Desde hoy, siete efectivos de la Prefectura Naval Argentina serán juzgados acusados de haber participado en el crimen de Cristopher Rego, un joven de 26 años que en agosto de 2018 fue asesinado de un balazo en la espalda al evadir un control vehicular en el barrio porteño de Parque Patricios.
Debido a la pandemia, el Tribunal Oral en lo Criminal 3 porteño realizará el debate de manera virtual, a través de la plataforma Zoom, y el juicio tendrá como principal imputado al prefecto Pablo Brítez, quien llega acusado de ser autor material del “homicidio agravado”, que prevé la pena de prisión perpetua.
Por su parte, sus compañeros de la fuerza Axel Díaz Guevara, Javier Fernández, Cristian López, Lucila Carrizo, Rubén Viana y Mariano Paredes serán juzgados por “encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. De todos los acusados, Brítez y López llegan al juicio oral detenidos, mientras que el resto está en libertad.
El TOC 3 escuchará a 13 testigos que responderán las preguntas de las partes y del fiscal Andrés Esteban Madrea. “Mis compañeros de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil en la que milito van a marchar a los Tribunales de Talcahuano a las 9”, dijo a Télam Jorge Rego, padre de la víctima, quien se presentó como querellante junto a su abogado Eduardo Soares.
Cabe recordar que el crimen de Cristopher, conocido por sus amigos y familiares como “Bocha”, ocurrió en la madrugada del domingo 12 de agosto de 2018 en Ancaste e Iguazú, en el límite entre los barrios Parque Patricios y Barracas. En esa ocasión, el joven que había sido padre hacía 40 días iba a bordo de su camioneta Peugeot Partner blanca que había comprado hacía una semana a un amigo suyo y los papeles del vehículo se los había olvidado en la casa.
“Mi hijo no para en la avenida Amancio Alcorta donde había ocho prefectos y Brítez lo corre una cuadra, inocentemente él gira en U por la calle Monteagudo y agarra Ancaste, por lo que vuelve al mismo lugar en el que estaba el control porque él iba a Nueva Pompeya a buscar a su esposa y al hijo”, relató Jorge.
Según la acusación, Brítez apareció por un costado apuntándolo con su arma sin dar la voz de alto. Cristopher pasó y un disparo dio al costado de la camioneta, el vehículo continuó la marcha y otro tiro impactó en el portón trasero, de acuerdo a la declaración de un testigo clave y allí la víctima recibió un balazo en la espalda y la mandíbula dio contra el volante, por lo que murió a los pocos minutos.
El joven manejó dos cuadras más hasta que chocó contra otra camioneta que estaba estacionada, tras lo cual el propietario salió de su casa y llamó al número de emergencias 911.
“Después de los disparos, dos prefectos (Carrizo y López) fueron hasta el lugar del hecho donde levantaron las vainas servidas, las hicieron desaparecer y no informaron a sus superiores”, afirmó un vocero judicial. Personal de la Policía de la Ciudad y de Bomberos arribó a la zona y comenzó a investigar, tras lo cual algunos integrantes de la PNA que estuvieron en el control se acercaron.
“Cuando están ahí se acercan los prefectos diciendo ‘qué pasó, nos acercamos porque vimos que había un accidente de tránsito’”, aseguró la fuente sobre la reacción de los acusados tras el crimen. El juicio por el crimen del “Bocha”, quien era el menor de cuatro hermanos y trabajaba con su padre en la repartición de carne, se iba a realizar en marzo del año pasado y por la emergencia sanitaria fue suspendido en varias oportunidades.
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