Catorce personas fueron demoradas este domingo por efectivos de Prefectura Naval tras participar de una fiesta clandestina a bordo de varios yates en aguas del Delta del Paraná.
En el marco del operativo “Verano Seguro” dispuesto por el Ministerio de Seguridad de la Nación, los prefectos -que patrullaban la zona- detectaron que además de realizarse un evento prohibido sus tripulantes tampoco respetaban el distanciamiento social impuesto por la pandemia de coronavirus.
El hecho sucedió a la altura del Arroyo Anguilas, donde embarcaciones más pequeñas rodeaban al yate principal y los concurrentes se iban pasando de una hacia la otra, como parte de la diversión. La vista es recurrente: jóvenes en costosas embarcaciones protagonizan estos encuentros con frecuencia en el Delta bonaerense o en islas santafesinas.
Al advertir la situación, Prefectura pidió refuerzos y arribaron al lugar botes guardacostas, semirrígidos y motos de agua. Ante la primera advertencia, las y los tripulantes del yate se negaron a prestar colaboración, por lo que se dio intervención al Juzgado Federal de Primera Instancia de San Isidro, a cargo de la doctora Sandra Arroyo Salgado.
Allí se comprobó que los tripulantes, además de no respetar la capacidad máxima permitida para ese tipo de buque, se encontraban en una embarcación con la matrícula y los extintores vencidos y no poseían bengalas a bordo. Rápidamente se dispersó a las personas y se firmaron actas de infracción.
A fines de enero, se produjo un hecho similar que terminó con 16 personas demoradas en Rosario; en las inmediaciones del Parador Puerto Pirata, a la altura de la localidad de Granadero Baigorria.
En el procedimiento once mujeres y cinco hombres fueron demorados, mientras que seis embarcaciones fueron secuestradas, entre ellas un yate de lujo, en el marco de la fiesta clandestina de la que participaban cerca de 50 personas.
Y días atrás, en la provincia de Entre Ríos, un yate en el que viajaban más de 25 jóvenes estuvo a punto de hundirse en el río Paraná mientras realizaban otro festejo prohibido.
El accidente ocurrió después de que salieran del Club Náutico de esa ciudad entrerriana y el agua comenzara a filtrarse por la popa debido al sobrepeso que registraba el barco, como consecuencia del exceso de personas, a simple vista sin barbijo.
El hecho provocó indignación en redes sociales por la falta de medidas sanitarias en medio del aumento de casos de coronavirus y más cuando el protocolo de Prefectura establece que las embarcaciones solo pueden ocupar el 50 por ciento de su capacidad.
Al igual que sucede en la Costa Atlántica, donde los festejos clandestinos tienen como escenario las playas, los paradores, la vía pública y las casas particulares, la situación en los ríos también preocupa a las autoridades
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