en una vivienda de la capital santacruceña con una herida de arma blanca en el cuello.
La víctima es Juan Manuel Francisco Padrón, de 40 años, padre de una nena de 8 años, quien era un reconocido militante de la Unión Cívica Radical en la provincia de Santa Cruz. La casa donde fue hallado su cadáver, ubicada en calle Jamieson al 600, sería propiedad de su última pareja, Sofía Ávila, de 25 años, quien quedó detenida como la principal acusada del crimen.
El hecho ocurrió poco después de la medianoche del viernes. según relató a Télam la hermana de la víctima, Marcela Padrón: “Él había cobrado ese día, fueron al casino, cenaron y después fueron a Nautilus Pool -un bar-, donde estuvieron hasta las 23.30, por una conocida de los dos que los encontró cuando se iban. Todo pasó después muy rápido”, apuntó.
La Policía provincial tomó conocimiento del incidente poco después de las 12 de la noche, a raíz de un llamado al Comando Radioeléctrico de la hermana de Ávila.
La policía encontró a la joven de 25 años tirada en el suelo y de acuerdo a los primeros informes, en un estado avanzado de alteración. Justo encima de ella yacía el cuerpo de Padrón, que tenía manchas de sangre en toda la ropa, ya fallecido.
En ese primer momento, la joven dio a entender que habían tenido una pelea previa que desencadenó en el asesinato del militante de la UCR.
Sin embargo, desde la familia de la víctima refutaron la hipótesis de que hubo un conflicto previo y se la acusó a Ávila de haber plantado una escena del crimen.
La propia hermana de Padrón aseguró en la red social Facebook que “el cuerpo de mi hermano no se encontraba sobre el cuerpo de la asesina, es imposible porque ella caminó por la escena del hecho, hizo una llamada que tenemos confirmada y salió dos veces de la casa para para avisar que lo había matado”.
Además, la propia familia de la víctima advirtió a los medios locales que la relación entre ambos era problemática y que ya se habían repetido numerosas veces los hechos de violencia de la joven hacia el militante.
Padrón y Ávila se conocieron durante el verano de 2020, cuando coincidieron en unas vacaciones en Puerto Madryn. A los pocos meses, la pareja decidió convivir, por lo cual se mudaron a la casa de ella.
Así, durante todo el año de la pandemia, la familia de la víctima aseguró que cada vez que lo veían, Padrón aparecía con nuevas lesiones en el cuerpo.
“Este año también fueron de vacaciones a Puerto Madryn, ella sin su hijo y mi hermano sin mi sobrina, Renata. Él, que habitualmente se comunicaba todos los días con mi mamá, desapareció por cinco días, por lo que mi mamá llegó a hacer la denuncia por pedido de paradero. Cuando volvieron dijeron que les robaron todo en la playa”, afirmó Marcela Padrón.
Y agregó: “Cuando volvieron de las vacaciones él estaba todo lastimado, en la rodilla y en la espalda”.
A su vez, la hermana de la víctima indicó que su madre, Marta Barragán, había advertido sentirse preocupada por el nivel de violencia que presenció por parte de Ávila hacia su hijo en los encuentros familiares. Asimismo, los amigos afirmaron que le recomendaron en numerosas ocasiones separarse de Ávila, pero que el militante de la UCR se encontraba “embobado” con su pareja.
“Yo sabía que esta hija de p… me lo iba a matar”, afirmó la madre de la víctima en declaraciones al diario La Opinión Austral.
El caso quedó en manos de la titular del Juzgado Penal Nº 3, Rosana Suárez, quien determinó la detención de Ávila como principal sospechosa de haber cometido el crimen. A la pareja de la víctima se la acusó del delito de homicidio doblemente agravado por la convivencia y por la violencia de género con alevosía y premeditación.
La joven de 25 años dijo en su indagatoria no recordaba nada del hecho y que todavía se encontraba en estado de shock por lo ocurrido.
Por lo tanto, la Justicia resolvió en la mañana de hoy trasladar a la sospechosa desde la Seccional Tercera de la Policía de Santa Cruz hacia el Centro de Salud Mental de Río Gallegos. Por lo pronto, la sospechada permanecerá con custodia policial.
A su vez, los medios locales divulgaron un audio de WhatsApp que le había enviado Ávila a una persona conocida sobre las acusaciones en su contra por la violencia ejercida contra Padrón.
“¿Que yo le hago algo a Juan? Sí, sabés que estoy re loca. Y si le tengo que revolear lo que sea por la cabeza se lo voy a revolear”, afirmó la acusada.
Según relataron amigos, Padrón, que trabajaba en el sector parlamentario del Concejo Deliberante y era muy querido en su ámbito laboral, había afirmado que los cortes producidos en su brazo durante las vacaciones en Puerto Madryn los había provocado la propia Ávila con una botella de vidrio rota.
Los investigadores analizarán los presuntos llamados que realizó Ávila con su celular desde el momento del crimen hasta que fue encontrado el cuerpo por la policía.
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