Hicieron “match” en Tinder, intercambiaron un par de mensajes dentro de la aplicación y luego se pasaron los números del celular para continuar la charla por Whatsapp. Nada hacía dudar que el desenlace de esa “cita a ciegas” pudiera convertirse en una verdadera pesadilla para Walter (50), quien perdió los ahorros de su vida tras haber sido engañado por una “viuda negra”.
El encuentro se produjo el martes por la noche, en un bar del barrio porteño de Chacarita, y luego continuó en el departamento de la víctima, ubicado a media cuadra allí; donde supuestamente iban a compartir una cena
Seducido por la mujer, el hombre fue inducido a seguir bebiendo sin advertir que le había colocado una droga para dormirlo y así perpetrar el robo. “Ella se puso a preparar un Campari con naranja en la cocina mientras yo estaba en el living poniendo algo de música”, contó el damnificado a Telefé Noticias.
“Cuando nos sentamos a la mesa, habré tomado dos tragos y lo noté raro, como que le faltaba azúcar. Probé el de ella y estaba mñas dulce pero seguimos tomando hasta que me empiezo a sentir mal y después no recuerdo más nada”, relató.
Al despertarse con fuertes dolores de cabeza y observar que el departamento estaba todo revuelto, Walter se desesperó y empezó a gritar para pedir ayuda hasta que una de sus vecinas lo escuchó. Rápidamente se comunicó al 911 y alrededor de las 2 de la madrugada del jueves se hicieron presentes en el lugar efectivos de la Comisaría Vecinal 15 A de la Policía de la Ciudad.
Al ingresar al séptimo piso de un edificio situado en la calle Charlone al 600, la víctima les contó que luego de tomar unas bebidas se descompensó y cuando reaccionó se vio con sus pies y manos atadas, y sin la presencia de la mujer que lo acompañaba.
“Cuando recuperé la concienca me di cuenta que estaba atado muy fuerte y todavía me quedan las marcas en las manos de los precintos”, dijo Walter mostrando los moretones que aún conserva en sus muñecas.
Relató que al tercer trago empezó a sentirse cansado y después se desvaneció golpeando su cabeza contra una mesa. Una vez repuesto, se dirigió adonde tenía guardado sus ahorros y comprobó que la mujer había huído con USD 20 mil.
“Los venía juntando de a 200. Son cosas que pasan, uno laburo se rompe el lomo y te cae esta gente que en dos minutos llega y te roban todo. No esta bueno hay que denunciarlo para que esto no vuelva a pasar”, enfatizó.
Al observar que el hombre estaba mareado y dolorido, los oficiales pidieron asistencia del SAME y el damnificado fue trasladado al Hospital Tornú, donde fue atendido con diagnóstico de intoxicación. “Todavía me siento medio mareado, me cuesta caminar, hago pasos cortos y tengo inestabilidad”, admitió Walter.
Tras realizar la denuncia correspondiente, los investigadores analizan las filmaciones de la cámara de seguridad del edificio, donde se observa a “Marita” - así se hacía llamar en su perfil de Tinder- huyendo del lugar junto a dos cómplices masculinos.
Lo que tratan de establecer es cómo ingresaron estos dos delincuentes al edificio y si ellos también ayudaron a la mujer a hurgar entre las pertenencias de Walter para hallar el dinero u otros objetos de valor en su propiedad.
Interviene en el caso, la Fiscalía Criminal y Correccional Número 32, a cargo del doctor Juan Pedro Zoni y ante la Secretaría Única de la doctora Fernanda Insaurralde, que le solicitó a la brigada de la Comuna 15 continuar con la investigación para dar con el paradero de la imputada y su cómplices.
“Las fotos de Tinder coinciden con la persona que me encontré, en algún momento tiene que caer”, se esperanzó Walter, una víctima más de las “viudas negras”.
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