Crimen del ex policía en Barracas: el enigma de los disparos en la escena y el rastro de sangre hacia la villa Zavaleta

La Policía de la Ciudad trabaja con indicios claros en la escena del hecho que le costó la vida a Alfredo Poggetti, comerciante y sargento retirado de la PFA

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Poggetti, su pareja y sus
Poggetti, su pareja y sus nietos, foto de 2017.

Ayer a las 20:30, el sargento retirado Alfredo Osvaldo Poggetti fue asesinado en el hall de entrada de su casa de la calle Río Limay en Barracas por al menos tres delincuentes en presencia de su esposa mientras regresaba de hacer sus compras. Jubilado recientemente, Poggetti era un abuelo de tres nietos, su muerte representa un crimen grotesco, insensato.

No hay cámaras que muestren el hecho de forma directa. Sin embargo, hay un rastro para seguir. Literalmente, uno de sangre. Al parecer, confía una alta fuente de la investigación a Infobae, uno de los tres delincuentes resultó herido.

La división Homicidios de la Policía de la Ciudad investiga el hecho bajo las directivas del fiscal Pablo Recchini, continúa la búsqueda de los sospechosos luego de tres demorados iniciales que no tenían relación con el caso: se los busca en cámaras de seguridad públicas y privadas, con la Dirección de Criminalística de la fuerza porteña a cargo de estudiar la escena del hecho en busca de claves para esclarecerlo.

Por lo pronto, según fuentes cercanas al caso. a lo largo de tres cuadras en la calle Iriarte se hallaron una serie de manchas de sangre que apuntan, creen investigadores, a la villa Zavaleta o a su anillo exterior, la 21-24, a seis cuadras de distancia de la casa de Poggetti.

Otra época: el sargento retirado
Otra época: el sargento retirado en un viaje junto a su pareja.

Esas manchas ya fueron recolectadas. Luego está la escena del crimen, el hall de entrada de la casa mismo. Allí se encontró el cuerpo del sargento retirado de la PFA con un revólver Taurus calibre .357 junto a su mano izquierda -los investigadores desconocen si era diestro o zurdo- con su numeración intacta, arma que los investigadores creen pertenecía a la víctima: entre 2014 y 2016, según el Boletín Oficial, Poggetti presentó al ex RENAR pedidos de tenencia de tres armas, entre ellas dos pistolas calibre .380 y 45.

Vecinos declararon haber oído tres disparos. El revólver por dentro tenía dos vainas servidas, cinco cartuchos intactos.

El tiro que le costó la vida le atravesó el cuello, del lado izquierdo al derecho, confirman fuentes del caso, comprometió también su cabeza. Su calibre, en pleno análisis esta mañana, se desconoce.

En la escena, donde no se detectaron huellas dactilares, también se encontraron dos plomos. Uno fue hallado junto a un barbijo, entre gran cantidad de sangre. El otro disparo fue detectado en el marco de la puerta.

Los plomos encontrados, en principio, serían de un calibre 38 “Special u homólogo”, asegura una alta fuente del caso. Es decir, no provinieron del arma atribuída a Poggetti.

La casa de Poggetti, escena
La casa de Poggetti, escena del crimen.

Así, la división Criminalística hará disparos de cotejo para determinar o no si esos disparos vinieron del arma atribuida a Poggetti. También, deberán determinar el calibre de la bala que le costó la vida.

Hubo una hipótesis de la mecánica del crimen al comienzo del caso: se creyó que el sargento retirado y comerciante ya había logrado entrar al otro lado de la puerta y que los ladrones los sorprendieron con un forcejeo luego de que comenzara su entrada al domicilio. Se cree, también, que su arma podría haber sido accionada de manera accidental, con su dedo en el gatillo mientras intentaba salvar a su esposa, algo que podrá ser aclarado con un dermotest a las manos de la víctima. Por lo pronto, los plomos encontrados no le pertenecen.

La Policía Federal, por el momento, no anunció ningún homenaje virtual o físico a Poggetti. Las muestras de sangre encontradas serán cotejadas con pericias de ADN.

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