Este sábado por la mañana, cerca de las 9, un hombre de 45 años se presentó en la Comisaría Vecinal 1A, ubicada sobre la calle Tucumán, en pleno centro porteño y a escasas cuadras de Tribunales, para brindar una confesión estremecedora: aseguró que algunas horas antes había cometido dos crímenes.
El hombre, identificado como Jorge. J, actualmente en situación de calle pero con un domicilio registrado en provincia de Buenos Aires, primero dijo haber asesinado a una joven de 22 años en su departamento de Recoleta y luego a una mujer con la que consumió drogas en la Villa 31. A pesar de lo que él creía, sin embargo, la primera de sus dos víctimas está viva.
De acuerdo a su relato, este viernes por la noche el sospechoso estuvo una casa ubicada en la manzana 15B de la villa de emergencia del barrio porteño de Retiro junto a una mujer con la que consumió paco y con la que, en un momento de la reunión, se trenzó en una discusión en torno a la sustancia.
En ese momento, siempre según sus propios dichos en la comisaría, tomó a la mujer por el cuello, la estranguló, la ahogó en un recipiente con agua que había en el lugar y escapó.
Al menos en ese punto de la confesión, Jorge no mentía. En horas del mediodía, efectivos de esa dependencia se dirigieron hasta la casilla ubicada bajo la Autopista Illia y efectivamente encontraron en una de las habitaciones el cadáver de una mujer con su cabeza en sumersión dentro de un balde, tal y cómo lo había descrito el acusado, según informaron fuentes policiales a Infobae.
El cuerpo de la víctima, una joven de entre 20 y 25 años que aún no fue identificada, fue retirado por personal de Bomberos de la Ciudad este sábado y trasladado a la Morgue Judicial, mientras que peritos de la Unidad Criminalística Móvil (UCM) se dirigieron hasta el lugar de los hechos para la toma de muestras y la realización de peritajes de rigor.
Jorge, sin embargo, también había reconocido un ataque previo, que él en principio definió como otro asesinato. Su presunta primera víctima, sin embargo, está viva.
El episodio habría ocurrido algunas horas antes del crimen, durante la tarde del viernes, cuando el hombre se encontraba en la plaza Vicente López del barrio porteño de Recoleta, y, siempre de acuerdo a su propio relato ante los agentes, una joven se le acercó, le contó llorando que se había peleado con su novio y lo invitó a su departamento.
Una vez en el edificio donde vive ella, ubicado en la calle Montevideo al 1200, el hombre contó haberla lesionado y haberle robado el celular, un reloj y una cadenita para luego darse a la fuga.
Esa información, una vez más, fue rápidamente corroborada por los investigadores, que constataron que efectivamente una joven de 22 años había sido encontrada gravemente herida dentro de su departamento durante la madrugada del sábado luego de que sus vecinos llamaran al 911, alertados por los gritos de “auxilio”, y luego trasladada al Hospital Fernández.
Tras ese aviso, efectivos de la Comisaría Vecinal 2A y de Bomberos habían entrado al departamento y habían encontrado a la víctima tendida frente a la puerta del baño con una herida punzante profunda en su cuello. Por este motivo fue trasladada al Fernández, donde debió ser operada de urgencia y donde permanecía internada en grave estado hasta este sábado por la noche.
La investigación de ambos hechos y el destino de Jorge quedó en un primer lugar a cargo del juez Jorge de Santo, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 46, y luego ambas causas -el homicidio y las lesiones a la otra joven- pasaron ambas a manos del juez Julio Augusto Pedroso del Juzgado N° 53, que determinó de inmediato que el hombre permanezca detenido en esa dependencia.
Entre sus pertenencias, al momento de su detención, se hallaron el reloj y la cadenita que corresponden a la primera víctima y una pipa para consumir paco.
Ahora, según confirmaron fuentes cercanas a la investigación a este medio, la Brigada de la Comuna 1 junto a la División de Homicidios de la Policía de la Ciudad trabajan en un relevamiento de las cámaras de seguridad del lugar donde ocurrieron los hechos para poder determinar la cronología y los promenores de ambos ataques. Los investigadores descartan hasta el momento que los dos episodios de violencia estén relacionados con una agresión sexual.
Con información de Pilar Safatle
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