Este lunes a la madrugada, apenas pasadas las cinco de la mañana, un llamado al 911 alertó al personal de la Comisaría Vecinal 11B de que una joven de 24 años se había suicidado en una casa del barrio porteño de Villa del Parque.
Cuando los efectivos llegaron al lugar, un PH ubicado en la calle Terrada 2530, encontraron el cuerpo de Sol Ana Josefa Acuña Bilbao –una oficial de la Policía de la Ciudad que prestaba servicios en la Comisaría Vecinal 12B– tendido sobre un charco de sangre, con un disparo en la cabeza.
Junto a ella estaba Germán Luis Matías Baigorria, su pareja, un oficial de la Policía de la Ciudad de 29 años, que les aseguró a los efectivos que su novia se había suicidado luego de una discusión de pareja.
El lugar donde estaba el cuerpo, sin embargo, indicaba algo distinto: en la casa había elementos desparramados, lo cual suele ser un indicio de una pelea física, y, de acuerdo a la información con la que cuenta la familia de la víctima, estaba también roto el celular de ella y había dos bolsos en los que había puesto su ropa, como para irse.
Luego de dar aviso de la situación al Juzgado Criminal y Correccional N° 8, y tras el testimonio de un vecino que indicó haber escuchado agresiones e insultos cruzados, la jueza Yamile Bernán dispuso que Baigorria sea detenido y lo imputó por el presunto femicidio. También ordenó que la Policía Federal Argentina se hiciera cargo de las actuaciones y peritajes en el lugar.
Sol era oriunda de la localidad de Yerba Buena, en la provincia de Tucumán. Su madre y su padre -–mbos miembros de la policía provincial– habían fallecido a causa de distintos problemas de salud en 2005 y 2011, respectivamente. Tras la muerte de sus padres, ella junto a sus cuatro hermanos atravesaron varios problemas económicos y todos, cuando crecieron, buscaron ingresar a la fuerza al igual que sus padres.
En 2014, luego de haber trabajado un tiempo como profesora de danzas y de no haber sido admitida en la policía tucumana, Sol decidió trasladarse a Buenos Aires para trabajar, donde vivió con su madrina y decidió en 2019 empezar el curso para ingresar a la Policía de la Ciudad. Por esos días, hace casi dos años, Sol conoció a Germán Baigorria, hoy el único acusado por el asesinato.
Baigorria, que es padre de una hija menor de edad, estaba en pareja con otra mujer cuando se conocieron y se separó para empezar una relación con ella.
De acuerdo a sus registros comerciales, Baigorria fue empleado del Ejército entre los años 2015 y 2018 y, en marzo de 2019, pasó a ser empleado del Gobierno de la Ciudad, donde actualmente integraba la división de Servicios Especiales de Tránsito. En una foto en sus redes sociales publicada en marzo de 2020, Baigorria se mostraba con el uniforme policial y una moto de la fuerza.
“Estuvieron un tiempo juntos pero la convivencia no funcionó. Ella siempre dijo que él la trataba mal y que discutían mucho, entonces se separaron y ella se fue a alquilar a otro lugar”, contó en diálogo con Infobae una familiar muy cercana de la víctima que prefirió preservar su nombre.
“Estuvieron cuatro meses separados, pero él le decía que tenía problemas económicos entonces Sol decidió volver para ayudarlo. Pero el trato siguió siendo el mismo y en reiteradas ocasiones aparecía con marcas de moretones y nos decía que no sabía de qué eran”.
Sus hermanos, que también son policías y eran muy unidos tras la muerte de sus padres, no habían tenido oportunidad de conocer a Baigorria, pero habían notado algunas actitudes extrañas de su hermana, que les llamaron la atención y que, hoy parece confirmarse, eran advertencias de una espiral de violencia de la que Sol no podía salir.
“No la dejaba vestirse como a ella le gustaba, la alejaba de su círculo de amistades por celos, le gritaba, y cuando se enojaba y estaban comiendo él le tiraba encima la comida. Son muchas cosas que al analizarlas ahora nos damos cuenta de que esto podía haber pasado”, cuentan en su familia.
A principios de este año, la hermana menor de Sol viajó desde Tucumán con su hija para pasar sus vacaciones junto a ella en Capital Federal; pasó cerca de un mes conviviendo con la pareja y presenció algunas peleas y destratos de Baigorria hacia la víctima.
A su hermana, Sol le hizo una advertencia explícita: “Si me encuentran muerta, fue él”. “Le pedí muchas veces que se separe pero no lo hizo porque no quería dejarlo desamparado económicamente”, dice ella.
Una semana antes de su muerte, Sol había viajado a Tucumán. “Estábamos en un asado y había tenido un llamado de él con algunas actitudes extrañas. Ella me dijo: ‘Él es así, es celoso, tiene estos arranques’”, contó Álvaro, el hermano mayor de la víctima, que viajó junto a sus hermanos a Buenos Aires este lunes por la noche. “Después me enteré que le había roto muebles de la casa, que la trataba mal. Era un manipulador”.
“Primero me avisaron que le habían pegado un tiro y pensé que tal vez había tenido un enfrentamiento y le había impactado en el chaleco. Después me dijeron que le habían pegado en la cabeza y apareció la posibilidad de un suicidio, pero yo empecé a atar cabos y me di cuenta”, contó el hombre de 33 años.
En las pericias llevadas a cabo por la la Unidad Búsqueda de Evidencias de la PFA junto a la División Investigación de Homicidios, se determinó que el cuerpo de Sol presentaba orificio de entrada y salida en el cráneo.
Los resultados de la autopsia practicada en la Morgue Judicial determinarán en las próximas horas en qué circunstancias recibió Sol ese impacto: un disparo por la espalda, a traición, terminaría de desestimar la hipótesis de un suicidio. Según la información a la que extraoficialmente accedió su familia, el cuerpo de Sol también presentaba varios golpes.
En el lugar, además, de acuerdo a los primeros peritajes, se habrían efectuado en total dos disparos. La Policía Federal encontró dos vainas servidas dentro de la casa y secuestró las armas reglamentarias de Baigorria y de la víctima. También se llevó a cabo una prueba de dermotest en búsqueda de rastros de pólvora en las manos de la víctima y de su pareja y se secuestraron dos vehículos de la pareja.
Según informó la agencia Télam, un testigo contó a los investigadores que cerca de las 3 de la madrugada comenzaron a escuchar gritos de una pelea que provenía del departamento de la policía y que en un momento se escucharon dos balazos.
Este lunes a la mañana, una amiga de la víctima que estuvo con ella horas antes de su muerte fue citada a prestar declaración como testigo en el Juzgado.
Baigorria, mientras tanto, luego de pasar la noche en la Comisaría Vecinal 11B, fue trasladado como incomunicado a la Alcaidía Madariaga de la Superintendencia de Investigaciones.
Si sos víctima o conocés a alguien que sufra violencia de género podés llamar al 144 o comunicarte por WhatsApp al +5491127716463 las 24 horas.
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