Ayer se cumplieron tres meses de la muerte de Diego Armando Maradona y la investigación judicial que busca determinar si hubo negligencia de parte del personal médico que atendió al Diez continúa adelante con la toma de testimonios. Hoy fue el turno de dos hijas del astro del fútbol, Gianinna y Jana. Ambas ya se presentaron en la sede de la fiscalía general de San Isidro, en la calle Acassuso 476, para ampliar sus declaraciones en calidad de testigos.
Las hermanas fueron citadas por el equipo de fiscales coordinado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad, e integrado por sus dos adjuntos, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, y la fiscal de Benavídez, Laura Capra. Según contaron fuentes judiciales a la agencia Télam, les preguntarán “cuestiones puntuales que surgieron a lo largo de la investigación”.
En principio, Jana (24) tenía fijada la audiencia para ayer al mediodía, pero sus abogados les solicitaron a los fiscales una postergación para este viernes, día para el que ya había sido convocada Gianinna (31).
Será la segunda vez que ambas declaren en la causa. En la primera ocasión, el 28 de noviembre, tres días después de la muerte de su padre, Gianinna había dicho que el neurocirujano Leopoldo Luque, uno de los siete imputados que tiene la causa, era el “médico de cabecera” de su padre, que la última vez que lo visitó a su papá lo notó “muy hinchado” y que “semanas previas a su fallecimiento presentaba un deterioro tanto físico como cognitivo”.
El mismo día también prestó testimonio en la fiscalía su hermana Jana, quien dijo que “Luque era el que mandaba en todo lo relacionado con la salud” de su padre y que cuando se planteó la internación domiciliaria “se dijo textualmente y varias veces que iba a ser seria, con enfermeros 24/7, con especialistas, con una ambulancia a disposición”.
En su testimonial, las hermanas aclararon que en un cónclave en la Clínica Olivos los médicos, con Luque a la cabeza, les hicieron tres propuestas: “La primera era una internación voluntaria, la segunda una involuntaria y la tercera una internación domiciliaria”. A la luz de los hechos y a sabiendas de que Diego iba a rechazar de cuajo las dos primeras, se optó por la última.
Ahí fue cuando una de las chicas remató: “Nos prometieron internación domiciliaria pero eso no lo era”.
Cabe aclarar que la externación fue firmada por las tres hijas pero siempre siguiendo las recomendaciones de Luque y de la psiquiatra Agustina Cosachov que fueron los que firmaron como profesionales médicos. Aun con la recomendación en contra de la Clínica Olivos, que aconsejaba un centro de rehabilitación.
Además de Luque (39) y Cosachov (35), también se encuentran imputados por homicidio culposo el psicólogo Carlos Daniel “Charly” Díaz (29), la enfermera del turno mañana y tarde Dahiana Gisela Madrid (36), y el enfermero de la noche, Ricardo Omar Almirón (37).
A ellos se les sumaron esta semana otros dos acusados: Nancy Forlini y Mariano Perroni, quienes estaban a cargo de la coordinación de los servicios médicos de Maradona.
Forlini era el nexo entre los médicos clínicos y los acompañantes terapéuticos que fueron echados por el entorno del Diez en los primeros días de internación en la casa de San Andrés, donde finalmente falleció el 25 de noviembre.
En el caso de Perroni, se encargaba de coordinar a los enfermeros, que estaban tercerizados a través de la empresa Medidom.
La Justicia decidió imputarlos en la previa de la junta médica, que se llevará a cabo el 8 de marzo en La Plata, para que puedan aportar sus propios peritos, ya que creen que podrían haber tenido algún tipo de responsabilidad en el tratamiento de Diego Maradona.
Seguí leyendo: